Las fobias comúnmente describen algún tipo de temor que tiene un origen en particular. Se trata de un trastorno psicológico que al menos la mitad de la población mundial desarrolla a partir de la niñez o a mediados de la primera etapa de la edad adulta. Los síntomas suelen ser comunes entre sí, lo cual significa que la fobia condicionada a la persona a reaccionar negativamente al estímulo fóbico.
Hasta los momentos de manera no oficial se cuentan más de 200 diferentes tipos de fobias. Cada uno de ellos se identifica particularmente en el tipo de temor que describe, por lo tanto no todas las personas reaccionarán de igual manera ante el mismo estímulo. En consecuencia, se podría afirmar que las fobias son solamente condiciones que pueden ser identificadas en una pequeña parte de la población.
De acuerdo a las estadísticas anualmente se registran miles de casos de este tipo, en donde algunas de las fobias alcanzan mayores números de registros convirtiéndose en las más comunes. Sin embargo, también hay que tomar en cuenta el resto de las fobias que ocasionalmente se desarrollan en algunos individuos; a este grupo se les denomina como los más raros, y curiosos o poco comunes.
Pero también a este grupo pertenecen aquellas fobias caracterizadas por ser sin dudas las más curiosas. Ello se debe a que el origen del temor parece no representar ser un peligro real. Estos podrían ser considerados como los mejores ejemplos de cómo es el funcionamiento de la fobia y cómo afecta a los pacientes. Estos no pueden ser comprendidos o explicados de una manera lógica, uno de ellos es el que expresa sentir temor por el mismo temor.
¿Qué es la fobofobia?
La fobofobia se define como un tipo de trastorno de ansiedad que también es considerada una de las fobias menos comunes de la actualidad. Se podría afirmar que surge a partir de uno de los miedos irracionales más curiosos, ello se debe a que las personas afectadas con esta condición sienten temor ante la posibilidad de vivir situaciones que les genere miedo y angustia. Es decir, la fobofobia es el miedo al miedo.
Considerando que es normal que las personas sientan temor a situaciones que perciben peligrosas, los seres humanos tienen la capacidad de desarrollar instintos que les permitan sobrevivir a situaciones peligrosas. Por lo tanto, está fobia podría ser descrita como la exacerbación de este mismo instinto, las personas diagnosticadas con esta fobia mantienen siempre una postura de alerta y tratan de evitar cualquier situación que les genere ansiedad.
Estos individuos constantemente analizan de forma racional cualquier situación a la que se enfrentan, eventualmente tratarán de buscar la solución más oportuna. La fobofobia afecta de manera que eventualmente se desarrolla una actitud reacia a personas, acciones, lugares que consideren inseguros o que los puedan afectar emocionalmente.
¿Cuáles son las características de la fobofobia?
La fobofobia se caracteriza principalmente por presentar síntomas propios de un trastorno obsesivo y por ansiedad. Es frecuente que las personas que tengan predisposición a ser sensibles ante el estrés y la ansiedad eventualmente desarrolle en algún tipo de fobia.
Quienes padecen esta condición sufren principalmente de síntomas fisiológicos tales como vértigo, palpitaciones, mareos, pérdida de la concentración, dolor físico, náuseas y otros síntomas asociados con la ansiedad. En los casos más extremos los pacientes podrían experimentar un aumento o descenso considerable de la presión arterial.
Se puede observar de manera clara y precisa un cambio radical en el comportamiento de estas personas. Se debe insistir en cómo la fobia condiciona los pensamientos y la conducta de manera que se manifiestan reacciones excesivas e incontrolables.
Los pacientes que experimentan angustia tan sólo pensar en el temor o el miedo a vivir una experiencia negativa. Esta es una patología que eventualmente aumentar su intensidad al no ser atendido oportunamente. Es frecuente que las personas afectadas experimenten limitaciones en su vida cotidiana, al incrementar la ansiedad también incrementan los síntomas convirtiéndose en un ciclo vicioso obsesivo donde el paciente que se encuentra incapacitado para realizar ciertas actividades.
En algunos casos las personas podrían obsesionarse en observar o prestar mayor atención a lo que sucede en su entorno. La sensación de sufrir algún tipo de accidente o incluso morir son sólo algunos de los pensamientos que constantemente invaden su mente. Incluso el miedo a perder el control hace que las personas se bloqueen y no puedan llevar una vida cotidiana normal. Esta es una condición que evita tener una visión realista y objetiva de la realidad.
El patrón de pensamiento de las personas afectadas se convierte en un círculo vicioso que se retroalimenta constantemente de la ansiedad. En cualquier circunstancia se mantiene la percepción de un peligro latente que podría traer múltiples consecuencias negativas. Estos individuos no pueden llevar una vida normal, evitarán ciertos lugares y contextos en donde podrían sufrir de ataques de pánico.
¿Cuáles son sus causas?
Las causas hasta ahora no han podido ser determinadas formalmente. Se ha podido observar que algunos individuos son más propensos a desarrollar este tipo de trastornos, sin embargo otra parte de la población también pueden eventualmente mostrar signos de esta fobia a causa de algún tipo de trauma. Generalmente se considera que la mayoría de las fobias tienen orígenes desconocidos.
Se han propuesto diversas teorías, cada una de ellas maneja referentes distintos que poseen el mismo grado de validez. Una de las propuestas más conocidas es la de la predisposición genética, ésta consiste en huellas que se encuentran en la memoria emocional que registran experiencias desagradables. Estas mismas permanecen en la memoria y de manera progresiva influyen en el desarrollo de un miedo en particular.
Eventos ocurridos durante la niñez pueden repercutir negativamente durante la etapa adulta. Es importante prestar mayor atención al posible desarrollo de traumas que posteriormente podrían ser más difíciles de tratar. La mayoría de los especialistas propone que las fobias, especialmente las de este tipo más relacionadas con la ansiedad y el miedo mismo; tienen el mismo punto de origen y es el estrés postraumático.
¿Cuál es su tratamiento?
Lo más usual es el empleo de terapias, considerando la amplia variedad de ellas éstas pueden adaptarse a la condición de cada paciente. El psicólogo o psiquiatra es el encargado de determinar cuál es el más adecuado, pero previamente se deberá realizar un examen psicológico que ayude a comprender de una mejor manera la condición del paciente.
La terapia cognitivo conductual es la más recomendada por la mayoría de los especialistas. Se ha demostrado que ayuda a controlar los síntomas de la ansiedad a corto plazo, en cuanto a largo plazo el paciente eventualmente aprender a reconocer e identificar cuáles son los pensamientos automáticos que le impiden tener control de sí mismo.
El enfoque empleado en esta terapia centra su atención en identificar los patrones de pensamiento que condicionan el comportamiento. Estos son los principales responsables de desencadenar el trastorno, por consiguiente es necesario emplear todo a las técnicas y la metodología necesaria para controlarlas.
Los psicoterapeutas están capacitados para emplear técnicas que permiten que los pacientes puedan ir debilitando el vínculo que los mantiene ligados al temor. Por consecuencia, se podría afirmar que la memoria emocional se encuentran recuerdos que son el punto de inicio para a generar reacciones propias de una fobia.
Eventualmente se espera modificar las conductas desadaptadas, este es el caso del tratamiento basado en la exposición directa. De esta manera se logra reducir la ansiedad al asociar los estímulos que son los responsables de inducir cambios en el comportamiento. Se facilita que el paciente aprenda a controlar su ansiedad de forma paulatina.