El problema del estrés es muy frecuente en el mundo actual. Por eso, es necesario plantear algunos hábitos para minimizar esta situación. Hay que tener en cuenta que se debe tener conciencia al respecto. Debemos aceptar que vivimos en un mundo donde predomina la ansiedad. Por lo tanto, es necesario combatirla.
El presente texto tiene una finalidad práctica. La intención es mostrar a los lectores una serie de hábitos para controlar esta circunstancia. Sin más que agregar, invitamos a leer los párrafos que presentamos a continuación.
Hábitos para reducir estrés
Los hábitos que se expondrán a continuación son los más difíciles de conservar y, por ello, tienden a ser los más comunes. No obstante, es necesario cultivar estos hábitos. Por ello, hacemos una clasificación de los mismos para que sean más fáciles de entender.
Hábitos en el hogar
No cabe duda que son de los más importantes. Ocurren en el ámbito cotidiano. Si se dominan estos hábitos, se puede tener la certeza de un buen control del estrés. En dado caso, también son relevantes los que se comparten junto con la familia. Hay que recordar que las familias del núcleo partir del cual se inicia la vida social.
- Realizar ejercicios de relajación. No hay que ser un experto en yoga para relajarse y conseguir estabilizar la respiración. Una rutina diaria ayuda a controlar el estrés que produce la faena en el hogar.
- Tomar suficiente agua. El agua ayuda a eliminar las toxinas y a mantener las células sanas.
- No tomar café antes de dormir, solo en la mañana. El café o la cafeína es un estimulante del sistema nervioso, por lo que su consumo debe ser moderado.
- Planear las horas de descanso suficiente, acordes con la edad. Los niños duermen más de ocho horas, pero lo regular en un adulto sano es que la recuperación y reparación de la actividad mental se logra en siete u ocho horas diarias. Tener un sueño reparador es fundamental para las funciones vitales del organismo humano.
- No fumar tabaco. El tabaco altera el ritmo cardíaco y genera condiciones fisiológicas propicias para que se produzca el estrés. Paradójicamente, los fumadores dicen que se relajan fumando; pero ocurre por la misma reacción química adictiva que producen las sustancias que lo contienen. En realidad, es una sensación negativa, que conduce a más consumo.
- Establecer pautas de buen trato. El hábito de hablar antes que gritar evita las tensiones intrafamiliares. El buen trato, si se practica como hábito de vida, favorece la armonía y conserva lazos fuertes entre los hermanos y padres.
- Colocar las cosas que se usan regularmente en un mismo lugar. La rutina es muy útil para evitar preocupaciones de último minuto. Por ejemplo, si usa llaves electrónicas o metálicas debe crear el hábito de dejarlas siempre en un lugar seguro pero fácil de recordar. Así, cada vez que las necesite sabrá dónde encontrarlas.
- La familia debe habituarse a realizar las actividades diarias básicas del hogar de forma organizada y en conjunto, según la jerarquía y edad de los miembros.
- Establecer los horarios de las tareas escolares, en caso de que en la familia haya chicos escolarizados.
Como se puede apreciar, son hábitos que tienden mucho a la planificación. Con una buena planificación se evitan sorpresas inesperadas y se aprovecha mejor el tiempo. Esta es una manera de minimizar los niveles de ansiedad y estrés en el ámbito hogareño.
En el trabajo
También solemos pasar buena parte del tiempo en el mundo laboral. Este último es un detonante del estrés. Para mejorar este ambiente se recomienda:
- Promover el hábito de la buena actitud. Poseer y promover una buena actitud es el comportamiento más adecuado para evitar roces con los compañeros de trabajo.
- Respetar el tiempo de descanso. Por norma, siempre existen periodos de descanso en el trabajo. Es preferible evitar saltarlos.
- Comunicarse y preguntar antes de errar. El hábito de la comunicación asertiva conduce a relaciones interpersonales fuertes y de confianza.
- Ser puntual y ser responsable con las actividades laborales. Habituarse a la puntualidad es más que una costumbre una actitud de respeto hacia el entorno humano.
- Una de las conductas que más ayudan a no caer en el estrés laboral es conservar el orden. Independientemente del cargo que se ocupa, la organización se expresa en la manera cómo se guarda la data en el computador, mediante una clasificación de fácil acceso con respaldo en la nube.
- Un hábito que resulta siempre valioso para evitar sobresaltos y optimizar el uso de la hora de la comida es cocinarla en casa. Incluso, muchos llevan el desayuno. Se ahorra dinero y no hay que perder el tiempo al ir a un restaurante o contratar un servicio de entrega de comida.
- Ser precavido pudiera evitar cualquier situación estresante. El hábito de llevar consigo una muda de ropa y zapatos al trabajo pudiera resultar una precaución interesante. De ser necesario, se contaría con ésta y no se vería en aprietos y situaciones apremiantes.
Con estos simples tips se puede mejorar la condición laboral. Resta decir que el trabajo es un sitio de interacción donde además hay competencia profesional. Esta última es una inevitable fuente de estrés, pero hay que saber manejarla y mirar el lado positivo de la competencia.
Hábitos para reducir ansiedad
La ansiedad mal llevada y no atendida resulta un estado mental patológico que se expresa en síntomas físicos. Los hábitos saludables contribuyen para que la ansiedad desaparezca o disminuya. Algunos de esos hábitos son los siguientes:
En el hogar
Empezamos de nuevo con lo hogareño. Sucede que es necesario empezar todo por el hogar. Es el núcleo de nuestra existencia, por ende, la principal fuente de tranquilidad o estrés que podemos tener. En tal sentido, mantener un ambiente plácido en el hogar es nuestra responsabilidad.
- ¿Cómo evitar el estrés en el hogar? Pues, hay varias maneras de lograrlo y dejamos algunos tips al respecto:
- Evitar el consumo de alcohol y cafeína. Ninguna droga psicoactiva de libre consumo puede ayudar a reducir la ansiedad. En su lugar, habría que adquirir otros hábitos. Por ejemplo, tomar infusiones de hierbas sin aditivos y cafeína. El hábito de tomar infusiones, como la de flores de manzanilla, ayuda a mantenerse hidratado y relaja el sistema nervioso para poder dormir mejor.
- La meditación y el autocontrol de la respiración por media hora diaria. Una rutina fundamental para reducir la ansiedad en cualquier momento de la vida.
- Consumir alimentos ricos en minerales. El potasio, el calcio y el magnesio son fundamentales para conservar una buena salud del sistema nervioso.
- Mezclar las actividades físicas con juegos recreativos. Jugar con los niños y realizar actividades grupales y en solitario siempre serán buenos hábitos.
- Leer literatura (novelas, narrativa, poesía). La mente se expande cuando la lectura es un hábito. Sin duda, las personas tienden a ser más compasivas, amables y se aceptan como son.
- Hoy día se habla de la ansiedad producida por el hábito de estar pendiente de las redes sociales digitales. Este mal hábito debe ser sustituido por otro saludable o restringir a una hora fija del día la visualización de estas redes.
- La rutina bimensual o trimensual de consultar un psicoterapeuta es hoy día una necesidad. No hay que estar enfermo de la mente para consultar a un psicólogo. Incluso podría transformarlo en un hábito saludable.
Acabamos de describir hábitos fáciles de realizar. Que se necesite cierta disciplina de acatarlos. Y es justamente esta disciplina la que cuesta lograr. Sin embargo, existe un detalle: asociamos la palabra disciplina con estrés y ansiedad, como algo que se debe cumplir.
Ocurre que, paradójicamente, es precisamente la disciplina la que nos puede dar tranquilidad. Tenemos que aprender a ver la disciplina como un hábito benevolente, con excelentes resultados y que nos puede dar la serenidad que buscamos.
En el trabajo
Nuevamente, es necesaria una reflexión acerca del mundo laboral. Pasamos bastante tiempo en el sitio de labor, compartiendo con otras personas. Además, lo laboral es un ámbito donde hay presión por cumplir ciertas metas. Esto es algo que, inevitablemente, genera ansiedad.
¿Qué podemos hacer para controlar la ansiedad en el trabajo? En este caso, las recomendaciones son un tanto diferentes a las del hogar. Empero, mostramos una lista sobre este tema a continuación:
- Realizar el trabajo de cada día, sin dejar tareas para el día siguiente. Acumular trabajos no es nunca un buen hábito. Es mejor que las tareas se vayan haciendo según su urgencia e importancia.
- Habituarse a la planificación para evitar sobresaltos. Hay que habituarse a imaginar los diversos escenarios para estar preparado para cualquier cosa.
- Pensar racionalmente con base a hechos y no a suposiciones. Los jefes y personal que tienen por hábito reaccionar con el hígado son malos líderes y subalternos, respectivamente. El hábito de la reflexión debe ser cultivado para evitar problemas interpersonales.
- El protocolo es un hábito según el contexto. Vestir adecuadamente para cada ocasión. En el trabajo se exigen formas de vestir que deben ser respetadas, según el grado de responsabilidad. No hay nada más angustioso y penoso que vestir informalmente en una reunión de negocios donde todos los demás visten formalmente.
- Compartir las responsabilidades y trabajar en equipo como forma de lograr los objetivos a corto, mediano y largo plazo. Es una costumbre o hábito que favorece la eficiencia y el sentido de pertenencia por parte del equipo de trabajo.
- Desarrollar el hábito de la cortesía. Saludar es un hábito que genera sinergia y favorece la integración social. Con base a ello, el saludo no es solo una demostración de cortesía, sino de una básica formación cívica que favorece la armonía del equipo de trabajo y la convivencia laboral. Las caras de póker y el aislamiento social favorecen conductas y consecuencias negativas en cualquier actividad profesional.
- La risoterapia es una herramienta que los terapeutas ponen en práctica en las empresas y organizaciones, a petición de las gerencias respectivas. Es una política que, convertida en hábito, mejora las relaciones interpersonales y el trabajo en equipo.
El trabajo es una responsabilidad. Como tal, debemos entenderlo. Mantener un buen ambiente laboral no es una cuestión de simpatía, sino de la misma responsabilidad. Muchas veces, el error en el ambiente de trabajo es que se confunde lo laboral con lo personal.
A manera de conclusión
No cabe duda que tanto el estrés como la ansiedad tienen un impacto en el mundo contemporáneo. Cuando hablamos de hogar y trabajo, es para dejar en claro que el tema del estrés/ansiedad nos afecta tanto la esfera de lo público como lo privado. Por ende, hay que estar prevenidos para ambas situaciones.