La inteligencia humana ha convocado a no pocos estudiosos en el campo de la psicología y neuropsicología. Su exploración ha definido buena parte de los esfuerzos durante el siglo XX. En tal sentido, han sido valiosos los primeros trabajos de Ch. Spearman, A. Binet y L.L. Thurstone, entre otros.
En 1983, apareció por vez primera la teoría de las Inteligencias Múltiples (IM) de Howard Gardner (título original: Frames of mind: The theory of multiple intelligences, New York, NY: Basic Books, Collins Publisher Inc.). En este artículo se revisará la teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner, considerando su importancia en la comprensión de las facultades integradas del cerebro humano y su repercusión en la educación.
El concepto general de inteligencia humana se refiere a la facultad humana de conocer. Por lo que el conocimiento implica el reconocimiento y comprensión de los fenómenos y de las cosas. Y para conocer es indispensable cierta capacidad de razonar.
La inteligencia en general es entonces la potencialidad psíquica para comprender, retener y aprovechar, de una manera práctica y constructiva, los saberes en circunstancias inéditas.
Dicho lo anterior, la inteligencia como facultad es subjetiva, por un lado, y objetiva, por otro. En los fenómenos del intelecto existe siempre un individuo que conoce y un objeto que es aprehendido; un individuo pensante y un objeto pensado; un pensador y un pensamiento. En este contexto, regularmente la idea de inteligencia ha sido asociada con la capacidad intelectual o de raciocinio.
En función de ello, se han diseñado pruebas de inteligencia, según la edad, para medir el coeficiente intelectual (inteligencia). Por ejemplo, el test de Wechsler-Bellevue que se usa en adultos, está constituido por 11 tipos de pruebas, de las cuales 6 son de comprensión lectora y verbal y 5 de tipo práctico, que implica aspectos representativos, construcción de rompecabezas, vínculos entre números y símbolos, etc.
No obstante, la teoría de Gardner se ocupa de estudiar, clasificar y analizar las diversas facultades que el individuo es capaz de desarrollar a lo largo de su vida, no solo el tipo de inteligencia asociada al raciocinio.
¿Quién es Howard Gardner?
Psicólogo y profesor, Howard Gardner (EEUU, 1943), ha dedicado gran parte de su vida a la investigación en el área de la psicología. Es el director del Proyecto Zero y docente de psicología y ciencias de la educación en la Universidad de Harvard.
Es Doctor en Psicología Social (Psicología del Desarrollo) por la Escuela de Medicina de Harvard y el Centro de Investigación de Afasia de la Universidad de Boston.
El Dr. Gardner ha planteado que la inteligencia no es una facultad innata y estable, que controla todas las aptitudes y talentos de solución de cuestiones propias del individuo.
La inteligencia, según el especialista, está repartida en varias secciones del cerebro. Si bien están conectadas, pueden funcionar de forma aislada, llegando a un desarrollo considerable, en un ambiente propicio.
Hasta 1983, fecha cuando Gardner publica su libro Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples, la inteligencia era considerada solo una capacidad de raciocinio. Gardner refuta esa visión parcial de la inteligencia, apelando a una comprensión de la inteligencia como la suma de un complejo inteligencia.
El libro de Gardner, reeditado y revisado por él a lo largo de los años noventa y dos mil, constituye un aporte a la psicología, propiamente dicha, y especialmente a la psicología de la educación.
Y es que la teoría al principio no recibió la atención e interpretación adecuada del estamento y círculo de psicólogos, a nivel mundial. La aprobación e interés vino del campo educativo, donde surgieron nuevas estrategias pedagógicas e institucionales basadas en las ideas de Gardner.
En el área educativa los aportes de Gardner han revolucionado los sistemas de enseñanza-aprendizaje. El hecho de distinguir cómo cada individuo maneja las inteligencias es fundamental para optimizar una formación por capacidades y competencias intelectivas.
¿Qué son las Inteligencias Múltiples?
La clásica concepción del niño genio que es capaz de resolver problemas matemáticos avanzados con facilidad constituye una perspectiva parcial y reducida de inteligencia. Si bien el coeficiente intelectual puede ser medido por pruebas especializadas, existe una multiplicidad de facultades susceptibles de ser desarrolladas a la par.
En cualquier caso, la inteligencia como capacidad para absorber conocimiento y resolver problemas abstractos es una posición reduccionista. La teoría de Gardner propone una noción de inteligencia que escapa del andamiaje esencialmente racional-cognitivo del cerebro humano.
Para Gardner la inteligencia es una facultad indispensable para solucionar un problema, o para confeccionar productos que tienen relevancia en un medio cultural. A tal efecto, es posible observar dos aspectos de la inteligencia.
Por un lado, la solución de problemas: la mente alcanza una meta resolutiva y para llegar allí elabora una serie de estrategias. Estos problemas pueden ser tan simples como complejos. Por ejemplo, un carpintero puede realizar una mesa adaptada a la necesidad de su cliente y, en otra instancia, un microbiólogo puede hallar la vacuna contra un coronavirus; las estrategias que en ambos casos se plantean para llegar a la solución de los problemas exponen la facultad del intelecto humano.
Por otro lado, la producción de un artefacto cultural: estos artefactos u objetos son relevantes para cada cultura y también van de lo simple a lo complejo. Las manifestaciones de la inteligencia pueden ir desde la creación de una cuchara hasta la construcción de un tren de alta velocidad.
Más recientemente, Gardner reafirma la idea de que la inteligencia es una facultad biológica y psicológica para discernir conocimiento susceptible de activarse en un contexto cultural, con el fin de solucionar cuestiones o inventar cosas relevantes en una cultura.
Dicho lo anterior, la teoría de Gardner plantea que esa potencialidad resolutiva de la inteligencia tiene múltiples aristas o dimensiones. Así plantea las siguientes inteligencias:
- Inteligencia lingüística. Es la inteligencia o facultad particular para manejar el lenguaje en sus diversas modalidades y géneros, propia de ensayistas, poetas, novelistas, etc.
- Inteligencia musical. Se aprecia en el talento para la configuración de melodías, la comprensión del ritmo y la agudeza en el oído musical, propio de los músicos.
- Inteligencia lógico-matemática. Es vista como la capacidad de razonamiento e inferencia para establecer diferencias y semejanzas entre problemas y llegar a la solución de ellos. Es propia de las ciencias fácticas.
- Inteligencia cinestésico-corporal. Es la aptitud particular de la dimensión físico-corporal, la cual implica el control y desarrollo de la habilidad propioceptiva, la mediación entre espacio y cuerpo a través de los sentidos. Puede observarse de manera excelsa en un bailarín o atleta, pero también es una habilidad adaptativa.
- Inteligencia viso-espacial. Es la capacidad para observar los objetos desde múltiples perspectivas. Los sujetos viso-inteligentes (artistas, arquitectos) destacan por sus habilidades para imaginar y ordenar espacios.
- Inteligencia intrapersonal. Por su naturaleza subjetiva no es fácilmente observable, pero distingue al introspectivo, capaz de reconocer sus emociones, fortalezas y debilidades y sacar el mejor provecho de ellas.
- Inteligencia interpersonal. Por su carácter intersubjetivo, es una cualidad humana altamente apreciada por la sociedad. Es la facultad (empática) de poder situarse en el lugar del otro para descubrir sus emociones y pensamientos y actuar en consecuencia.
- Inteligencia naturalista. Es la inteligencia que permite reconocerse como parte de un mundo natural, en el que existen subsistemas, sistemas, especies, géneros, etc. Obviamente, esta inteligencia se relaciona con la capacidad deductiva del cerebro humano.
Sujeta aún a discusión por parte de Gardner, la Inteligencia moral se destacaría como una cualidad intelectual que asegura el resguardo de la vida y la coexistencia humana. La conciencia del bien y del mal es parte de la naturaleza humana y ha sido objeto de reflexión filosófica.
En tal sentido, la inteligencia moral es la capacidad para analizar conforme a lo bondadoso, lo bueno, lo que es humanamente mejor. Se traduce además como la capacidad de conocer que tiende a la acción más justa según la situación, reforzada por la aptitud emocional e interpersonal.
En un punto controversial para sí mismo, Gardner introdujo también la Inteligencia existencial, la cual definió como la facultad del ser humano para colocarse frente al universo y cuestionar el sentido de la vida y de la muerte; la facultad para reflexionar en torno a la existencia de la realidad y de la interioridad psíquica, sobre el amor interpersonal y comunión con la creación artística.
Sin embargo, por la descripción misma que hace de inteligencia, el psicólogo estadounidense prefiere, en cualquier caso, la expresión de inteligencia trascendental. La aclaratoria de Gardner viene a pelo con su concepto de inteligencia, referido a la relación sujeto-objeto.
Las Inteligencias Múltiples y su influencia en la educación
De acuerdo a Gardner, los individuos establecen una relación cognitiva con la realidad o el entorno mediante ocho inteligencias, ya descritas. Así, cada persona desarrolla su propio sistema intelectual; sus competencias variarán según los factores contextuales, biológicos, educativos y culturales.
Es un hecho que los individuos son únicos, es decir, sus formas de aprender varían. Sin embargo, la clásica estructura educativa buscaba uniformizar los procesos de enseñanza-aprendizaje, privilegiando el desarrollo de las inteligencias lingüística y lógico-matemática. Todas las demás formas de conocimiento quedaban fuera de las estructuras curriculares o menospreciadas en actividades optativas o con el excluyente título de actividades extra-cátedras.
La propuesta de Gardner consiste en crear un sistema de enseñanza que instruya a los niños y adolescentes en la interesante tarea de comprender. En efecto, mediante las diversas formas de conocimiento o inteligencias el estudiante tiene la posibilidad de abordar una idea o un tema y explorar sus múltiples dimensiones.
De esta manera, cada estudiante podrá aprender según sus potencialidades, dándosele la oportunidad de reflexionar sobre lo comprendido. Si bien, dice Gardner, la incorporación de las nuevas tecnologías es importante en el desarrollo de las inteligencias, en caso de que su acceso sea limitado, no impide que los estudiantes puedan trabajar con este sistema de enseñanza.
En la práctica, se trata de que los estudiantes desarrollen proyectos de investigación sobre diversos temas teniendo presente su resolución a través de las inteligencias múltiples. El desarrollo de las unidades temáticas por proyectos y conforme a las inteligencias múltiples debe involucrar, en este sentido, a maestros, estudiantes y padres.
En fin, para Gardner el conocimiento es interdisciplinario y tiene su concreción mediante la aplicación de las inteligencias. El afianzamiento de la creatividad en los estudiantes se revela como un valor excepcional de su propuesta formativa. La influencia de su teoría ha dejado una experiencia muy positiva en el campo
educativo.