La Terapia Gestalt ha aumentado su popularidad en los últimos años debido a que suele ser la mejor opción para tratar graves problemas psicológicos. Es una herramienta que va más allá de conceptos como la psicología y la psiquiatría. Se podría afirmar que es un recurso novedoso, debido a que mantiene una perspectiva más amplia en relación con cómo se debe tratar las condiciones que afectan la mente.
Comprendiendo que existen diversos enfoques psicológicos, algunos pueden ser más efectivos que otros, pero tienen el mismo objetivo: ayudar al paciente. En cualquiera de estos casos, se selecciona y se tratará de disponer de todas las herramientas terapéuticas necesarias. Se busca lograr una autorrealización, junto con una mayor comprensión de los propios actos.
La psicología humanista asume un enfoque que considera al ser humano como un ente que posee necesidades, pero también potencialidades. A es un recurso dispuesto para ser aplicado más allá de la psicología clínica clásica, con ella se encuentran nuevas formas de intervenir. Así es cómo estas sesiones de terapia se enfocan en esfuerzos más concretos, dinámicos y organizados.
En la actualidad suele asociarse a la terapia Gestalt con la idea del desarrollo personal, sin embargo no solo se limita a este ámbito. Su aplicación puede extenderse a cualquier área, estilo o problema de la vida en su totalidad. A continuación se profundiza en relación con este tema.
¿Qué es la Terapia Gestalt?
La terapia Gestalt es un tipo de terapia que se asocia a la rama de la psicología humanista. Se identifica porque se emplea no solo para tratar enfermedades, sino que también ayuda a desarrollar un mayor y mejor potencial. Es decir, implementa la utilización de diversas técnicas las cuales han sido comprobadas para estos fines.
La primera vez que se hizo una mención pública acerca de esta terapia fue a inicios de la década de los años 50 del siglo XX. La publicación lleva por título Gestalt Therapy: Excitement and Growth in the Human Personality, cuyo autor fue el catedrático y psicólogo de la Universidad de Chicago llamado Ralph Hefferline junto con Paul Goodman. El mismo está basado en los fundamentos propuestos por Fritz Perls.
Su principal característica es mantener un enfoque orientado hacia los procesos, restándole importancia a los contenidos. Esto significa que se realizan distintas variedades de técnicas y utilización de herramientas que hacen un mayor énfasis en lo que sucede, siente y piensa el paciente. Por ello es habitual que durante las sesiones se hable acerca del presente evitando hacer mención sobre la historia pasada de la persona.
La génesis de esta terapia también la encontramos en la Teoría de Campo de Kurt Lewin. Dicha teoría expone que el organismo o individuo es inseparable de su entorno, por lo tanto siempre se verá afectado por el mismo. En consecuencia, se obtiene un tratamiento que trata al paciente como un elemento más del problema o situación a enfrentar. No se trata de un elemento aislado, sino que es el resultado de dichos eventos.
Se considera que es una terapia altamente efectiva cuando se trata de ayudar a los pacientes a ser más conscientes de sus acciones y de quienes son. Asimismo, le brindará las herramientas necesarias para poder elegir cualquier opción futura que le permita afrontar nuevas situaciones de una mejor manera. Así se amplía el campo de posibilidades, se promueve una renovada creatividad que se creía perdida.
¿Cuáles son sus principios y fundamentos?
Al igual que sucede con otras tipologías de terapias psicológicas, en este caso se observa que se emplean técnicas y procesos que sin embargo pueden variar. Para cada paciente se diseña un plan de tratamiento particular tomando en consideración cuáles son sus necesidades y los problemas a tratar con prioridad. Desde esta perspectiva hay una mayor aproximación fenomenológica.
Asimismo, suele emplearse el llamado método del “awareness”, se caracteriza por prestar atención a los impactos emocionales y las percepciones del entorno. Estos indicadores son los que permiten comprender de una mejor manera la forma en la que actuamos.
Así el terapeuta dejará a un lado los prejuicios y adoptará una postura más neutral, su única finalidad es la de discernir sobre las respuestas generadas. Los temas tratados durante las sesiones estimularán al paciente de manera que exteriorice cómo se ha ajustado a cada situación y ha aprendido a adaptarse.
Básicamente esta terapia hace énfasis en cómo las personas experimentan mentalmente las situaciones a las cuales se enfrentan. Estos mismos estímulos modificarán su estado emocional y el comportamiento sin que se den cuenta. La finalidad es en la de hacerlos más conscientes de estos factores por lo cual la importancia recae en la forma en la cual se experimenta algo, así adoptan un papel más relevante las sensaciones subjetivas.
¿Cuáles son sus técnicas y procesos?
A continuación se describen cuáles son las técnicas y planteamientos de las cuales se basan las sesiones de terapia Gestalt. Son las siguientes:
Aquí y ahora
Esta terminó hace referencia a la técnica que se enfoca en cómo los seres humanos perciben todo aquello que les acontece y cómo se relacionan con su entorno. De acuerdo a esta perspectiva se asume que todo forma parte de una experiencia unificada, en otras palabras es la idea de que el pasado y el futuro son ambos proyecciones del presente.
Por lo tanto, se trabajará de manera que se analiza con prioridad el presente y se tratará de intervenir en situaciones que acontecen en tiempo real. Posteriormente se realizarán planteamientos en lo que se refiere al futuro, tratando de reconciliarnos con el pasado haciendo una revisión analítica y reflexiva.
Toma de conciencia
Este es un recurso fundamental e imprescindible para esta tipología de terapia. Se trata de tomar nota de todo aquello que no se ha afectado, a partir de los mismos se podrá detectar nuevas experiencias, sensaciones y emociones. En consecuencia el paciente deberá lograr reformular estas experiencias en términos que lo ayuden a la acercarse hacia la autorrealización.
Se guía al paciente para que profundice en cada una de sus experiencias y pensamientos, el reconocimiento de estos factores y de cómo estos han influenciado en nuestras vidas es primordial. Al momento de experimentar estas situaciones aprendemos a enfrentarnos a ellas de manera que seguimos un mismo patrón en el proceso de toma de decisiones. Es probable que se deba realizar cambios, para ello se debe ser honesto lo cual garantiza desarrollar una mejor inteligencia emocional.
La responsabilidad
Durante esta faceta de la terapia el paciente aprenderá a tener más conciencia de sus propios actos. Estará más consciente que experimentar es también asumir consecuencias. Cuando hay una mayor voluntad por asumir y aceptar errores se gana autonomía, se amplía el abanico de opciones en todos los sentidos por lo cual se desarrolla una perspectiva existencial más realista.
Ocasionalmente las personas que suelen ser irresponsables lo hacen debido a que mantienen una perspectiva ilusoria de su realidad. Se podría afirmar que se mantienen en negación, no han tomado conciencia del presente. La necesidad por asumir responsabilidades a largo plazo va a mejorar la convivencia con otras personas, el paciente notará que se siente más libre y capas. El objetivo es valorar cada aspecto de nuestras vidas y dotarlas de un significado.
Efectividad de la Terapia Gestalt
La terapia Gestalt suele emplearse para tratar casos de angustia, crisis personales, problemas de autoestima, ansiedad y miedos generalizados. En estos casos en concreto se ha demostrado que tiene un alto grado de efectividad. Se han realizado diversos estudios que han comprobado lograr avances positivos en los pacientes.
Quizás el mayor logro de esta terapia es concebir al ser humano como un ente cuyas principales dotes son su mente, cuerpo y alma. Todos ellos convergen para crear una persona que posee necesidades pero también potencialidades. Por ello, el objetivo es alcanzar el equilibrio y favorecer el bienestar, por medio de la responsabilidad, la conciencia y el autoconocimiento.
Ha comenzado a ser más popular para tratar trastornos por adicciones, trastornos alimentarios y las fobias por ejemplo. Se considera que es una terapia ampliamente recomendable debido a su efectividad para tratar algunas de las condiciones psicológicas más graves.
Sin embargo, no está exenta de recibir duras críticas; sobre todo en parte por no poseer una unidad de análisis en concreto. Esto significa que algunos expertos la conciben como una terapia experimental que no posee definiciones claras.
Esta forma de intervención para algunos es solamente un intento por lograr acercarse con subjetividad al problema. Garantizar la efectividad de dicha terapia depende en gran parte de la perspectiva presentada por los pacientes. Debido a que sus propuestas no son presentadas a partir de un sistema teórico sistematizado, se dificulta comprender cómo puede ser aplicado en algunos pacientes.