Todas las personas en determinado momento de sus vidas experimentan situaciones que llaman mucho la atención debido a que parecen coincidir con otras. Esta percepción es subjetiva, además depende de múltiples factores tanto internos como externos.
Algunas personas narran experiencias que parecen no tener una explicación lógica y que resultan asombrosas. Estos mismos al ser analizados comienzan a adquirir nuevos significados, lo cual también depende de la autopercepción.
La sincronicidad es un término empleado para referirse a este fenómeno, el mismo puede abordarse desde una perspectiva racional. Usualmente a estos hechos se les asigna un significado que va más allá de los límites de la razón, son comprendidos como cuestiones del azar. Como son hechos extraordinarios incluso pueden clasificarse como invenciones o interpretaciones erróneas de la realidad.
La complejidad de este tema radica precisamente en que se está analizando hechos altamente improbables. Es un fenómeno que ha sido estudiado con rigurosidad desde el punto de vista de la psicología y de la física, que vincula hechos en donde puede haber una relación de causa y efecto. A continuación se estudia a mayor profundidad este tema.
¿Qué es la sincronicidad?
La primera vez que se hizo mención de la palabra sincronicidad fue a principios de la década de los años 50 del siglo XX. Su autor fue Carl Jung, uno de los protagonistas más importantes de la psicología moderna, quien acuñó a este concepto en un intento por explicar algo que hasta ahora no había sido descrito con anterioridad. De hecho etimológicamente esta palabra trata de explicar este fenómeno. Se toma el término griego “συν” que significa “unión” y el término “χρόνος” que significa “tiempo.
Específicamente, la sincronicidad es un fenómeno en el cual dos sucesos ocurren con simultaneidad, estos poseen un vínculo que solo puede explicarse en un sentido causal. También se caracteriza porque estos eventos solo mantienen una coincidencia de breve durabilidad. Inclusive pueden asociarse a dos o más eventos, que también guardaran una relación similar.
Es importante aclarar que estos sucesos no son causantes de otros, o que los mismos sean resultado de estos otros. Simplemente se trata de una relación que depende del contenido, por lo tanto no pueden asociarse considerando otros factores o elementos.
¿Cuáles son sus características?
Esta es una teoría que se fundamenta en el planteamiento de realidades o sucesos que son acausales. Esto significa que son hechos que son concebidos sin que se piense que pueda ocurrir una casualidad. Es decir, no pueden ser sujetos a una evaluación metódica, respaldada por métodos estadísticos o numéricos por ejemplo. Estos mismos sobrepasan los límites de la probabilidad e inclusive de la lógica, este es un fenómeno que debe ser abordado con una visión determinista.
Igualmente es una fenomenología que existe solamente en una relatividad psíquica, dentro de unos parámetros de espacio y tiempo; que solamente quien lo experimenta puede determinar. También es importante hacer mención del factor emocional, este es un aspecto muy significativo porque afecta la percepción que se tenga.
En ocasiones se confunde el término sincronicidad con simultaneidad, ello se debe a que ambos describen secesos que están vinculados por un sentido específico. Sin embargo, la sincronicidad posee el elemento acausal que la simultaneidad no posee. En cambio, es un estado psíquico en el que convergen uno o varios sucesos externos, que tienen un paralelismo subjetivo.
La sincronicidad se fundamenta en la simultaneidad de un evento normal y de otro que es percibido con un criterio crítico. Se creará una imagen inconsciente, directa o indirecta, que puede describirse con alguna de las siguientes palabras: presentimiento o sueño.
Ejemplos prácticos
Quizás uno de los ejemplos que mejor describe a este fenómeno es el horóscopo y el tarot. Algunas personas consideran que se trata de ciencias verídicas, las cuales son respaldadas por metodologías y evidencias, que sin embargo entran en conflicto con otras ciencias. Inclusive se utilizan como un recurso fiable para tomar decisiones tan importantes como la compra de una casa u la elección de un tratamiento médico.
Como es sabido el tarot funciona mediante la utilización de cartas que representan conceptos y símbolos específicos. Cada uno de ellos en conjunto ayudan a crear un discurso, que tratará de aportar información útil para la persona a quien se le realiza este procedimiento. Esta misma persona será la única capaz de percibir o identificar significados relevantes en cada una de las cartas.
Otros ejemplos son aquellos eventos que son aparentemente “fortuitos”, que solamente pueden vivirse una única vez. Sucesos que ocurren en el entorno mostrarán características que podrían encajar con otros que han ocurrido recientemente. Aquí es donde se hace mención del sentido de la intuición, que sin embargo algunas personas prefieren ignorar.
El “deja vu” es otro fenómeno que también puede tomarse como referencia. Básicamente se trata de la “sensación” o “percepción” de que una situación actual ya había sido vivida con anterioridad, coincide con exactitud en cada uno de sus detalles. Es decir, es el mismo lugar, las mismas personas y el contexto, incluso las acciones que están ocurriendo parecen ser muy similares y mostrar una misma secuencia.
Historia de este término
La historia de este concepto comienza aún antes de que Carl Jung lo popularizara. Dentro del mundo de las artes André Bretón fue uno de los representantes del surrealismo más importantes, sus aportes teóricos aún siguen teniendo vigencia. En su momento llegó a declarar que había logrado percibir una influencia inesperada a la cual llamó “hasard objectif”, que se traduce como “azar objetivo”. Ocurre entre una persona y sus deseos, estos elementos se asociarán de una forma determinada con el mundo real y lo que ofrece.
Al momento de estudiar el surrealismo uno de los conceptos fundamentales es el anteriormente descrito. Prácticamente se trata de cómo las coincidencias así como las casualidades poseen una importante carga emocional, por lo tanto o estos eventos tendrán un significado único e invaluable.
Posteriormente, Carl Jung sería el responsable de seleccionar la palabra sincronicidad para referirse a este mismo evento. Sin embargo, aportaría más detalles que permiten comprender de una manera más clara y precisa como es su funcionamiento. Son sucesos que se unen mediante lazos internos y externos, estas conexiones poseen un sentido que solamente quien lo experimenta es capaz de percibir. Esto significa que terceras personas no podrán vivenciarlas.
También hace mención de que estas coincidencias pueden generarse a partir de una atracción no consciente, en todo caso lo más importante es que quien lo vive le concede un valor simbólico añadido. Por ello, es usual que se crea que determinados eventos tienen un origen metafísico, similar a la magia o también a la suerte.
Algunos consideran que la teoría de Jung hace un análisis más exhaustivo desde el punto de vista del psicoanálisis. Sobre todo cuando se trata de los períodos de transición y de transformación, que las personas suelen vivir en cada una de las etapas de sus vidas. Por ejemplo, están los matrimonios, divorcios, cambios de puestos laborales y la eventual muerte de familiares.
Para ser más específicos durante estos eventos ocurre una reestructuración interna, estos cambios suelen estar asociados a momentos de crisis. Estas situaciones propician acciones como la reflexión y la búsqueda de nuevas alternativas u objetivos. Es por ello que es un fenómeno relevante, ya que obliga a las personas a que busquen e identifiquen los patrones y secuencias en los que ocurren ciertas circunstancias externas.
El físico Wolfgang Pauli se considera que es coautor de la teoría de Jung. Sus aportaciones se enfocaron en la influencia de los sueños y de los deseos e inconscientes. Es decir, plantea la posibilidad de que este fenómeno psicológico se ha generado a partir de un acontecimiento exterior distante en el espacio influye en otro posterior.