La noción de hipótesis ha ganado gran relevancia, pues en el método científico tiene bastante importancia en el inicio de toda indagación. Vale decirse que toda hipótesis debe tener características importantes, que hagan válida como hipótesis. Caso contrario, puede ser inválida o dar resultados de investigación equivocados.
Vale decirse que, en el ámbito de la psicología, las hipótesis también suelen usarse con bastante regularidad. Hay que decir que incluso han marcado una forma de pensar: todo problema se afronta teniendo la hipótesis de antemano, es decir, considerando una suerte de su posición respecto al problema abordado.
Concepto
La hipótesis es una explicación supuesta que se fundamenta en algunos hechos a los que sirve de base. Además, partiendo de la información de la que dispone un investigador, es la serie de datos que definen un problema, donde se plantea una explicación sobre la solución a dicho problema.
El Diccionario de la Real Academia Española (rae.es) describe que el término “hipótesis” proviene del griego ὑπόθεσις hypóthesis: “suposición de algo posible o imposible para sacar de ello una consecuencia”.
En el mundo científico, el concepto de hipótesis de trabajo describe tan solo una estructura metódica que carece de todo contenido objetivo. Incluso, los científicos más estrictos, consideran que las hipótesis son fantasías que sólo tienen valor práctico. Vista así, la hipótesis es una artificiosidad de la mente humana, necesaria para sistematizar los conocimientos adquiridos.
En tal sentido, las hipótesis de trabajo son las primeras explicaciones del fenómeno. Son estructuras totalmente provisionales, que pueden aceptarse y descartarse en función de las necesidades que manifiesta la investigación del objeto.
Planteadas estas hipótesis, el investigador procede a verificarlas buscando los fenómenos que las corroboran. Es así como adquiere el estatuto de hipótesis real o científica.
Características de las hipótesis
Las hipótesis poseen una serie de características. No son simples conjeturas o suposiciones al azar. En realidad, hay ciertos criterios para entender los rasgos de hipótesis. A esto se añade que no todas las hipótesis son iguales. En dado caso, veamos a continuación algunas de las características de este concepto:
Generabilidad y especificidad
La hipótesis debe tener un nivel óptimo de generalización, en cuanto va más allá de la explicación presumible de lo particular. Pero, para que sea específica debe facilitar la división de las operaciones y predicciones.
Referencia empírica, comprobabilidad y refutabilidad
Una hipótesis sin referencia en el mundo real constituye solo un juicio de valor, por ello es fundamental que la hipótesis pueda ser comprobable o verificable. La validez entonces de una hipótesis depende de que puede ser sometida a la verificación empírica desde la perspectiva científica.
Ahora bien, en el territorio de la lógica, las hipótesis tienen valor porque salen airosas de toda refutación, sin contradicciones.
Referencia a una teoría
Si bien es factible construir una investigación y formular hipótesis sin estar vinculadas a un marco teórico en forma explícita, esta no lleva a la conformación de nueva ciencia.
Operabilidad
Las hipótesis deben ser operativas; es la única manera de probarlas. Para que ello sea posible es esencial que estén correctamente formuladas, sin imprecisiones, que permita efectuar deducciones, como: una diáfana vinculación entre las variables y lo que implican las mismas; además de la descripción objetiva de los índices que se utilizarán.
Para efectos de la denominada “operabilidad” existen dos niveles en ella, a saber: a) la “ocurrencia”, que surge del conocimiento previo sin la debida justificación y representa un estudio inicial de la investigación teórica; b) la “contrastabilidad”, es la metodología que permite corroborar la hipótesis. El carácter verdadero o falso se determina cuando las hipótesis parten de alguna teoría o ley comprobada, en tal caso se haría una contrastación formal.
Tipos de hipótesis
La tipología es diversa. Se agrupan de manera sintética, aunque para ser honestos no existe una sola categorización de las hipótesis. En dado caso, presentamos a continuación una manera un tanto general de catalogar las:
De acuerdo a su origen
En este caso, se tiene como premisa el modo de pensamiento en el cual son obtenidos las hipótesis. También, el tipo de datos iniciales a partir de los cuales son formuladas estas hipótesis. Veamos la categorización a continuación:
- Hipótesis inductivas. Estas hipótesis surgen de los datos y de la observación, que sirven para producir teorías. Su metodología es ascendente, en el sentido de su lógica de análisis.
- Hipótesis deductivas. Al contrario de las hipótesis inductivas, las deductivas siguen una lógica de arriba a abajo. Partiendo de la teoría, se usan para comprobar las mismas en la práctica. Por su formulación y sentido, buscan un sistema de conocimiento más completo que las inductivas.
- Hipótesis estadística. Parte de una suposición que se establece sobre uno o más parámetros. Se puede enunciar de dos maneras: a) “nula” y b) “alterna”.
La estadística nula es la afirmación de uno o más valores puntuales para medidas poblacionales. Entretanto, la estadística “alterna”, institúyela vinculación entre variables o la discrepancia entre los tratamientos experimentales. La “alterna” constituye la afirmación que el sujeto investigador aspira a convalidar, aunque su verdad no pueda demostrarse. Es decir, la estadística alterna es, valga la redundancia, la alternativa a la estadística nula. En conjunto, conformarían la serie de probabilidades lógicas para las relaciones que estarían bajo análisis.
Está apenas de una manera de entender el concepto de hipótesis. Hay otras maneras de hacerlo, tal y como lo explicamos a continuación.
De acuerdo al número de variables y las descripciones que se hacen de ellas.
En este caso, no importa tanto el origen de la hipótesis. En realidad, lo que resulta relevante no es otra cosa que la manera de usar la hipótesis. Por lo tanto, podemos aseverar que estamos ante un tipo de catalogación muy práctica. Esta manera de ordenar las hipótesis y reconocerlas es bastante efectiva para quienes ya las están usando en una investigación:
- Hipótesis descriptivas (con una sola variable). Representan la presencia o ausencia de algunos fenómenos en la población. Aunque deben ser comprobadas no explican los fenómenos, objetos de análisis. Funcionan para comprobar la existencia o no de un rasgo o cualidad poblacional y revelar nuevas hipótesis que expongan la presencia o no de un fenómeno.
- Hipótesis descriptivas (vinculan dos o más variables en forma asociada o co-variada). El cambio de variable independiente determina un cambio proporcional en la variable dependiente. Formulada bajo la forma “A mayor o menor X… mayor o menor Y”. Esta correlación no significa causalidad, pero es el punto de partida para determinar hipótesis causales. Un ejemplo sería: -a mayor alza en el costo de la vida, menores posibilidades de lograr la confianza del pueblo en sus gobernantes-.
- Hipótesis que vinculan dos o más variables en términos de dependencia. Estas hipótesis permiten exponer y pronosticar procesos sociales. En vinculaciones causales se debe de cumplir lo siguiente: a) la existencia de variación concomitante (co-variación) entre las variables; b) la co-variación no debe el resultado de otros factores o variables; y c) la variable independiente debe suceder antes que la dependiente.
- Hipótesis de la diferencia o de la intervención. La hipótesis intenta determinar las consecuencias de algún tratamiento (uso de vacunas, por ejemplo) con el grupo experimental frente al no tratamiento o no intervención con el grupo de control.
- Hipótesis de la diferencia en la investigación post-facto. El analista intentará observar la diferencia entre grupos con base a una o varias variables que ya posee el sujeto.
- Hipótesis por igualdad. Es la hipótesis que se sustenta en la ley siguiente: si la noción A es igual a otra B, y B es igual a la noción C, entonces la primera noción A, es igual a la tercera noción C.
- Hipótesis por simetría. Son dos hipótesis o premisas, entendidas como juicios universales específicos, simétricas por su mutua implicación. En consecuencia, son equivalente en ambos sentidos: si es A entonces es B; si es B entonces es A; si no es A entonces no es B y viceversa.
- Hipótesis por homología. Son las hipótesis en las que se transporta a la conclusión alguna vinculación ya establecida en hipótesis similares. Son hipótesis que buscan comprobar un proceso paralelo, pero no igual.
- Hipótesis por analogía. Es el tipo más usado para formular hipótesis. Es habitual acudir a las analogías para establecer virtuales sistemas comunes de funcionamiento y elaborar metáforas explicativas. Una hipótesis analógica persigue probar que lo que es verdadero en un conjunto de hechos y procesos, puede ser verdadero en otro, debido a que ambos tienen en común ciertas propiedades.
En su origen, esta hipótesis se fundamenta en un razonamiento matemático, el cual busca comprobar el cuarto término de una proporción cuando se saben los tres términos. Trabajar con analogías fortalece la imaginación racional y permite el avance del conocimiento.
- Hipótesis por enumeración proyectiva lineal. Es el tipo de hipótesis que establece la dirección que regirá el proceso para cada uno de los elementos de una clase definida.
- Hipótesis por reconstrucción complementaria. Son las hipótesis que se construyen con base a documentos, testimonios, cifras, entre otros. Son válidas cuando se desea reconstruir hechos sociales.
- Hipótesis como secuencia cíclica. Son hipótesis basadas en procesos biológicos. Es decir, el proceso social se entiende como un ciclo de vida: nacimiento, desarrollo, auge, declinación y muerte. En un esquema lógico A pasa a B, luego a C, después a D.
Tal y como se puede apreciar, en este caso los tipos de hipótesis son muy variadas. Además, hay algunas que se solapan entre sí. En dado caso, es importante tener en cuenta que la hipótesis es siempre una herramienta. No debe ser una camisa de fuerza para el investigador.
La hipótesis, paso a paso
La construcción de una hipótesis debe hacerse de manera adecuada. Hay que tener cuidado con elaborar hipótesis mal configurada. Una hipótesis que no está bien planteada conlleva un resultado equivocado en toda investigación.
Asimismo, una hipótesis carente de sentido hace que el investigador desvíe su esfuerzo en líneas indagatorias que carecen de sentido. No en vano hay que tener en cuenta que la hipótesis encuentra siempre al principio de toda investigación. Por ende, es algo así como el primer paso, la primera decisión respecto al rumbo del proceso investigativo que se va a llevar a cabo.
¿Cómo se hace de manera correcta una hipótesis? Lo cierto es que una hipótesis correctamente formulada pasa necesariamente por los pasos siguientes:
- Pensamiento inicial. Esta etapa está centrada en la maduración del problema. Al comienzo todo parece difuso y desarticulado; la hipótesis y los objetivos aún deben ser clarificados.
- Plausibilidad. El primer arqueo y revisión de las fuentes sirve para valorar el problema. De eso dependerá si es plausible investigarlo.
- Aceptabilidad. Es la etapa de aceptación de la idea una vez verificada su viabilidad. Aceptada la idea como válida y viable debe convertirse en hipótesis para someterla a la comprobación empírica.
- Operacionalidad de la hipótesis. En su origen, las hipótesis tienen un carácter conceptual. Con el fin de poder trabajar con las mismas se deben hacer operables transformándolas en variables observables, siendo esto último siempre necesario.
De esta manera, se podrá determinar los indicadores a medir y las vinculaciones que se pueden crear en dichos indicadores. Los indicadores deben de ser las manifestaciones que mejor representen las variables del análisis.
Este sistema es útil para recabar o diseñar los instrumentos de acopio de información más convenientes. Para que el proceso sea efectivo, desde el comienzo se debe establecer una vinculación diáfana entre las cuestiones de la indagación, las hipótesis u objetivos, los indicadores de las variables independientes y dependientes.
Hay que indicar que en todo proceso de investigación se necesitan hipótesis de partida. De la misma manera que un detective tiene “sospechas”, un investigador se plantea “hipótesis” que le permiten descartar, demostrar o decir cuestiones interesantes sobre lo que está indagando.