La complejidad de los seres humanos queda de manifiesto cuando se trata de reflexionar acerca del aspecto sexual. Es una parte esencial de la conducta y personalidad de las personas, influye notablemente en la salud física y mental. Se expresa y experimenta del distintas maneras, ello se debe a que cada persona desarrollar su propia sexualidad de forma única.
Cuando se habla de sexualidad definiendo aspectos como la orientación y también la propia identidad, se suele hacer referencia a la heterosexualidad y la homosexualidad en sus distintas variantes. Sin embargo, no sólo se trata de la atracción sexual vinculando elementos físicos y emocionales; para vivir plenamente a una vida sexual sana también las personas deben definir quiénes son realmente.
La femineidad y masculinidad son conceptos utilizados para hacer referencia a los aspectos de la sexualidad más resaltantes. Ambos reúnen características y cualidades propias que definen y atraen a las personas. Pero estos no solamente son utilizados para describir las razones por las cuales se puede sentir atracción por otro individuo, también son conceptos que ayudan a definir la propia identidad sexual.
En ocasiones, las personas presentan dificultades para sentir como propias las características anatómicas con las cuales nacieron. Ellos sienten y piensan del acuerdo a las características pertenecientes al género que es contrario a su propio sexo. Para estas personas se les llama transexuales y su condición se tratara mediante distintos tipos de tratamientos que contemplan la realización de procedimientos quirúrgicos, se combinan con terapias y la administración de medicamentos para tratarlos psicológicamente.
¿Qué es la transexualidad?
La transexualidad se define como una condición psicológica en la cual la identidad sexual difiere de la biológica. Se considera que es un tipo de trastorno debido a que describe la incongruencia existente entre la anatomía sexual y la psicología de la persona que se siente ajena a esas características físicas. Usualmente buscan realizar tratamientos quirúrgicos y hormonales que les ayude a realizar importantes cambios en su físico.
Este resulta ser un tema delicado debido a que no sólo debe ser estudiado desde la perspectiva sexual y biológica. Aquí se integran otras visiones con correlaciones neurológicas funcionales, ocurren cambios cerebrales que incluso pueden relacionarse con la segregación de hormonas.
Las personas que se identifican como transexuales describen sentir angustia atribuida a que no identifican la imagen corporal que tienen, esta es una clave importante porque la representación corporal es parte de la identidad de una persona. Cuando existe una incongruencia física con respecto a las sensaciones, pensamientos y patrones mentales que representan signos de feminización o de masculinización; como consecuencia se padece angustia psicológica y social.
Usualmente se procede a realizar tratamientos diversos que en conjunto o ayudan a llevar a cabo un procedimiento denominado como “reasignación del sexo”. Estos cambios físicos sin embargo no representa ser la única solución, la alteración cerebral y la atención médica y psicológica son aspectos que en ocasiones quedan en segundo plano.
Se comienza a reflexionar acerca de la cuestión ética médica. Aún existen prejuicios asociados con las personas transexuales, parte de la comunidad médica manifiesta poseer falta de información con lo cual les limita a proporcionar un tratamiento adecuado. Sin embargo, es posible encontrar personal médico profesional que se especializará en atender a pacientes de este tipo.
¿Cuáles son sus características?
La principal característica de la transexualidad es que las personas que lo padecen manifiestan sentir inconformidad con respecto a las características anatómicas que poseen sus cuerpos. Afirman haber nacido con el sexo biológico equivocado, defienden sentir convicción e identificación con el género opuesto a su sexo biológico.
En tal sentido la sexualidad para las personas transexuales está marcadamente definida. Se diferencia el sexo biológico definido por la genitalidad, con respecto a la identidad sexual integrada por todos los elementos psicológicos expresados en la conducta y en la personalidad.
Aquí es donde se comienzan a manifestar cambios en el modo de vestir y también en cómo se conducen. Se puede observar una clara diferencia entre las características que definen el género al cual pertenecen, estos mismos no se manifiestan como parte de su arreglo personal y tampoco en su comportamiento.
Es importante establecer cuáles son las diferencias existentes entre los términos transexualidad y transgénero. Suelen asociarse por la implicación de no identificarse con el género de nacimiento, sin embargo la transgeneridad hace referencia a la identidad de género que no se corresponde al del cuerpo. Estas personas expresan sentimientos de pertenencia hacia el sexo opuesto.
La transexualidad se enmarca en el contexto biológico, es decir el sexo con el cual se nace y es definido por la genitalidad. Se tiene la firme convicción de que se siente apego a una identidad de género que no se asocia al propio sexo biológico. Estas personas creen firmemente que se encuentran “dentro” de un cuerpo al cual no pertenecen o que nacieron con el género equivocado.
En este caso se suele realizar cambios de sexo por medio de las cirugías y la administración de fármacos que permiten intervenir en la segregación de las hormonas. Se trata de un tratamiento radical, por ello siempre se debe contar con apoyo psicológico para facilitar el proceso de transición.
La transexualidad y el mundo moderno
La relación entre la transexualidad y el resto de la sociedad siempre se ha mantenido en conflicto. Desde épocas pasadas todas las conductas, orientaciones e identidades sexuales que no se ajustan a las características de la heterosexualidad se consideran anormales. Siempre forman parte de los grupos de condiciones señalados como problemas psicológicos, sin embargo eventualmente se comenzaría a adoptar una postura diferente con mayor aceptación social.
Con el avance de la medicina y la realización de nuevas investigaciones aplicando diversas perspectivas, se ha podido lograr importantes cambios positivos concluyendo que la diversidad sexual es parte de la naturaleza humana. Sin embargo, aún hoy en día hay dificultar para diferenciar y comprender lo que significa la orientación sexual y la identidad sexual.
Orientación sexual significa sentir atracción física y emocional por un género en particular. En cambio la identidad sexual hacer referencia a como la persona se percibe a sí misma, en cuanto a sus sentimientos y emociones son compatibles con sus características anatómicas.
Si bien mejora notablemente la calidad de vida de estas personas cuando tienen acceso a todos los recursos necesarios para realizar el cambio de sexo, esto no significa que podrán integrarse a la sociedad fácilmente. Es importante que se garantice la posibilidad de tener acceso al tratamiento psicológico, quirúrgico y hormonal que les permita exteriorizar su identidad sexual.
La transexualidad se asocia con el autoconcepto, las personas valorizan su identidad. Ser hombre o mujer también tiene implicaciones con respecto a ciertos factores de índole social y cultural. En ocasiones la transexualidad es confundida con la disforia de género, esta condición describe la frustración y el malestar que sienten las personas en lo que se refiere a su propio cuerpo. Este fenómeno psicológico de igual forma se relaciona con problemas de la autoestima, ansiedad, trastornos depresivos y de la conducta. La transexualidad no implica necesariamente tener disforia.
Aun se deben hacer importantes avances para concientizar y mejorar el acceso a la educación sexual. La transexualidad no es un trastorno, la identidad y su diversidad no es una patología. La comunidad transexual sigue siendo objeto de una elevada estigmatización, continuamente deben sufrir de desigualdad en sus derechos lo que favorece la transfobia.
En la actualidad la transexualidad sigue siendo considerada como un tipo de trastorno mental, registrándose en el DSM-IV como Trastorno de la Identidad Sexual o la CIE-10. La Organización Mundial de la Salud hasta el año 2018 dejo se considerar a la transexualidad como trastorno mental. En cambio se registra como una incongruencia de género.