La violencia autoinfligida es una de las tipologías de violencia de las cuales se tiene poca información en relación con su origen. La violencia en sí misma suele tratarse de una situación en la cual se ven involucradas dos o más personas, además tiene por motivación algún tipo de conflicto. Sin embargo, en el caso de la violencia autoinfligida presenta una serie de particularidades que la convierten en una de las más peligrosas.
Las lesiones y otras formas de ataques infligidos sobre el cuerpo de quienes lo sufren pueden proporcionar sensaciones de dolor pero también de satisfacción o placer. Resulta ser complejo comprender las razones por las cuales estas personas comienzan a mostrar estos comportamientos.
Las personas afectadas no tienen limitaciones en cuanto a género o edad, se considera que es uno de los problemas psicológicos más graves y por ello requiere de atención médicas profesional. Se pueden implementar una serie de métodos que pueden ayudar a prevenirlo.
¿Qué es la violencia autoinfligida?
Se define como violencia autoinfligida a un comportamiento caracterizado por acciones intencionales que tienen por finalidad causar Lesiones físicas pero también emocionales. Es decir, las personas que lo llevan a la práctica pueden realizar cualquier tipo de auto flagelación, cortes, golpes, fracturas, mutilaciones y otros tipos de torturas. En los casos más graves se pueden sufrir padecimientos físicos y enfermedades así como también la muerte siendo catalogados como suicidios.
Estarás la tipología de violencia que más dificultades presentará para poder ser estudiado apropiadamente. La complejidad del estado mental de las personas que lo llevan a practicar ha dificultado la posibilidad de identificar cuáles son los tratamientos que mejor se adaptan a esta situación. También resulta ser importante analizar cuáles son los factores que hacen a algunas personas más propensas a padecerlo.
Algunos individuos pueden desarrollar estos comportamientos al ser expuestos a comportamientos suicidas de otras personas. También la posibilidad de acceder a información relacionada con este tema puede influir. Pero también hay que considerar el grado de inestabilidad emocional que presentan algunas personas, en algunos casos se ha podido investigar antecedentes familiares o personales con intentos de suicidio.
De igual forma la utilización de drogas y alcohol en combinación con el padecimiento de ciertas enfermedades mentales como la depresión, todos estos elementos pueden contribuir para padecer de violencia autoinfligida. Finalmente haber experimentado algún evento traumático también se considera como uno de sus antecedentes.
¿Cuáles son sus características?
Este tipo de violencia se caracteriza por mostrar un comportamiento negativo para sí mismo, estos individuos desarrollaron una relación conflictiva con sus propios cuerpos. Las lesiones causadas tienen una naturaleza involuntaria, son repetitivos y ocurren como una forma de respuesta a ciertos eventos a los cuales son sensibles.
Por ejemplo algunas de las causas las encontramos en la depresión, baja autoestima, duelo o algún tipo de carencia afectiva. Diversos elementos pertenecientes al entorno y a la actividad social de la persona pueden contribuir su eventual desarrollo de estos comportamientos. A continuación se mencionan cuáles son los más comunes:
- La principal característica es propinarse a sí mismos golpes, realizar cortaduras, morder, rasguñar y otros diversos tipos de daños corporales.
- Son personas que muestran impulsividad en sus actos. Suelen de escribir que tienen dificultades para detener por sí mismos la continuidad de estos ataques.
- También pueden presentar limitaciones o dificultades en sus destrezas para comunicarse con otras personas. La frustración que estar situación representa puede causar este comportamiento en diversas situaciones, incluso pueden hacerlo públicamente.
- Son individuos que suelen presentar deficiencias en sus habilidades sociales, por consecuencia tienen poco su contacto con otras personas lo cual contribuye al aprendizaje y puesta en práctica de actitudes negativas.
- Los pacientes pueden padecer de ansiedad y estrés. Ambos elementos pueden ser considerados como antecedentes directos para eventuales desarrollo de un comportamiento agresivo.
- Se ha observado que algunos individuos con discapacidades del desarrollo, como es el caso de la discapacidad intelectual; tienen mayor probabilidad de mostrar comportamientos como la autolesión.
- Los trastornos conductuales incluido el suicidio suelen asociarse con la violencia autoinfligida.
- El daño autoinfligido también puede basarse en el auto envenenamiento intencionado. Algunos pacientes pueden recurrir al uso de químicos peligrosos y de otros componentes letales para la salud.
Se pueden aplicar metodologías de tortura como las quemaduras y la asfixia, Producir dolor es una forma de expresar el propio sufrimiento. Algunos pacientes afirman que han utilizado esta comportamiento como una forma de liberarse de sentimientos de rabia, soledad, tristeza, ansiedad o dolor emocional. Incluso algunos trastornos como el trastorno límite de la personalidad o personalidad borderline se relacionan con este tipo de violencia.
¿Cómo se identifica?
Los pacientes no suelen buscar ayuda, por lo cual mantienen en privado la práctica de estas acciones. Sin embargo, eventualmente comienza a ser más fácil de percibir las consecuencias físicas de estos actos. Familiares y amigos cercanos de las víctimas son quienes primero hacen el llamado de alerta.
Existe mayor riesgo para que las personas padezcan de violencia autoinfligida si tienen edades comprendidas entre los 12 hasta los 30 años. La etapa más crítica es durante la adolescencia, sobre todo para aquellos individuos que han sufrido algún tipo de agresión física con anterioridad.
El daño puede hacerse por envenenamiento o por sobredosis, Las consecuencias pueden ser fatales y el riesgo de suicidio aumenta. Es importante realizar evaluaciones médicas periódicas para poder aplicar los tratamientos indicados para estos pacientes.
Sin embargo, el patrón de comportamiento más común presentar una diversa variedad de daños provocados de forma intencional, sin que exista un deseo por morir. Lo más común es realizar cortes sobre la piel, morderse, quemar, del dictar y a otras conductas que tienen por objetivo la satisfacción sexual.
También se puede identificar al observar cambios en el comportamiento habitual de estas personas. Es usual tratar de ocultar los daños físicos con la utilización de ropa de talla más grande, también Son personas que comenzarán a evitar tener contacto físico directo con otras personas, por ejemplo evitarán los abrazos o reuniones sociales donde posiblemente quede en evidencia el deterioro corporal.
También es frecuente observar manchas de sangre en la ropa y también la experimentación de accidentes que no tienen una explicación aparente. Los cortes, hematomas y quemaduras suelen ubicarse en las extremidades, vientre y en las caderas.
Finalmente otros indicios se observan en el comportamiento, algunas señales pueden pasar desapercibidas como es el caso del cambio repentino del humor. Comienzan a observarse señales relacionadas con la baja autoestima y la depresión, al mayor propensión a mostrar impulsividad e irritabilidad. De igual forma estos pacientes prefieren el aislamiento debido a que tratarán de evitar una confrontación si sus heridas son descubiertas.
¿Cómo se detiene?
Una vez que se ha podido identificar con efectividad a una persona que padece de violencia autoinfligida, el primer paso es comunicarse con un profesional de la salud para atender al paciente. Estos individuos requieren del apoyo de familiares y amigos, es importante comprender las razones de este comportamiento.
Debido a que las causas siempre serán diferentes en cada persona, es imprescindible tratar de identificar los antecedentes u origen para poder aplicar el tratamiento indicado. Los profesionales de la salud cumplen con el rol de ayudar a proporcionar métodos y a herramientas para la prevención de este tipo de violencia.
Se debe hablar con los pacientes y realizar preguntas para tratar de identificar cuáles son los factores que han aumentado la probabilidad del desarrollo de este comportamiento. Se aplicarán diferentes herramientas para su evaluación, es posible que se esté padeciendo de depresión, lo cual aumenta el riesgo de suicidio.
También hay que considerar otras causas emocionales y también ambientales. Algunas enfermedades y otros padecimientos médicos pueden ser el origen. Se recomienda realizar intervenciones que aborde no solo las necesidades del paciente, sino también de su familia.
Se debe prestar mayor atención a los comportamientos suicidas y las autolesiones, los pensamientos suicidas pueden contribuir a que se consuma el acto. El exceso de la fuerza física combinada a con el esfuerzo mental son a ambos factores que aumentan el riesgo de sufrir lesiones aún más graves. E igual forma el fácil acceso a instrumentos tales como armas y objetos cortantes debe de ser limitado.
Para el tratamiento de estos casos se suelen realizar intervenciones psicosociales basadas en psicoterapia es específicas. Se trata de terapias cognitivas y conductuales que ayudan para incitar cambios positivos en las actitudes del paciente. De igual forma sirven como un método para comprender los sentimientos y comportamientos, también las intenciones y grado de dificultad para a afrontar ciertos problemas personales.
