Desde el punto de vista biológico, la adultez se caracteriza por el completo desarrollo del sistema. Seres humanos durante esta etapa desarrollan plenamente las habilidades psicológicas, las cuales son el resultado de haber logrado superar la niñez, así como también adolescencia.
También la adultez se relaciona con la capacidad de enfrentar asuntos culturales y legales propios de esta etapa. El individuo desarrolla facultades que le permiten tomar decisiones de una forma más responsable. Además, es durante esta etapa cuando se ponen en práctica todas las destrezas sociales y emocionales, que se adquirieron durante las etapas anteriores.
¿Qué es la adultez?
La palabra adulto es un adjetivo que tiene su origen en el término utilizado en el antiguo idioma latín “adultus”. Esta palabra se utiliza para calificar a una persona que ha logrado terminar por completo su desarrollo. Esto puede ser desde el punto de vista de su físico o mentalidad. El ser humano en el transcurso de su vida supera tres etapas, la primera es la niñez y la segunda la adolescencia.
La última etapa del desarrollo de los seres humanos es la adultez, este período de madurez se caracteriza por la clara manifestación de conocimientos y de actividades que se han ido perfeccionando en el transcurso de la vida. Las personas que han logrado llegar a esta última etapa son capaces de realizar cualquier actividad de subsistencia con mayor destreza.
Cuando el individuo ha ido desarrollándose dentro de un marco social normal, es capaz de entablar relaciones interpersonales con mayor éxito. Habilidades psicológicas y motrices son indispensables, para poder hacer frente a los distintos retos que eventualmente tienen que superar las personas. Cuando las etapas previas, la niñez y la adolescencia, fueron truncadas o vividas sin haber logrado superar ciertas dificultades; sin dudas tendrá un efecto sobre la vida adulta.
¿Cuáles son las características de este período?
La adultez suele ser un período de tiempo que es descrito desde los 25 hasta los 60 años de edad. Es descrita mediante la identificación de tres etapas principales. Las características propias de la adultez van apareciendo mediante un proceso gradual, esto quiere decir que el desarrollo pleno del individuo no ocurre de forma inmediata. Por ello, se puede identificar cada una de las etapas de las que está constituida la adultez, cada una de ellas, presenta características particulares.
La primera es la adultez temprana, desde el punto de vista del ordenamiento jurídico abarca desde los 18 hasta los 21 años en promedio, aunque también puede extenderse hasta los 25 años. Es el inicio del proceso psicológico y físico que permite desarrollar habilidades para tomar decisiones. Además el individuo comienza a ser consciente de las consecuencias de sus propios actos.
En la adultez temprana los psicólogos logran identificar de una forma más clara la personalidad del individuo, además el estado emocional presenta cierta estabilidad. Estas son personas que son capaces de asumir mayores responsabilidades, su rendimiento mental ha llegado a desarrollarse por completo y por lo tanto habrá mayor productividad.
La adultez media suele ser descrita como una etapa en la cual se alcanzará el máximo potencial productivo. Usualmente se describe esta etapa desde los 25 hasta los 40 años de edad. Desde el punto de vista psicológico, es cuando las personas logran emprender de forma definitiva sus caminos personales y profesionales.
Durante la adultez media las personas aprenden a subsistir y también ponen en práctica las habilidades sociales que les garantice poder seguir siendo independientes. En cambio durante la adultez tardía, también llamada vejez, la persona comienza a hacer más dependiente de terceros. Además, las capacidades psicológicas y motrices descienden notablemente.
Es durante este período que la persona comienza a definir cuál será su camino personal y profesional. La adultez es una etapa que no puede ser descrita de una forma unánime. Por ejemplo, en algunas personas se comienza a manifestar la necesidad de establecerse con una familia propia. La maternidad o la paternidad son algunas de las características tradicionales, el modelo básico de una familia, pero no es la búsqueda de todos los individuos.
El estudio de la adultez y su importancia en la psicología
En la psicología el estudio del último período de la vida de las personas corresponde con el desarrollo máximo de las capacidades psicológicas. La madurez psicológica, tomando en cuenta distintos aspectos, implica que el individuo ha logrado superar la infancia, la adolescencia y la juventud con cierto éxito. Los resultados de dicha experiencia se manifiestan claramente en el comportamiento y en el estado emocional.
Las personas que pertenecen a la tercera edad pueden sufrir distintos tipos de padecimientos psicológicos. Estos son el resultado de una gran diversidad de factores, por ejemplo los factores biológicos como la predisposición genética y los cambios químicos del sistema.
Por otra parte, los factores psicológicos son fuertemente influenciados por los factores sociales y culturales. Dependiendo de la educación, los hábitos cotidianos, la alimentación y el ritmo de vida que siguió a la persona en sus etapas previas; la vejez se corresponderá de igual forma.
Los psicólogos afirman que algunos individuos podrían negarse de forma voluntaria a la llegada a la etapa de la adultez. Estos individuos manifiestan su preferencia por mantener características propias de la niñez, esto en ocasiones puede ser el resultado de la necesidad de protegerse ante determinadas situaciones.
Esto es especialmente relevante durante los primeros años de este período. Las personas de una forma pasiva van descubriendo como sus capacidades, tanto físicas como mentales, van enfrentando ciertas dificultades. El temor a envejecer es una característica común, por ello los psicólogos centran sus esfuerzos en tratar que los pacientes puedan iniciarse en la vejez con más confianza.
La característica psicológica más importante es el anhelo de la independencia del individuo. Durante la adultez temprana el pleno desarrollo emocional y físico, son el resultado de la combinación de las propias capacidades del individuo y del entorno social, cultural, económico, geográfico. Las relaciones de amistad y familiar también ayudarán a determinar cuándo se debe comenzar con el proceso de independización.
La adultez es la etapa de mayor estabilidad, la volatilidad típica de la adolescencia y la fragilidad de la niñez son reemplazadas. Ahora el individuo pasa a un estado progresivo en el que se profundiza su carácter y conoce su propia identidad.
