En psicología a la desconexión de los pensamientos, las emociones, los recuerdos e incluso de la propia identidad es un trastorno que suele ser referido con el término de disociación. Las personas diagnosticadas con esta condición experimentan distintos grados de disociación, por ejemplo, en los casos más leves las personas describen sentir que la realidad que perciben es comparable a estar observando una película.
Se podría afirmar que esta es una condición que altera la percepción de la realidad, quienes lo padecen se sienten ausentes o que no son parte de lo que sucede. En los casos más severos estos pacientes experimentarán dificultades para identificarse a sí mismos, esto sucede en cuanto a que no pueden reconocer sus cuerpos o sus vidas en términos generales.
La disociación suele ser asociada con distintos tipos de traumas psicológicos y físicos. Usualmente de los síntomas más comunes de la disociación es la desconexión y el distanciamiento de la realidad, estos suele suceder por períodos de tiempo determinados. De igual forma es todos mismos se experimentan con distintos niveles de intensidad, sin embargo lo más importante es considerar como estos interfieren en la vida cotidiana del paciente.
¿Qué es la disociación?
La disociación es un término empleado en psicología para referirse a la desconexión mental asociada a ciertos aspectos de la vida ha de una persona. Es decir, se trata de una acción mental basada en el alejamiento o establecimiento de límites emocionales o afectivos. Esto se hace de manera consciente o inconsciente, en cualquiera de estos escenarios lo más probable es que la persona desee preservar su estabilidad psicológica.
Se podría afirmar que la disociación es una acción que realiza el cerebro humano como un recurso de autoprotección. Las experiencias disociativas se caracterizan por mostrar patrones de desconexión en donde los pensamientos, la memoria así como también un el sentido de identidad propia comienzan a mostrar cambios radicales. Esto es usual en acontecimientos o experiencias que suponen un importante reto para quienes las viven, por ello se hace necesario enfrentar estos mismos hechos sin experimentar ninguna emoción en absoluto.
Algunos expertos podrían utilizar el término de embotamiento emocional para referirse a la disociación. Generalmente se describe que éste es un trastorno de estrés postraumático, pero además es importante hacer mención que de igual forma tendrá una estrecha relación con otros tipos de problemas psicológicos tales como la ansiedad y la depresión.
¿Cuáles son sus características?
La principal característica de la disociación se observa en el comportamiento de la persona que lo padece. Otras personas podrían notar cambios radicales en las actitudes y acciones que normalmente se realizan cotidianamente, esto significa que la persona comenzará a establecer límites o evitar situaciones y personas en particular.
Hay distintas maneras en las cuales el paciente puede desarrollar la disociación, un ejemplo sería quedarse absorto o ausente sin que la persona se dé cuenta de lo que sucede alrededor. También podría suceder que el mismo individuo comience a creer en ideas o pensamientos que no se adecuan a la realidad. Los síntomas hasta ahora no se consideran patológicos, generalmente para referirse a ellos se utiliza el término de abstracción hipnótica.
En los casos más severos y crónicos se observa que el paciente mostrará los síntomas propios del trastorno de identidad disociativa. En este caso se observa que mostrará características de una personalidad múltiple, esto significa que el paciente presenta dificultades para comprender y adoptar actitudes propias.
En otros casos la realidad dejar de ser comprendida completamente, por lo tanto la disociación afecta a la subjetividad, con lo cual repercute directamente en los pensamientos y sentimientos. Los pacientes describen y esta sensación como si “algo” los estuviera controlando, por ejemplo podrían experimentar o un período de tristeza insoportable que será evidente para los demás. De igual forma podrían estar realizando acciones de las cuales no están del todo conscientes.
A continuación se describen las cinco principales características a las cuales hay que prestar atención porque son una clara señal de los procesos de disociación psicológicos. Estos indicadores facilitarán la realización del diagnóstico, son los siguientes:
- Despersonalización es la sensación de sentirse separado o fuera de control con respecto al propio cuerpo. Las personas que experimentan esta sensación describen una profunda alienación corporal y del entorno, incluso no podrían reconocerse a sí mismos frente a un espejo. Esta es una característica de considerable gravedad debido a que los pacientes no podrían reconocer sus facciones físicas, lo cual supone problemas en su identidad.
- Desrealización es la dificultad para percibir o comprender el mundo real. Los pacientes explican que sienten que su entorno es falso, lejano y no es fácil de comprender todo lo que sucede. Describen sentir una especie de barrera que los aleja de esa realidad, casi como si estuvieran viendo una película.
- Amnesia disociativa es la incapacidad para poder recordar información importante de índole personal. Esta es una característica relevante debido a que el paciente podría olvidar no sólo información ordinaria, incluso podrían olvidar rostros con nombres de personas como familiares y amigos. En consecuencia, que tendrá importantes repercusiones como la dificultad de mantener su autonomía; en acciones cotidianas como salir a la calle a caminar.
- Confusión de la identidad y alteración de la identidad se caracteriza por la sensación de confusión y desorientación. La persona a experimentar sensaciones de excitación y emoción positiva con una intensidad nunca antes experimentada, esto sucede durante la realización de cualquier actividad por lo cual eventualmente comienzan a sentirse incómodos.
La alteración de la realidad y de la propia identidad demuestra a cambios en la personalidad que son necesarios de analizar. Estos cambios son observables para los demás, es posible notar distorsiones del tiempo, lugar y de cualquier situación. Un ejemplo podría ser que la persona comience a creer que tiene una edad distinta a la cual realmente tiene, o en cambio considerar que una persona ha fallecido cuando en realidad es un hecho que aún no ha acontecido.
Físicamente se pueden observar cambios sutiles cómo podría ser la alteración del tono de voz, la forma de hablar o las expresiones faciales. Otros factores determinantes pueden observarse en como la persona reacciona a determinadas situaciones y personas. En estos casos el mismo individuo que anteriormente mostraba un comportamiento más tranquilo, contrariamente podría mostrarse más vulnerable o en cambio un repentino estado de hostilidad.
¿Cuáles son sus causas?
Hay distintas hipótesis que los psicólogos han estado estudiando con la finalidad de determinar cuáles son los factores determinantes para el desarrollo de la disociación. En consecuencia, hasta ahora todas estas teorías mantienen el mismo grado de aceptación debido a que en algunos casos permiten encontrar el punto de origen. Cada paciente de experimentar distintas vivencias y de igual forma posee características psicológicas particulares, considerando estos factores es importante tratar de comprender cada caso como algo único.
Una de las teorías más populares afirma que la disociación es un mecanismo de defensa del inconsciente. Estos pacientes sin proponérselo comienzan a poner en marcha esta acción con la finalidad de evitar experimentar dolor emocional. Esta teoría cobra mayor relevancia cuando los pacientes han tenido que enfrentar a algún tipo de conflicto o trauma, de esta manera la disociación ayudará a evitar pensar en ello.
Otra teoría proponer la posibilidad de estar experimentando un estado de alteración psicológico relacionado con otros trastornos. Este es el caso del trastorno de estrés postraumático, la depresión, la ansiedad y al trastorno límite de la personalidad al igual que muchos otros. Lo o que compartan todas estas condiciones mentales es que poseen características propias de los trastornos disociativos. Los pacientes diagnosticados alteran la realidad, su propia conciencia y memoria e incluso la identidad.
Algunas investigaciones han determinado que la disociación tiene su origen en la combinación de factores ambientales y biológicos. Esto significa que algunos individuos tienen mayor propensión por herencia, de esta manera es más probable que desarrollen estos trastornos. De igual manera, distintas formas de trauma crónico vividos durante la primera etapa de desarrollo contribuyen a la disociación.
De igual forma podría considerarse que la disociación que es una acción adaptativa empleada para reducir el dolor emocional. Esta teoría suele asociarse a aquellos individuos que lo siguen utilizando durante la edad adulta, de forma inconsciente de reaccionan de esta manera ante la percepción de algún tipo de peligro. Esta persona se desconecta automáticamente el de estas situaciones cuando es incapaz de protegerse de otras formas.
¿Cuáles son sus consecuencias?
Es importante hacer mención de que los pacientes que experimentan una alteración de su identidad o de la realidad, no son conscientes de la existencia de estos estados disociados. Las personas del entorno son quienes comenzarán a sospechar al observar los síntomas anteriormente de descritos. Se debe prestar especial atención al comportamiento a través de cambios de humor, cambios en el patrón de la conducta y el discurso.
Una de las consecuencias más importantes que deja la disociación a largo plazo son los problemas para manejar las emociones. La alteración de la regulación de las emociones repercute directamente en la vida personal, estos individuos son más vulnerables a situaciones negligentes y abusivas debido a que no poseen habilidades psicológicas para enfrentarlas.
Una de las formas en las cuales se manifiesta estará dificultar es a través de la intrusión repentina de recuerdos traumáticos y otras emociones negativas. Esto hace que la persona sea incapaz de mantener su autonomía, incluso experimentará a desorientación y confusión con respecto a su identidad.
Se debe considerar todos los factores de riesgo asociados a la disociación, estas complicaciones suelen aparecer cuando las personas continúan experimentando algún tipo de abuso emocional. El riesgo de manifestar trastornos disociativos es especialmente relevante en aquellos individuos que desde la etapa a de la infancia tuvieron que vivir maltrato físico, sexual y emocional.
Algunas de las complicaciones más comunes son las mutilaciones y las autolesiones, estos se acompañan de comportamientos y pensamientos suicidas. De igual forma el mismo individuo podría comenzar a abusar de las drogas y del alcohol, en otros casos se acompañará a de trastornos de la alimentación.
En cuanto a las consecuencias psicológicas y físicas se debe hacer mención de la disfunción sexual, ansiedad, depresión, trastorno de la personalidad, estrés postraumático, trastornos del sueño, convulsiones no epilépticas y aturdimiento sólo por mencionar algunas de ellas. En general cuando no se trata a tiempo esta es una condición que tendrá a repercusiones negativas en las relaciones personales, sociales y afectivas del paciente.