Por diversas razones se considera que en la actualidad uno de los factores más importantes en la vida de una persona es lograr una salud mental estable. Para la Organización Mundial de la Salud se trata de un aspecto social que por diversas razones se ha visto relegado y poco valorado. Se afirma que al menos más de la mitad de la población mundial presenta dificultades para lograr una sana y continua estabilidad mental.
De acuerdo a esta institución se trata de un estado de bienestar en el cual hay conciencia de las propias capacidades. Esto significa que cada persona entiende hasta qué punto será capaz de afrontar situaciones difíciles de su cotidianidad. Asimismo, hay conciencia de las capacidades para poder ser productivos y poder contribuir en su familia y comunidad.
Es común que las personas enfrenten serias dificultades para lograr este estado de bienestar. El mismo Sigmund Freud consideraba que se asocia con la capacidad para poder trabajar, amar e inclusive jugar. Se trata de una capacidad que se desarrolla continuamente en cada etapa de la vida, interviene en distintos aspectos de la vida personal, logrando un buen desempeño a futuro que depende de lo que se ha aprendido.
¿Qué es la salud mental?
La salud mental se define como la inclusión de todos los elementos que se atribuyen al bienestar emocional, psicológico y también social. Es decir, se trata de todos aquellos aspectos que influyen y ejercen cambios importantes en relación con cómo nos sentimos, pensamos y actuamos en diversos momentos de nuestras vidas.
También puede ser entendido como un estado mental, que dependiendo de su estabilidad nos permitirá enfrentar situaciones de estrés, tomar decisiones e inclusive relacionarnos con otras personas. Generalmente el término o concepto de salud mental puede ser empleado en cualquiera de estos ámbitos anteriormente descritos, pero lo más importante a destacar es su asociación con el estado psicológico.
Cuando se hace mención de alguna enfermedad mental, estamos hablando de enfermedades que vulneran la salud mental. Afectan de manera que se pueden observar cambios drásticos en el comportamiento, cognición y en la conducta del paciente afectado. Algunos de estos problemas son más comunes que otros, las enfermedades mentales pueden aparecer en cualquier etapa de la vida y por ello hay múltiples tratamientos disponibles.
¿Cuáles son sus características?
Distintas perspectivas analizan este mismo tema de distintas maneras, pero principalmente se sobreentiende que es un estado y una capacidad que engloba múltiples elementos. Es decir, se debe tomar en cuenta la autoestima, autonomía, resiliencia, identidad integrada, introspección, tolerancia, valores, mentalización, defensa y la reflexión. Estos son solo algunos ejemplos de las capacidades positivas que intervienen y permiten mantener una buena salud mental.
Otra característica fundamental es cómo se generan pensamientos positivos, los mismos que regulan el pensamiento y el comportamiento. Cuando una persona tiene una buena salud mental suele experimentar cambios mentales que garantizan una menor perturbación y un mejor funcionamiento. En cambio, cuando hay un trastorno mental estos patrones son afectados negativamente causando angustia y alteración en las capacidades y el funcionamiento.
A continuación se describen cuáles son los indicadores más comunes de que se mantiene una buena salud mental. Son los siguientes:
- El paciente posee la capacidad de establecer relaciones personales y familiares estables.
- Es capaz de funcionar en cualquier entorno social, puede comunicarse efectivamente y crear relaciones afectivas,
- El desempeño en actividades laborales y académicas es positivo.
- Son individuos que mantienen un nivel de aprendizaje y de inteligencia que es acorde a su edad. No se presentan deficiencias a nivel cognitivo o conductual.
- Se manifiesta interés y capacidad para poder participar en cualquier actividad que se proponga.
- Cualquier norma cultural o expectativa social son desempeñadas sin dificultad. Hay comprensión en su importancia y en su implementación en sus vidas personales.
¿Cuáles son sus cuidados?
Las personas que poseen una buena salud mental se convierten en individuos que son capaces de enfrentar cualquier tipo de situación estresante en sus vidas. Asimismo, tiene repercusiones en la salud física, la cual es considerablemente mejor debido a que creará un estado mental estable. Por ello es habitual que estos individuos puedan relacionarse con otras personas sanamente y puedan contribuir significativamente a su comunidad.
Por otra parte, se convierten en personas que pueden trabajar productivamente alcanzando todo su potencial. Sin embargo, para que esto pueda ser posible se debe tener en cuenta factores biológicos hereditarios por medio de los genes y también por la química cerebral. Antecedentes familiares asociados con algún tipo de problema de salud mental, también pueden afectar la salud de las nuevas generaciones familiares.
Algunos factores externos asociados con el abuso y los traumas también pueden vulnerar la salud mental. Individuos que llevan un estilo de vida poco saludable que implementa el consumo de sustancias como el alcohol y las drogas ven desmejorado su salud mental y física. La falta de actividad física y el consumo de alimentos nocivos en una dieta poco nutritiva son otros aspectos también a considerar.
En estos casos es importante tomar medidas que ayuden a mejorar todos estos elementos anteriormente mencionados. Para algunas personas les resulta muy útil comenzar a practicar la meditación y las técnicas de relajación por ejemplo, algunas otras encontrarán una solución más factible en la práctica de deportes individuales o en equipo. En cualquiera de estos casos lo importante es que combinan prácticas o técnicas tanto mentales como físicas.
Es importante saber que la salud mental puede cambiar y mejorar mediante la implementación de medidas que se adapten a las necesidades del paciente. En estos casos suele recomendarse la intervención de personal especializado en la salud psicológica y recibir terapia. Esto es especialmente útil en personas que se sienten agotadas y abrumadas por el estrés constante al que están sujetos.
Se debe prestar atención a las señales que indican cuando hay un problema de salud mental. A continuación se describen cuáles son los signos de advertencia más comunes:
- Cambios en los hábitos de sueño y de alimentación.
- Autoaislamiento de la vida familiar y social. El paciente puede dejar de disfrutar o experimentar la misma satisfacción que antes sentía por ciertas actividades de su interés.
- Falta de energía física y poca motivación.
- Sensación de vacío o inclusive sensación de que nada importa.
- Se comienza a experimentar dolores y molestias físicas que no pueden ser explicadas lógicamente.
- Comenzar a utilizar drogas, fumar o beber cuando antes no era un hábito.
- Sensación de confusión, preocupación, miedo, molestia o inclusive problemas para recordar situaciones o información importante.
- Cambios drásticos en el estado de humor que afecta sus relaciones personales.
- Se comienza a experimentar pensamientos invasivos o inclusive recuerdos específicos de situaciones negativas.
- Imposibilidad de realizar tareas cotidianas que anteriormente eran muy comunes como leer, caminar o ir al trabajo.
Usualmente se aplica la terapia conversacional o también la terapia cognitivo conductual. En los casos más graves podría combinarse con la implementación de un plan basado en la medicación lo cual debe hacerse bajo estricta vigilancia médica. Cuando hay un trastorno mental derivado de este problema deberá hablar con un profesional de la salud capacitado para seleccionar cuál es la mejor alternativa.