Las sociedades cambian de manera constante. De hecho, una sociedad que no cambia se queda estancada: no evoluciona. Por ello, el cambio social debe ser entendido y encauzado. Entender este cambio solo como mejora, nunca como detrimento.
El estudio de los cambios en la sociedad ha sido hecho por diversas disciplinas. Los historiadores han creado una narrativa basada en esta sucesión de cambios. Igualmente, se ha procurado dejar en claro las causas y secuelas de tales cambios. Sobre este asunto, queremos dar algunas apreciaciones en los párrafos del presente texto.
Introducción
Si algo determina al ser humano en cuanto ser bio-psíquico es el continuo cambio al cual siempre se ve sometido. Es imposible escapar del proceso vital: nacer, crecer, reproducirse y morir, representan los cambios de orden biológico generales.
En un plano menos notorio por su misma naturaleza aparecen los cambios de personalidad, como consecuencia de los diversos agentes que inciden en ella y la modifican. Las personas cambian, esto es algo que no se puede negar. Los cambios biológicos, las experiencias y las nuevas expectativas desencadenan modificaciones en el modo de ser.
Los cambios de los seres humanos suceden desde la infancia
La infancia puede ser expuesta como un periodo de dependencia, que está determinado por una suerte de extensión del “cordón umbilical” de la madre.
La adolescencia implica una carencia; como su término lo señala, el sujeto adolece de algo. Superada la primera etapa de la vida, el joven persigue conformar su camino; pero, se percata de que carece de experiencia para ello.
Pasado el tiempo, alcanzado un nuevo nivel en la vida, atesoradas las vivencias y los datos para vivir mejor, con mejor control de las reacciones y las funciones biológicas, acontece la madurez. De acá en adelante se entra en el declinar de la vida que concluye con la muerte.
El proceso de vida antes descrito, bajo la perspectiva histórica, es el signo vital que ordena el funcionamiento del mundo. Las generaciones humanas, el cambio generacional depende de ese ciclo. El fenómeno de la vida encarnado en el individuo, actor de la vida social, se traslada, en parte, a la sociedad que él crea.
Lo cierto es que cada etapa implica un ciclo vital. Cada uno de estos ciclos tiene ciertas actitudes, modos de pensar y comportamientos. De algún modo, en cada ciclo las personas son distintas. También, cambian sus intereses y modo de ver el mundo. Como podemos notar, las personas están en un cambio constante.
Hay que indicar que las sociedades también pasan por distintos ciclos. En cada uno de estos ciclos la sociedad se comporta de manera diferente. Por ejemplo, no son las mismas expectativas de la colectividad en el periodo medieval; que durante el siglo XX.
Las sociedades cambian de manera constante como las personas
La sociedad no tiene ciclos vitales ineludibles como los individuos; sin embargo, sí experimenta un cambio continuo. El sociólogo Joseph Fichter definió el “Cambio Social” como “una variación de un estado o moda precedente de existencia.” [Sociología (1972). Barcelona: Editorial Herder, p.351, Cap. XV].
En tal sentido, el “Cambio Social” no implica forzosamente un cambio radical y profundo de la realidad. Como se verá luego, se pueden distinguir varios tipos de “Cambio Social”, pero todos tienen el denominador común de transfigurar un escenario previo, un estado de cosas, un hecho que parece inamovible.
Hay que tener en cuenta que, muchas veces, los cambios sociales acontecen de manera lenta. Incluso, son imperceptibles para quienes los experimentan. En ocasiones, es a lo largo del tiempo (cuando han pasado décadas desde que ocurre dicho cambio) cuando se hacen evidentes las transformaciones sociales.
Los factores del Cambio Social
Una primera afirmación tendría en consideración al individuo como agente del cambio social. La sociedad es capaz de producir el cambio social, distinto de lo que podría ser naturalmente. Al respecto entonces todo cambio dependería de la capacidad y aptitud para ese cambio que el individuo tenga.
Habría que matizar que, en el espectro de las sociedades pertenecientes a una misma época, la permeabilidad al cambio varía de una a otra. Lo que permite afirmar que los factores del cambio social se hallan fuera de la naturaleza humana, ya que ésta es por esencia igual.
En realidad, los catalizadores del cambio son de índole cultural, asimilados o rechazados por los individuos. No obstante, muchas veces hay ciertos eventos que parecen ser el paradigma de dichos cambios. Por ejemplo, la caída del Imperio Romano se considera que abre paso a la etapa medieval. Por su parte, la Revolución Francesa abre las compuertas del modo de pensar de las sociedades modernas.
Hay muchos eventos en todo momento. No obstante, son las personas las que permiten que ciertos eventos las afecten y hagan cambiar la sociedad. Esto es algo importante que se debe tener en cuenta.
En suma, los individuos como hacedores de cultura y portadores de la misma, se dejan pernear y cambiar por esta y, consecuentemente, dan lugar eventualmente al cambio social. El
No obstante, las culturas poseen sus sistemas particulares internos de metamorfosis y cambio. Las culturas no dependen solamente de los individuos que las crean. Es decir, los individuos hacen la cultura, que a su vez los conforma; pero, la cultura depende de factores históricos, raciales, territoriales, climáticos, etc.
¿Hay causas específicas que detonan el cambio social?
Un segundo punto de extrema importancia sobre el tema es que no existe una sola causa de cambio social. Desde el punto de vista sociológico, ni la raza, ni el azar, ni la naturaleza, ni la supremacía de algunos individuos (científicos, por ejemplo) constituyen las razones suficientes de los cambios sociales.
Aunque, se debe tener en cuenta que seguramente estos factores inciden parcialmente en ello. Sin embargo, muchos opinan que no son los factores que catapultan las consecuencias principales de estos cambios.
De hecho, los eventos naturales y la indeterminación han sido factores de cambio. En estos tiempos, por ejemplo, el mundo vive los estragos de una pandemia, que supera el ámbito de la salud, trastocando los sistemas económicos y sociales.
Estas eventualidades, como la difusión de un virus desconocido, pueden producir cambios sociales y producir mecanismos denominados “invención y difusión, de los cuales se hablará más adelante”. Además, ciertas enfermedades ya han ocasionado cambios previamente las sociedades humanas. Tal es el caso de la peste negra, que altera buena parte de la demografía europea en tiempos del medioevo.
Los factores naturales influyen en el cambio social
Los factores naturales no pueden ser controlados totalmente. Las ciencias y la tecnología han aportado soluciones parciales, pero hasta ahora es imposible evitar el advenimiento de huracanes, terremotos, pandemias, etc., y sus consecuencias.
En este orden, el cambio social puede ser intencional o fortuito. No todo depende del comportamiento de los individuos y de sus decisiones, tomadas conscientemente. Los cambios sociales no son siempre consecuencia de actos volitivos como tampoco de la cultura desarrollada.
En ciertos casos los cambios sociales son intencionales
Ahora bien, los factores de cambio que sí dependen de los individuos son los de carácter psicológico, como la necesidad, las carencias y la curiosidad, que están presentes en todos los procesos de cambio social.
La vida humana es un devenir constante, el estatismo es una anomalía y cuando tiene lugar, de manera voluntaria o forzada, obedece a dos factores:
- Es un tiempo para el descanso o el punto de inflexión para retomar fuerzas y seguir por nuevos derroteros
- La muerte es inminente. Quedarse estático es sinónimo de fatalidad. Lo que no cambia, o no se mueve, ha muerto.
El leitmotiv de la vida es compensar las necesidades vitales, buscar la transformación y superación de las limitaciones corporales y biológicas. Curiosamente, esto solo se logra con el cambio. El estatismo no genera nada que tenga que ver con lo vitar.
La importancia de los individuos en los cambios sociales
Mucho se ha alcanzado, por ejemplo, en el desarrollo de los sistemas digitales, cuyo carácter binario le da nombre y sentido a la Era Digital, y la computación cuántica está abriendo una nueva etapa en el procesamiento multidimensional de los datos. El ser humano tiende a cuestionar la realidad y desentrañar los misterios de la naturaleza.
En este contexto, debe apuntarse el papel que tienen las personas con dotes intelectuales y creativos excepcionales. Los genios tienen una capacidad superior a la del promedio, y gracias a sus acciones, inventos, creatividad, etc., han producido cambios sustanciales en el tejido social.
La capacidad disruptiva de los genios no depende de la cultura, aunque esta pueda crear las condiciones idóneas para la acción de los mismos.
Los genios han existido tanto en periodos de prosperidad cultural como de decadencia. Por ello, sería un error entender una relación de causalidad entre la genialidad y la cultura donde se produce.
Vale mencionar la figura del físico, inventor y magnate Elon Musk, quien está revolucionando las estrategias de la exploración espacial y mostrando el camino de los futuros viajes espaciales y la sociedad interplanetaria que viene.
Hay que decir que los individuos si influyen en los cambios sociales. Pero una sola persona no suele ser tan decisiva. Su acción se mezcla con otros factores en su época. Incluso, puede suceder que la acción de una persona no tenga efectos inmediatos. Su influencia se patentiza luego, en la siguiente generación.
Los medios de comunicación y su influencia en los cambios de una sociedad
Otros factores que generan cambio social dependientes de los individuos son los sistemas de comunicación de masas y los medios que los promueven.
Habría que hacer la salvedad de que los medios de comunicación, y sus múltiples dimensiones postmediales (debidas a las nuevas tecnologías de comunicación e información), no son el agente principal de los cambios sociales.
Pero, no cabe duda de que las ideas cuando fluyen de una sociedad a otra pueden acelerar los procesos de cambio. Es decir, muchas veces no son los causantes propiamente de los cambios.
¿Cuál es su influencia entonces? Sucede que los medios comunicativos aceleran o catalizan los cambios. Hacen que la información vaya más rápido. Por eso, el siglo XX (que tiene un enorme auge de medios de comunicación) es conocido como un periodo de 100 años con mayor cantidad de cambios sociales.
Los medios de comunicación informáticos: algo que no podemos eludir
No es un secreto para nadie el poder que tienen los medios sociales digitales (digital social media) en la transmisión de ideas y opiniones.
Las noticias, y la información, fluyen de manera mucho más rápida y en tiempo real y los mismos usuarios se han transformado en agentes productores de información y contenido, sin soslayar su importancia como sujetos de cambio social.
Para bien o para mal se pudo advertir, por ejemplo, el poder de las redes sociales y la información globalizada en la propagación de las protestas sociales de 2019 en Chile hacia otros países suramericanos.
Si se aprecia el fenómeno en tiempos pretéritos, el atraso de las comunidades primitivas o no agrarias se debió en parte al aislamiento de culturas más civilizadas. El aislamiento cultural e interhumano deriva en menores posibilidades de cambio social.
Las sociedades aisladas tienden a menor cambio social
¿Por qué sucede esto? Ocurre que una sociedad sin contacto con otras comunidades, recibe menos influencias. A su vez, no se entera de otros factores como: nuevas tecnologías, modos de organización, dieta o patrones alimenticios, conocimientos, etc.
De lo anterior, se deduce que nuestras actuales sociedades globalizadas son más propensas al cambio. Muchas personas ven esto con preocupación. Sienten que el exceso de comunicación entre comunidades distintos atentos contra la identidad de cada una de ellas.
No obstante, queremos insistir en importancia del cambio. La única manera de progresar en cambiar. Una sociedad estancada es una sociedad que jamás cambio. Por eso, no es tan malo tener una comunicación constante con otros grupos humanos. Es una manera de enriquecerse. En dado caso, hay que saber que copiar o tomar en cuenta que se copia de otras sociedades.
Cambios sucedidos por el incremento poblacional
El siguiente factor de cambio es la concentración y crecimiento poblacional. El aumento de la natalidad, la disminución de la mortalidad infantil, la mejora en las expectativas de vida, el ascenso de las condiciones físicas y mentales de las personas.
Si bien, estas condiciones pueden entenderse como el resultado del cambio social, también constituyen agentes de cambio por sí mismas. La conquista de una mejor calidad de vida en las metrópolis más importantes del mundo se debe, en parte, a la suma de las potencialidades humanas.
Por ejemplo: las sociedades cambian luego de la Revolución Industrial. ¿La razón? Ocurre que la mayor parte de la población pasa a vivir en ciudades. Estas entidades urbanas crecen y se convierten en metrópolis. Aparecen así enormes comunidades urbanas como las siguientes:
- Guangzhou (China): con 16.9 millones de habitantes.
- Bombay (India): 16.8 millones de habitantes.
- Osaka (Japón): 17,2 millones de habitantes.
- Ciudad de México: 19 millones de habitantes.
- Sao Paulo (Brasil): 20 millones de habitantes.
- Nueva York (EEUU): 20,5 millones de habitantes.
- Tokio (Japón): 37 millones de habitantes.
¿Cómo afecta a las personas vivir en tan enormes comunidades urbanas? Al respecto, un texto clásico sobre este asunto es el de George Simmel: “La metrópolis y la vida mental”. En este breve ensayo, destaca que el hombre urbano es distinto, se adapta la vida en masa. Además, tiende a los siguientes rasgos:
- Intensificación de la vida nerviosa.
- Tendencia a la introspección.
- Busca crear grupos (los primeros partidos políticos surgen en ciudades).
- Mayor velocidad en las acciones y modo de actuar.
Es así como la mayor cantidad de personas en una metrópoli crea cambios en las sociedades. Sin duda, es un factor importante que se debe tener en cuenta en este tema.
El factor económico: la visión marxista de los cambios en la sociedad
Junto al factor anterior, la economía resulta de capital importancia. Además, se relaciona con los elementos psicológicos ya citados: las privaciones y las necesidades humanas.
Son diversas las variables que intervienen en la constitución de la sociedad desde la perspectiva económica. No solo respecto a la disponibilidad de recurso monetario, sino también en la manera cómo se genera la riqueza. Por eso, la interpretación marxista de la historia habla de la variación de los modos de producción:
- Modo de producción esclavista (antigüedad).
- Modo de producción feudal (medioevo)
- Modo de producción capitalista.
- Modo de producción socialista.
Un país con mejores oportunidades de acceso a la formación profesional supone una mayor permeabilidad entre sectores sociales, debido a que la instrucción permite el acceso a mejores salarios. El trabajo productivo genera riqueza y suma al producto territorial bruto.
Aquellas sociedades con profundas diferencias en la distribución de la riqueza son susceptibles a los cambios sociales, porque se va minando la esperanza de los individuos que no ven sus necesidades y privaciones económicas satisfechas.
Las crisis económicas pueden derivar en cambios sociales, representados por un nuevo ordenamiento en la distribución de los impuestos, las riquezas, los derechos individuales y del propio sistema político.
Dicho lo anterior, la transformación de la estructura política de una sociedad, el proceso de cambio producido por el factor político, viene a sumarse a la lista de factores del cambio social.
Obstáculos de cambio social
Una primera afirmación destaca al individuo como el principal agente de cambio social y a la vez el principal obstáculo. En términos generales, las sociedades más jóvenes muestran mejor disposición al cambio que las de edad avanzada.
Aunque se debe advertir que la juventud no es una condición sin la cual no se precipiten los cambios. Por lo demás, la juventud no solo es una cuestión de edad, es más bien una cuestión de actitud. Grandes seres humanos han generado importantes cambios sociales a edades superiores a los 40 años.
En cualquier caso, los quiebres sociales que se transforman en mejores condiciones de vida para las masas se apoyan en habitantes abiertos mentalmente al cambio. Las sociedades conservadoras tienden a mitigar las transformaciones que en su seno se produzcan.
Los factores naturales que favorecen los cambios sociales, también pueden dificultarlos cuando sobrepasan a los humanos.
Existen elementos naturales como el clima adverso, la falta de recursos naturales que facilitan la vida humana, etc., que obstaculizan las relaciones interhumanas. No es casual que las grandes civilizaciones se hayan desarrollado al lado de extensiones fluviales.
Tradiciones, ideas y costumbres que frenan los cambios
Sin embargo, la gran traba para el cambio social son las tradiciones y las ideas doctrinarias que, por definición, están cerradas a nuevas consideraciones.
Es muy difícil que una sociedad anclada en el sistema tradicional de familia, constituida por el padre, la madre y los hijos, se abra, por ejemplo, a otros modelos, como el de las parejas homosexuales.
Si bien hoy día el concepto de familia es más amplio, con el reconocimiento de organismos internacionales, aún existen sociedades donde solo se reconoce el modelo tradicional.
Lo mismo ha pasado con muchos inventos de enorme relevancia para la humanidad. A lo largo del devenir histórico, factores como la religión, los criterios morales estrictos, las ideas conservadoras, han obstaculizado y retrasado el avance científico-tecnológico.
Tipos de cambio social y sus mecanismos de acción
En la prédica sociológica no existe una explicación modélica de los cambios sociales. Las sociedades no pasan por ciertos ritmos más o menos constantes, como de lo agrícola a la producción primitiva y a la industria, sucesivamente; de la dispersión a la concentración; de lo dictatorial a lo democrático.
No obstante, si bien la sociología no reconoce la existencia de ciclos evolutivos (y no existen leyes que sistematicen estos procesos), es evidente que sí concurren procesos básicos, aunque no se produzcan en todas las sociedades.
El sociólogo Ralph Linton describe tres mecanismos fundamentales para que se produzca el cambio social: a) el descubrimiento, b) la invención y c) la difusión. [Véase: Estudio del hombre (1963). México: Fondo de Cultura Económica, pp. 298-315].
- El descubrimiento es todo cuanto en cualquier instancia logra acrecentar las capacidades de conocimiento de los individuos
- La invención es la puesta en práctica de lo descubierto. Para que se transite del descubrimiento a la invención hace falta más que intenciones, es fundamental que sea una cosa o algo socialmente desconocido.
- La difusión es la transmisión del contenido cultural de una sociedad a otra.
A través de los mecanismos antes descritos se producen las situaciones de cambio y los procesos de evolución, rezago y revolución.
La evolución
La evolución es la transformación gradual de los elementos culturales que constituyen una sociedad. De aquí se desprenden dos características, a saber:
- a) Se parte del contenido cultural existente, que se pretende corregir, cambiar o mejorar
- b) El hecho evolutivo deviene paulatinamente y de manera consecuencial.
Los hechos evolutivos se producen sin casi provocar violencia sobre la sociedad. El carácter progresivo y paulatino de la evolución hace que los cambios sean prácticamente imperceptibles para la mayoría de los individuos, salvo cuando los mismos son vistos con sentido histórico.
Toda evolución se desprende del descubrimiento de nuevas formas o ideas y de las aplicaciones prácticas de las mismas.
Si hoy el ciudadano común puede almacenar en su ordenador enormes cantidades de datos y navegar en la denominada autopista de la información (Internet), es precisamente por el desarrollo de la idea de la computación digital y la interconexión entre estos mismos sistemas.
En la medida en que las sociedades se dejan permear por los aspectos teóricos y prácticos que existen en el descubrimiento y la invención, aceptan sus dotes y se difunden en ellas, la evolución surge en mayor o menor medida. El cambio evolutivo es más o menos lento, todo depende de sus mecanismos.
El rezago
Todo cambio evolutivo está relacionado con el grado de aceptación o de imposición que se logre generar en una sociedad.
Es posible entonces, en el caso de sociedades menos permeables, que suceda lo que Ogburn y Nimkoff llaman “rezago”. Para ellos este término se define como “la tensión que existe entre dos partes correlativas de la cultura que cambian a distintos grados de velocidad”. [Ogburn, W. y Nimkoff M. Sociología (1958). Madrid: Editorial Aguilar, p. 752].
A tal efecto, en el fenómeno de rezago la noción, invención o descubrimiento de una sociedad o de otra, cuyo conocimiento o difusión ha sido alcanzado parcial o totalmente, no llega a ser aceptado por la sociedad.
Ello produce el atraso cultural, puesto que se supone que lo descubierto o inventado es bueno para los objetivos y valores que busca la sociedad rezagada. Y es que el rezago procede de esa falta de aceptación o de la poca fuerza que posee lo novedoso para imponerse en la población o sociedad.
Desde el punto de vista cultural, no hay rezago propiamente dicho, si lo nuevo contraría los valores que la sociedad en cuestión persigue, aunque sean cuestionables para muchos.
Sin embargo, cuando se persiste en la conservación de ideas retrógradas a raja tabla, de espaldas a los aspectos cualitativos y positivos de lo novedoso, se podrá hablar de rezago.
Definidas las características de la evolución y el rezago, como primer y segundo tipo de cambio social, habría que definir el tercero: la revolución.
La revolución
La revolución es un proceso integral y rápido, que involucra todos los ámbitos y la mayor parte de los valores de una determinada sociedad.
En la mayoría de los casos, las revoluciones están caracterizadas por dos períodos: el primero, de grandes y antagónicos cambios con el estado de cosas preexistentes; el segundo, de síntesis entre las ideas y valores del nuevo y viejo orden.
Los episodios de violencia no son componentes indispensables de los procesos revolucionarios de cambio, aunque esto haya sido lo más habitual. Entra a jugar un papel fundamental el grado de aceptación que las ideas revolucionarias tengan en la sociedad, o también el potencial de fuerza que las mismas puedan desplegar.
Por ello, la evaluación de un proceso revolucionario debería hacerse con la suficiente distancia histórica. Por ejemplo, La Revolución Francesa fue un proceso revolucionario que originó profundos cambios sociales, no solo en Francia, sino en América. Sus consecuencias aún hoy son objeto de estudio.
El cambio social a la luz de estos tiempos
Una lista resumida de los cambios sociales a nivel mundial tendría que incluir la globalización tecnológica, que ha eliminado las distancias físicas que separan a los seres humanos alrededor del planeta.
Más allá de las brechas tecnológicas entre las sociedades del primer y tercer mundo, no cabe duda de que se ha registrado una atomización del poder individual de los denominados cibernautas, influyentes y usuarios en la red Internet.
Actualmente, se están consolidando nuevas formas de actuar frente a los procesos productivos, como el teletrabajo, el Internet de las cosas, la robotización de los trabajos manuales, la conducción remota y autónoma (sin conductor) de automóviles…
Una serie de cambios tecnológicos fundamentales que superan las consecuencias de la invención de la imprenta debida a Johann Gutenberg, a mediados del siglo XIV, y abarcan todos los campos del conocimiento.
Hoy es posible la asistencia remota en la ejecución de intervenciones quirúrgicas, es posible la ampliación de la conciencia a través de la visualización de mundos virtuales imaginarios y proyectivos de futuras realidades. La Era Digital comprende innumerables revoluciones de orden social, tecnológico, filosófico, científico, cultural…
A modo de conclusión
Las sociedades evolucionan, cambian, de manera paulatina o por saltos. Sobre este punto es imposible determinar desde la psicología social, cuál es la mejor vía para el cambio social.
Existen determinantes externas, naturales contextuales, culturales, humanas, tecnológicas, que varían en forma de numerosas combinaciones. Vale decirse que suelen combinarse todas estas determinantes. Los cambios sociales no son un factor aislado, sino la suma de muchas circunstancias.
Se discute en estos tiempos si la pandemia que aqueja a la humanidad determinará un antes y un después en el ordenamiento de las sociedades, desde las grandes cuestiones como la economía hasta la vida íntima, subjetiva, de las personas.
Se intenta visualizar el futuro, pero no se tienen suficientes datos para hacerlo. Solo una mirada histórica podrá despejar las dudas sobre las consecuencias sociales de esta pandemia.