Uno de los fenómenos psicológicos que mayor importancia tiene al momento de tratar determinados tipos de trastornos o traumas, es el proceso denominado con el nombre de retorno de lo reprimido. Es un proceso complejo que sirve como mecanismo de defensa psíquico adaptativo, tiene influencia directa en la formación de la personalidad.
Es uno de los conceptos básicos que pertenecen a la teoría psicoanalítica. Mediante el estudio de este tema se ha podido realizar análisis exhaustivos desde distintas perspectivas de la psicología. Formalmente la primera vez que se planteó esta teoría fue a partir del descubrimiento realizado por Sigmund Freud, esto ocurra en consecuencia a sus estudios y tratamientos aplicados en pacientes diagnosticados con neurosis e histeria.
Básicamente el retorno de lo reprimido funciona como un proceso de censura u olvido de contenidos integrados por representaciones expresadas como ideas, pensamientos, emociones y recuerdos principalmente. Estos mismos tienen un significado personal muy importante lo cual afecta notablemente al paciente causando incomodidad. Con la finalidad de mantener un estado mental equilibrado y saludable, estos contenidos son almacenados en el inconsciente de manera que sea difícil acceder a los mismos.
El retorno de lo reprimido se pone en manifiesto cuando los pacientes comienzan a experimentar lapsos mentales como el olvido de nombres o detalles particulares. Otros síntomas son fantasías vividas diurnas así como también problemas para pensar coherentemente. Inclusive se observa la aparición de síntomas físicos que tienen un origen psíquico, estos mismos están asociados con el contenido que ha sido reprimido.
¿Qué es el retorno de lo reprimido?
El retorno de lo reprimido es el proceso mental caracterizado por la expulsión de la conciencia de contenidos que se mantienen censurados o bloqueados. Es decir, es un mecanismo que constantemente trata de hacer resurgir recuerdos, ideas o emociones; que por alguna razón se había impedido el acceso a los mismos.
Este es un término usado en psicoanálisis para referirse a este complejo proceso psicológico, la primera vez que se hizo mención y descripción del mismo fue por parte de Sigmund Freud. El retorno de lo reprimido se caracteriza por la exposición de información pero de una manera distorsionada. A esto se le llama formaciones transaccionales, son el resultado de la mediación entre la parte psíquica que reprime dicho contenido con las representaciones que han sido reprimidas.
Esto sucede en el inconsciente y da como resultado que aquello que ha sido reprimido se exteriorice de diversas formas. Por ello es normal que las personas comiencen a padecer de síntomas cambios físicos, sueños, lapsus mentales así como también de fantasías oníricas diurnas.
¿Cuáles son sus características?
Todo aquello que se encuentra reprimido estará permanentemente procurando salir, este es un proceso que se torna permanente y activo dentro del inconsciente. La encapsulación de todo este contenido que es expulsado por la conciencia siendo empujado al inconsciente finalmente no logra ser destruido.
Se observa que en algunos pacientes el proceso de retorno de lo reprimido se experimenta de una forma mucho más intensa. Se podría afirmar que todo aquello que se encuentra reprimido por una mayor cantidad de tiempo, eventualmente causará mayores efectos sobre la salud mental y física del paciente. Esto es especialmente relevante en aquellos casos donde existen antecedentes relacionados con algún tipo de trauma o estrés postraumático.
Una de las consecuencias a las cuales se les debe prestar mayor atención es al proceso de somatización. Es decir, en algunos casos la gravedad de esta condición hace que los pacientes sean más propensos a manifestar síntomas físicos que están directamente relacionados con aquello que ha sido reprimido. El dolor emocional se pone en manifiesto a través de distintos tipos de síntomas, que sin embargo solamente el paciente es capaz de percibir.
Para la mayoría de los psicólogos y psiquiatras el retorno de lo reprimido se convierte en un mecanismo de defensa básico. El “yo” de cada persona tratará de oponerse de forma inconsciente para aquellas sensaciones y contenidos que le incomoda. Este es un complejo sistema psíquico en el cual se suprime y sustrae contenidos de distinta índole con la finalidad de calmar la ansiedad o el malestar que causan. Estos mismos contenidos seguirán afectando notablemente el estado de ánimo y estabilidad mental a no ser que sean censurados.
A estos contenidos se les suele llamar con el término de representaciones, los mismos pueden ser imágenes, sonidos, sensaciones, ideas o deseos que finalmente no pueden ser aceptados. Es posible que por alguna razón se consideren penosos o dolorosos, en últimas instancias estos mismos no se corresponden a los valores o exigencias con los cuales el paciente desea vivir. Este es el caso de la moralidad la cual designa de manera directa que debe ser prohibido.
Entonces no sólo se trata de la represión de representaciones, también se trata de la exclusión de un conjunto de efectos vividos de forma dolorosa conscientemente. Estos acontecimientos o recuerdos seguirán generando el mismo malestar y estarán siempre ligados a estas representaciones que han sido almacenadas en la memoria.
¿Cómo actúa la represión?
La complejidad de este proceso depende en gran parte de cómo influye determinados ideales o moralidades en las elecciones y aspiraciones de las personas. Es decir, algunas exigencias personales y sociales pueden ser el punto de inflexión para el desarrollo eventual de contenidos que permanecerán reprimidos. Este es el caso del desarrollo psicosexual en donde algunos contenidos asociados con deseos incestuosos o agresivos tratarán de ser ocultados y negados.
El proceso mediante el cual se llevará a cabo el retorno de lo reprimido actúa de manera que se separa el “yo” de todas aquellas representaciones que no se ajustan a esta identidad. La finalidad es lograr la adaptación con el entorno y en el ambiente social. Todos los deseos que han sido catalogados como prohibidos moralmente, que podrían ocasionar conductas socialmente cuestionadas, por ello se convierta en una necesidad bloquearlos.
Pero también hay que considerar la existencia de un tipo de represión secundaria en donde todas las representaciones almacenadas en el inconsciente, eventualmente podrán surgir parcialmente hacia la conciencia. Esto ocurre por medio de los sueños, recuerdos, fantasías y pensamientos fallidos o desagradables. En últimas instancias se tratara de ignorar estas manifestaciones.
De acuerdo a lo afirmado en su teoría inicial, Freud describe que el retorno de lo reprimido funciona a partir de tres niveles. El primero de ellos está caracterizado por el esfuerzo constante del consciente para que el contenido reprimido no sea exteriorizado. El segundo paso describe un refuerzo de empuje en el que se trata de suprimir determinadas informaciones mediante un proceso de olvido selectivo.
Finalmente la última etapa consiste en la asociación de representaciones reprimidas con otros contenidos afectivos actuales que también son considerados desagradables. Es decir, estas asociaciones tendrán una clara relación que no puede ser ignorada, además afectará notablemente al paciente debido a que experimenta síntomas físicos así como también pesadillas.
Relación con la represión en psicología
En la actualidad se considera que el retorno de lo reprimido es uno de los conceptos medulares del psicoanálisis. La praxis clínica de esta ciencia depende en gran parte del estudio formal de este proceso, no sólo se sigue realizando aportes teóricos sino también se sigue experimentando mediante distintos tipos de estudios. Comprender que sucede en el inconsciente sigue captando la atención y curiosidad debido a que la mente humana aún no has sido comprendida por completo.
La primera vez que se hizo mención de este término fue en una de las publicaciones sobre psicoanálisis del año 1896 cuya autoría pertenece a Sigmund Freud. De acuerdo a la teoría psicoanalítica es posible encontrara diversos tipos de contenidos alojados en el inconsciente, los cuales son representaciones y pulsiones. Esto significa que no es del todo eficaz oprimir o ignorar determinados aspectos psicológicos.
Freud fue el primero en darse cuenta de que algunas personas son más propensas a desarrollar un mecanismo de auto preservación basada en un mecanismo donde se ocultaba o suprime determinada información. Este mecanismo se pone en manifiesto a través de síntomas neuróticos los cuales señalan el retorno de lo reprimido.
En psicología es importante comprender cómo este proceso se lleva a cabo, aún hay dilema con respecto a la relación entre opresión y represión. Básicamente el retorno de lo reprimido es un mecanismo conflictivo, ya que hay una lucha por retornar ideas y emociones por las mismas vías asociativas empleadas por la opresión.
Desde la primera aportación realizada por Freud, continuamente se han continuado realizando estudios con respecto a este tema. Se tiene especial atención a los síntomas los cuales se ajustan a distintas formas de neurosis y mecanismos tales como la condensación, desplazamiento y también la conversión.