Se suele pensar que la violencia sexual se basa solamente en el abuso físico ejercido por una persona que es mucho más grande y fuerte que la víctima, esta última es más vulnerable e incluso es permisiva. Sin embargo, existen muchos mitos que aún siguen asociando con lo que es realmente este tipo de violencia.
La violencia sexual suele manifestarse a partir de la manipulación, pero incluso puede deberse a la falta de comprensión dentro de una relación entre dos personas. Es decir, entender que es consentimiento dentro de una relación sexual, algunas personas podrían terminar obligando a otras a tener relaciones sexuales porque tenían diferentes conceptos de lo que realmente implica.
En las relaciones sexuales las cosas pueden salirse más fácilmente de control, por ello es importante hablar sobre las reglas del consentimiento y la práctica del sexo de forma sana y segura.
¿Qué es la violencia sexual?
El término violencia sexual se refiere al contacto o comportamiento sexual que ocurre sin el consentimiento explícito de la víctima. Este tipo de violencia es uno de los más comunes y afecta a gran parte de la sociedad, lamentablemente casos de este tipo se siguen registrando diariamente mantenido sus cifras por lo cual se ha convertido en un problema social importante.
Este tipo de violencia puede manifestarse a partir de un intento de violación, caricias o contacto sexual no deseado y también al obligar a la víctima a realizar actos sexuales. A nivel físico puede ser la práctica de sexo vaginal, anal u oral, el atacante puede penetrar en el cuerpo el cuerpo de la víctima lo cual es un violación.
Pero no toda agresión sexual es violación. Este término suele usarse como un recurso legal que permite hacer referencia a la penetración sexual sin consentimiento. Sin embargo, la violencia sexual es más compleja de lo que parece debido a que se integran también elementos psicológicos y sociales. El comportamiento lascivo y constante que vulnera la estabilidad de la víctima sin que haya contacto físico también se considera como violencia sexual.
Se combinan también factores propios de la violencia verbal, psicológica, económica, social y también física. En conjunto ayudan a crear una situación tensa en donde se vulneran los derechos fundamentales de la víctima. Comenzará a sentirse acosada por el atacante si no accede a realizar actos sexuales de forma obligatoria bajo amenazas.
La fuerza física no siempre será el único recurso empleado por el atacante, también se puede usar la coerción emocional, ataques psicológicos o la manipulación para obligar a la víctima a tener relaciones sexuales sin consentimiento. Las amenazas pueden basarse en lastimar a la víctima o su familia, hay una amplia variedad de otras tácticas de intimidación.
¿Cuáles son sus características?
Las características de las víctimas y de los delincuentes sexuales son definidas por factores tanto psicológicos como también sociales. El papel que ambos cumples dentro de una situación de violencia sexual puede identificarse adecuadamente haciendo un análisis de su comportamiento y acciones. A continuación se describen cuáles son estos elementos:
- La satisfacción sexual no siempre es la motivación principal para perpetrar estos abusos. Puede deberse a la búsqueda de poder, ejercer el control sobre la víctima y por sentir ira son solo algunos de los principales motivadores.
- Las víctimas nunca tienen la culpa del asalto, y esta es una afirmación que es independiente de su comportamiento. Las acciones que deciden tomar suelen basarse en malos juicios pero que no justifican que ser abusadas o agredidas sexualmente.
- Las víctimas a menudo están muy impactadas y no saben cómo reaccionar. Debido a miedo y trauma que desarrollan sienten durante el asalto por consecuencia no sabrán cómo defenderse.
- Los delincuentes sexuales pueden afirmar que no pueden detener su comportamiento por sí mismos. Al menos en la mitad de los casos registrados se puede identificar la presencia de algún tipo de condición psicológica que puede ser el detonante de este comportamiento pero que no lo justifica.
- Estudios recientes sugieren que la mayoría de los atacantes no comprenden que significa tener relaciones sexuales consentidas. Por ello al tratar de establecer relaciones cercanas con otras personas pueden interpretar erróneamente la presencia de un elemento sexual.
- Algunos detonantes pueden ser el uso de las drogas y el alcohol que promueven a las personas a que demuestren un comportamiento sexualmente más exacerbado.
¿Cómo se identifica?
A continuación se describen cuales son algunos de los factores más importantes a tener en cuenta cuando se trata de identificar con efectividad cuando se presenta un caso de violencia sexual. Considerando que la víctima y el perpetrador pueden tener una relación o conexión de cualquier tipo, esto hace posible que esta violencia pueda darse en cualquier entorno. Son los siguientes:
- Solo entre el 8% y el 20% de los abusadores sexuales utilizan la fuerza física y las amenazas como recursos que les permite lograr un acercamiento sexual con sus víctimas.
- La mayoría de los casos hay una relación muy cercana entre víctima y acosador, por ello hay varias oportunidades donde será posible que haya una interacción más personal y privada.
- Estadísticamente la mayoría de los delincuentes sexuales son hombres aproximadamente el 60%; sin embargo tampoco hay que descartar la posibilidad de que haya delincuentes femeninos.
- Se puede observar cualquier lesión física en la víctima, la violación de la confianza en la mayoría de las agresiones sexuales aumenta su intensidad ocasionando un trauma permanente. Puede ser daño emocional o psicológico el cual dura mucho más en comparación con las heridas físicas.
- Las victimas a menudo no hablan sobre el abuso que han sufrido debido a que sienten vergüenza, evitar confrontar al delincuente, miedo a ser considerado responsable, miedo a ser castigado y también miedo a perder el respeto y valoración de familiares y amigos.
¿Cómo se detiene?
Es importante prestar atención a las señales de advertencia. Para las víctimas siempre es difícil de aceptar que se han involucrado en un caso de abuso sexual. Por ello, siempre es recomendable hacerlo saber a algún familiar o amigo de confianza para poder recibir la ayuda que necesitan.
De igual forma quienes forman partes del entorno de las posibles víctimas siempre deberán prestar atención al comportamiento que muestran ante la posibilidad que haya cambios. Los amigos o familiares de las víctimas suelen manifestar que han notado que actúan de manera diferente. Suele notarse falta de ánimo, tristeza, autoaislamiento, temor e incluso dejar de comer o dormir poco o mucho. En los casos más graves incluso pueden involucrarse con problemas legales mostrando un comportamiento criminal.
La agresión sexual puede tomar muchas formas diferentes, pero es importante recordar que nunca es culpa de la víctima. Para detener que siga sucediendo las agresiones es importante establecer límites tanto físico como psicológicos y sociales son el perpetrador. Para ello se requiere de la participación de personas que pueden brindar ayuda médica y legal ante estas situaciones.
La mayoría de los perpetradores son conocidos por las víctimas lo cual también es importante, ya que puede tratarse de una situación que esté ocurriendo dentro del entorno familiar, escolar o laboral. Los perpetradores pueden ser un familiar directo, un compañero de clase, un vecino, un amigo o cualquier otra persona. El contacto sexual suele ser un elemento utilizado como parte de la violencia surgida a partir de intereses económicos o legales más allá de los afectivos.
En otros casos, la víctima puede no conocer al perpetrador en absoluto. Un ejemplo de este tipo lo encontramos en los atracos en lugares públicos donde el perpetrador ataca rápida y brutalmente a la víctima. Aunque también puede tratar de contactar a la víctima para ganarse su confianza.
Los sobrevivientes de este tipo de violencia a menudo se culpan a sí mismas, incluso pueden pensar que su comportamiento alienta al autor de los ataques. La víctima nunca tiene la culpa de las acciones de un perpetrador, por ello siempre queda de parte de la familia y amigos brindar la confianza y ayuda necesaria para que puedan hacer frente a esta situación.
Para ayudar a las víctimas siempre es recomendable no realizar juicios o críticas. En ocasiones este es el escenario que más temen y tratan de evitar, que personas de confianza comiencen a cuestionar sus decisiones y comportamiento puede ayudar a que desarrollen ansiedad y problemas para comunicarse con los demás.
No hay que olvidar que existe la posibilidad de que se requiera de ayuda psicológica de por vida después de haber vivido un situación de violencia sexual. La vergüenza y el desarrollo de algunas condiciones psicológicas a partir de estos eventos es parte de las consecuencias, por ello el apoyo afectivo es un elemento primordial durante la etapa de recuperación.
Finalmente es necesario mencionar que a nivel global existen varios entes que se encargan de brindar ayuda a víctimas de violencia sexual. Estas instituciones se especializan en brindar el tipo de apoyo que se requiere, para ello las víctimas pueden solicitar ayuda psicológica y también legal. Suelen brindar estos servicios de forma gratuita y además proporcionan todos los recursos necesarios para que la víctima comience de nuevo a sentir confianza en sí misma y tranquilidad.