La pasión, junto a la intimidad y el compromiso, constituyen el triángulo del amor. Estos elementos tanto en forma de componente único o en conjunto producen diversas formas de relaciones amorosas: cariñosa (intimidad), amor de compañía (intimidad más compromiso), amor por conveniencia (solo compromiso), amor romántico (pasión más intimidad), pasional (únicamente pasión).
Pareciera entonces que la pasión no es necesariamente un ingrediente esencial en las relaciones de pareja; pero, define al menos dos tipos de amor. A decir verdad existen muchas formas de amar, tantas como individuos, sin olvidar el factor sociocultural que modela los comportamientos afectivos y la relevancia que las parejas le dan a la pasión, el compromiso o la intimidad.
La forma de amar es un asunto muy particular, debido a que el individuo que ama determina cómo siente y manifiesta su afecto a la persona escogida. Los individuos deciden finalmente cómo iniciar y conservar una relación íntima; con base a comportamientos que señalan la clase de amor que define cada persona.
Ante la pregunta de cómo cultivar la pasión en parejas, la literatura especializada habla de un tipo de amor: el amor pasional. El componente erótico es la sustancia de este tipo de amor, cuyo carácter dirige su atención a la excitación sexual de las partes involucradas. Aquí el compromiso se produce más a corto plazo, se fundamenta en el deseo de permanecer al lado de la pareja y de forma más personal. En este instante, el compromiso es duradero, fuerte e intenso.
La pasión en el amor es un comportamiento que pretende demostrar el amor que se siente por la persona escogida que, como se ha visto, es uno de los componentes verificables del amor. Obviamente, el amor es una construcción psicológica por lo que solo puede ser visto o analizado mediante sus manifestaciones.
Para comprender la importancia de la pasión en una relación de pareja debe entonces verse como un componente más y valorar su importancia en un contexto individual (la pareja en sí misma) y en un contexto social y cultural (sin duda, determinante en la valoración que se le dé a la pasión).
En cualquier caso, acá se entenderá como un componente interesante en el amor romántico, en el amor que combina el factor erótico con la amistad o el que mezcla lo lúdico con la sensualidad. A continuación se presentan diez consejos para que la pasión perdure.
La rutina es solo para los faltos de imaginación
Uno de los factores clásicos que van apagando el fuego erótico inicial de las parejas es precisamente la rutina de sus relaciones sexuales. Cuestión que se ve agravada cuando las parejas deciden tener hijos, cuyo proceso de crianza es agotador y abarca mucho tiempo. Con los hijos en casa ya los juegos sexuales espontáneos fuera del dormitorio se extinguen y los comportamientos sexuales se vuelven predecibles y, en muchos casos, se convierten en cuotas mensuales.
Pero, como toda relación implica adaptación y reacomodo a través del tiempo, es importante que conserve su dormitorio como el templo de su intimidad, de tal manera que todo lo que ocurra dentro del mismo quede solo entre usted y su pareja. Nada de permitir que sus hijos pequeños duerman con ustedes. Ese espacio debe resguardarse a toda costa.
Ahora bien, partiendo de que su habitación es solo para usted y su pareja, la rutina en el amor no es nada aconsejable. Sorpréndase cada vez con nuevas experiencias. Existen múltiples formas de que conserve el erotismo en sus relaciones sexuales, siempre bajo una imaginación convenida, para evitar malos entendidos con su pareja.
El espacio debe preservarse a toda costa
Como quedó claro en el anterior punto, lo que nunca debe permitir es que terceras personas tengan acceso a su habitación. Y si tiene la posibilidad de ampliar su espacio físico de intimidad a otras áreas de la casa no dude en hacerlo. Pero el espacio no es físico, también cuenta el espacio temporal, ese que debe ser concertado y respetado. Y, en última instancia, los moteles existen para algo.
Practique ejercicios y manténganse en forma
Hay que desprenderse de la idea de que tanto los hombres como las mujeres después de unirse en noviazgo, matrimonio o alguna forma de vida marital, el físico pasa a un segundo y tercer plano. La obesidad se ha convertido en una pandemia. Las razones fundamentales de esta realidad son los malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario, propio de las grandes ciudades.
La obesidad tiene una consecuencia directa en su libido y en su comportamiento sexual. Para sentirse bien y llevar una vida sexual activa y placentera es esencial el ejercicio diario y conservar un peso ideal.
La obesidad está asociada a varias patologías, como las enfermedades cardiovasculares, que influyen tanto en el hombre como en la mujer en la calidad de la erección del pene y del clítoris, respectivamente, y la sensibilidad de las zonas erógenas. La falta de una buena circulación sanguínea afecta su vida sexual.
Saque las distracciones de su dormitorio
Existe una vieja y jocosa creencia que daba por sentado que la falta de televisión era el motivo principal de la proliferación en el pasado de tantas familias numerosas. Es decir, a falta de otro medio para distraerse, las parejas hacían el amor sin preservativos, cuyo uso ordinario es también una invención moderna.
Más allá de la anécdota resultante, no cabe duda de que una gran pantalla plana en su dormitorio, si no sabe usarla a favor de la imaginación erótica, puede convertirse en una distracción que enfríe cualquier intento seductor. Quién compite con los partidos de fútbol del año.
Es mejor entonces que separe el estudio de recreación de su espacio para el juego erótico, aunque no deje de pensar en la posibilidad de usar la pantalla para el libre y sano estímulo de la pasión. Si le afecta negativamente, la pantalla queda mejor fuera de su dormitorio.
Aliméntese sanamente
Junto al ejercicio diario, debe cuidar qué come diariamente. Pruebe con más hortalizas, legumbres y frutas, más proteínas provenientes del pescado y el pollo. Los productos refinados ricos en azúcares son perjudiciales para su metabolismo, por lo que ingiera solo las porciones adecuadas. Para saciar la sed, tome agua suficiente durante el día. Y no está demás tomar algún suplemento vitamínico cada tres meses, como vitamina C.
Mantenga la mente positiva y joven
No deje que los posibles y a veces inevitables problemas de la vida ordinaria le arruinen su temperamento. La juventud no es solo un tema de edad, se han visto muchos casos de menores de treinta años (incluso personas famosas de los medios del espectáculo) envejecidos por las amarguras y hábitos poco saludables, como el consumo de alcohol, tabaco y drogas alucinógenas.
No lleve los problemas de su trabajo al hogar
Solo si usted lo permite el contexto adverso se mete en su mente. El estrés es importante porque mantiene alerta a las personas; pero, es el estrés continuo que no le deja pensar en las cosas buenas que seguramente ha alcanzado al que debe darle un alto.
La inteligencia emocional le permite racionalmente separar lo trascendente de lo contingente. Y la pasión amorosa que desea conservar pertenece al ámbito de lo trascendente.
Esté abierto a los cambios de residencia
El sedentarismo tiene otra forma de manifestarse. Existen muchas parejas que luego de echar raíces en una dirección de habitación particular, nunca más se mudan a otro lugar. Tener cada cierto tiempo frente a sí nuevos paisajes urbanos, una nueva casa, puede también ser aleccionador para otros renacimientos, incluyendo el componente pasional de su relación.
Use colores atractivos en su dormitorio
Si es imposible lo anterior, al menos cambie la distribución del mobiliario de su habitación una vez al año y use colores claros. El juego con la iluminación de baja intensidad es un factor importante para el vuelo pasional.
Las palabras claves compartir y respetar las diferencias
Nunca dé por descontado que la relación permanecerá igual como antes. Cada día debe dedicarle tiempo de calidad a su pareja y estar abierto a escucharse.