La prevalencia de los trastornos mentales continúa en alza, esto significa que al menos la mitad de la población mundial padece alguna de estas enfermedades. Estas se caracterizan por alteraciones del pensamiento y de la percepción, también modifican la conducta y las emociones. En consecuencia estos pacientes presentan dificultades para relacionarse con su entorno.
Es habitual escuchar hablar acerca de la depresión, pero este es solo un ejemplo de muchos. Hay una gran cantidad de trastornos entre los cuales los más diagnosticados siguen siendo el trastorno bipolar, esquizofrenia, psicosis y otros trastornos del desarrollo como el autismo.
Las consecuencias no solo repercuten en la salud del propio paciente, también hay graves consecuencias a nivel social y económico. Lamentablemente son pocas las naciones en donde se implementan leyes justas que garanticen los derechos humanos de estos pacientes. En la actualidad siguen existiendo mitos alrededor de estas condiciones médicas, la falta de educación favorece la exclusión y rechazo de los afectados.
¿Qué son las enfermedades mentales?
Las enfermedades mentales también son conocidas como trastornos mentales. Estas son afecciones que tienen repercusiones negativas en los sentimientos, pensamientos y en el estado de ánimo; lo cual influye en el comportamiento. Se considera que al menos un 65% de la población mundial padece algún tipo de enfermedad mental.
Hay distintos tipos, algunas de ellas son consideradas como más graves en comparación a otras. Las que son clasificadas como crónicas suelen afectar la capacidad de relacionarse de los pacientes con el resto del mundo. Sin embargo, hay otras que son ocasionales, estas no afectan la funcionalidad y capacidad de comunicación.
Tipos de enfermedades mentales y ejemplos
Los trastornos de salud mental son una amplia gama de afecciones que pueden modificar drásticamente el pensamiento, ánimo y el comportamiento. Los ejemplos de este tipo más comunes en la actualidad son los trastornos de ansiedad, las adicciones y los trastornos de la alimentación. En común se observa que se manifiestan por signos y síntomas que exteriorizan la incapacidad de funcionar normalmente.
Los pacientes explican que se sienten distintos en comparación a cómo se sienten normalmente, en consecuencia experimentan múltiples problemas para llevar un ritmo de vida funcional y estable. De acuerdo a la opinión de expertos es habitual que las personas experimenten problemas de salud mental de vez en cuando, pero las enfermedades mentales presentan síntomas que se hacen permanentes.
Estas son las enfermedades mentales que presentan mayor cantidad de casos. Son los siguientes:
- Trastornos de ansiedad como el trastorno de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo y las fobias.
- Trastornos del estado de ánimo como la depresión y el trastorno bipolar.
- Trastornos de la alimentación como la anorexia y la bulimia.
- Trastornos psicóticos como la esquizofrenia.
- Trastornos de la personalidad.
- Trastorno de estrés post-traumático.
¿Cuáles son sus síntomas?
Considerando la múltiple diversidad de enfermedades mentales que hasta ahora han podido ser identificadas, se puede notar elementos en común. Es decir, estas afecciones comparten similitudes en sus signos y síntomas. Sin embargo, cada enfermedad o trastorno puede variar dependiendo de las circunstancias y de otros factores.
Generalmente las señales indican cambios en las conductas habituales así como en los patrones del pensamiento. En los casos más graves el estado emocional se encuentra en un desbalance, que influye en el funcionamiento e independencia del paciente.
A continuación se describen cuáles son los síntomas y signos más comunes. En algunos de estos ejemplos podrían no presentarse en algunos pacientes. Son los siguientes:
- El desánimo puede asociarse o confundirse con la tristeza. En ambos casos se observa que el paciente presenta dificultades para integrarse, participar y mostrar interés en actividades que usualmente practicaba en su cotidianidad.
- Se experimentan pensamientos confusos, lo cual a su vez imposibilita la capacidad de concentración.
- Es probable que se experimenten miedos excesivos o preocupaciones que no pueden ser justificadas. A su vez pueden combinarse con sentimientos intensos de culpa.
- Cambios radicales en el estado de ánimo. Los altibajos se vuelven un factor común que afecta sus relaciones personales. El alejamiento de amistades y la eliminación de actividades son solo algunas de las consecuencias.
- Continuamente hay cansancio y falta de energía. También se experimentan problemas para poder conciliar el sueño.
- Los delirios o la desconexión de la realidad se combinan con la paranoia y las alucinaciones. Esto suele ocurrir en los casos más avanzados o graves.
- Incapacidad para afrontar el estrés de la vida diaria. El paciente se muestra ansioso constantemente.
- Dificultades para relacionarse y comprender situaciones que anteriormente no representaban ser un problema. Asimismo enfrentarán problemas para poder relacionarse con las personas.
- Se observan cambios importantes en sus hábitos como en la alimentación, actividades recreacionales, ejercicio físico y en actividades laborales o académicas. Algunos de estos cambios pueden resultar imprevistos o sorpresivos.
- El paciente podría comenzar a consumir en grandes cantidades distintos tipos de drogas y alcohol.
- Cambios drásticos en el comportamiento pueden agravarse con la hostilidad o la violencia. También habrá cambios en el deseo sexual.
También es importante hacer mención de los síntomas que aparecen como problemas físicos. Estas molestias y dolores son generalmente inexplicables. Ejemplos de este tipo son los dolores de cabeza, dolor de espalda y problemas asociados con el sistema gastrointestinal.
¿Cuáles son sus causas?
Actualmente se han identificado múltiples factores que pueden considerarse como causas probables del desarrollo de una enfermedad mental. Cualquiera de ellos puede contribuir o aumentar el riesgo para algunos individuos. A continuación se mencionan cuáles son los más comunes:
- La herencia genética y la historia familiar. Algunos individuos presentan factores hereditarios cuyos familiares pasados ya sufrieron algún tipo de enfermedad.
- Haber sufrido algún tipo de abuso durante la infancia. Experiencias negativas sucedidas durante la primera etapa de la vida contribuyen para que a largo plazo se desarrolle algún tipo de enfermedad mental asociada.
- Factores biológicos tales como los desequilibrios químicos, especialmente aquellos que ocurren y modifican el funcionamiento del órgano cerebral.
- Lesiones y traumatismos que afectan la fisiología del cerebro, las repercusiones son notables debido a que su funcionamiento habitual cambia drásticamente.
- Durante la etapa de desarrollo del feto exponerse a algún virus o producto químico puede afectar el desarrollo psicosomático del bebé.
- A ser un uso indebido del consumo de sustancias como alcohol y drogas. Estos tienen efectos nocivos sobre la salud física y mental.
- Problemas relacionados con las deficiencias en las capacidades para socializar, el aislamiento y la soledad; son solo algunos ejemplos de cómo una vida con poco desarrollo social y afectivo repercute en la salud mental.
Lamentablemente según las estadísticas se observa que a nivel global la mayoría de los pacientes diagnosticados ocupan a más de la mitad de la población. Esto significa que en algún momento de sus vidas cualquier persona puede presentar signos y síntomas relacionados con alguna enfermedad psicológica.
Para realizar un diagnóstico acertado primero se analiza la historia clínica, posteriormente se realiza un examen físico junto con pruebas de laboratorio. Finalmente se pone a prueba al paciente mediante una evaluación psicológica en la que se aplicarán diversas técnicas y herramientas que permitan analizar su estado cognitivo y conductual. Lo más usual es aplicar un test basado en preguntas relacionadas con la conducta, sentimientos y pensamientos.
¿Cuáles son los tratamientos más recomendados?
La elección de un tratamiento siempre va a depender del criterio del médico tratante y del diagnóstico realizado por el mismo. También se toma en cuenta las necesidades del paciente y de los problemas que tengan prioridad. En conjunto tanto el paciente como el médico trabajarán para diseñar un plan de tratamiento personalizado.
Lo más usual es elegir un enfoque cuya principal meta es tratar los síntomas. Ejemplos de este tipo los encontramos en la terapia de conversación o psicoterapia, hay distintas formas en que se puede aplicar y combina diversos recursos y técnicas.
En la mayoría de los casos se seleccionará algún tipo de terapia que probablemente se combine con la administración de ciertos medicamentos. Sin embargo, nunca se debe descartar el apoyo social del entorno y la familia así como educar a personas cercanas a cerca de la afección.
Dependiendo del tipo de enfermedad mental podría ser necesario aplicar un tratamiento más intensivo. Lo importante en estos casos es tomar en cuenta los posibles riesgos o peligros que supone no realizar una hospitalización psiquiátrica a tiempo. En caso de ser necesario en estos lugares se podrá recibir una atención más inmediata.
Las enfermedades mentales no mejoran por sí solas y requieren tratamiento permanente, algunos pacientes pueden requerir de por vida. Cuando no se trata a tiempo los síntomas pueden quebrar con el tiempo e inclusive ocasionar problemas mucho más graves.
Se debe acudir a un especialista cuando se experimentan pensamientos y comportamientos suicidas frecuentes. Cualquier intento por auto flagelarse o infringir algún tipo de daño a otras personas debe considerarse como señal de que el paciente requiere ayuda de emergencia. Presta atención a las señales de advertencia.