La conciencia moral implica claridad de pensamiento respecto a la comprensión del contexto, a favor de la armonía entre los individuos. La conciencia moral aleja al sujeto de los vicios y favorece el bien común. El bien colectivo parte del bien individual, del ejercicio de cualidades como el respeto mutuo, la no violencia, la empatía, etc.
La conciencia moral solo es posible con la existencia del amor propio y hacia los demás. La conciencia moral forma parte de la conciencia social. A continuación analizamos sus características.
Concepto de conciencia moral
Cuando se piensa en conciencia moral regularmente la noción de <voz interior> aparece de inmediato. Es decir, es la voz que le indica al individuo cómo debería actuar, según su ser interior.
Pero esa voz es producto, según el concepto de conciencia, de una reflexión racional. Gracias al raciocinio el sujeto distingue el bien del mal. La conciencia moral es entonces el saber que faculta al ser humano para distinguir las conductas valiosas sobre las que no lo son. La conducta moral puede ser más o menos constructiva.
La reflexión racional de lo moralmente correcto e incorrecto, se extiende también a las intenciones, por lo que antecede al acto mismo y sirve de moderador del comportamiento social.
La conciencia moral es el sentido común del bien y del mal, que involucra una conducta específica. Pero el conocimiento moral, según la perspectiva más aceptada, proviene de las enseñanzas y mandatos de la familia, y de la formación social y cultural que le es propia. El ideario moral surge de las condiciones particulares de la existencia de los individuos.
La conciencia moral se va conformando lentamente durante el proceso de socialización, por lo que las condiciones y cualidades del contexto son fundamentales.
La conciencia moral puede ser resumida con el término <sindéresis>. Sin embargo, habría que insistir en que es la actividad de la psique por la que se manifiesta la honradez, o, y esto es importante, la carencia de la misma. La conciencia moral se verifica entonces en las decisiones, comportamientos u omisiones. Desde la perspectiva social, la conciencia moral expone la relevancia del respeto a otro individuo.
Características de la conciencia moral
Llevar una vida con conciencia moral implica necesariamente la capacidad de distinguir entre la indulgencia o la perversidad, la facultad de enjuiciar moralmente o la de advertir la necesidad categórica que acusa el deber. La conciencia moral busca la realización del bien o, en cualquier caso, evita hacer el mal.
El deber moral se fundamenta en una serie de normas de comportamiento y de principios generales, por lo que uno de los fundamentos de la conciencia moral es la justicia. El juicio moral es la facultad de un ser social con sentido de justicia.
Otro rasgo de la conciencia moral es su carácter reflexivo y censor; los individuos reflexionan acerca de sus propios pensamientos y conductas. Las emociones, como la vergüenza, el remordimiento o la culpa son elementos de la conciencia moral.
La ética social se construye en la psique humana durante las primeras etapas de la vida. La adolescencia es la etapa de quiebre o de solidificación esencial de la moral. Poco importa aquí la formación de habilidades intelectuales o de la inteligencia lógico-matemática, lo relevante es la educación, entendida como la suma de valores sociales y humanos.
En resumen las características de la conciencia moral son las siguientes:
- La conciencia moral implica el autoconocimiento y actúa como un juez, por lo que los sentimientos de vergüenza y remordimiento son comunes. Esa interioridad además facilita sopesar las ideas, las acciones, las costumbres y el estilo de vida. Desde luego, el autoexamen involucra un juicio de valor.
Igualmente, el autoconocimiento moral está vinculado con el entorno; es mediante esas creencias morales que el individuo actúa y juzga las acciones del prójimo.
- La conciencia moral se nutre del conocimiento de otros sobre la moral; la fuente moral proviene de la educación y la cultura.
- La conciencia moral tiene una función esencial en la vida de las personas. Las acciones personales y grupales emanan de la reflexión interior. Por ello, las personas eligen, según un código moral, la conducta a seguir.
El libre albedrío encuentra su límite en la salvaguarda del derecho de los demás. La libertad es una construcción racional para la convivencia social; pero, de ningún modo es absoluta.
El límite de esa libertad lo establecen las leyes y el contrato social, soportado por lo que es moral y éticamente aceptado. Los individuos generalmente moderan sus acciones teniendo en cuenta que estas tienen consecuencias en su entorno, y por las cuales son responsables.
En tal sentido, la conciencia moral sirve al individuo para percatarse de lo que resulta valioso y bueno, tanto en pensamiento como en acción.
Ejemplos de conciencia moral
Estos son algunos ejemplos comunes que demuestran cómo funciona la conciencia moral. Son los siguientes:
- La sinceridad es un valor moral. El acto de decir lo que ocurre, sin inventar nada, es una cualidad necesaria.
- El derecho personal termina donde comienza el de los demás. La conciencia moral se expresa mediante el respeto a la propiedad y los bienes del prójimo.
- El respeto a las personas discapacitadas y la actuación en pro de su bienestar.
- La fidelidad en el amor y la consideración de las emociones de las otras personas que se consideran cercanas, son acciones que demuestran conciencia moral.
- La conciencia moral se deja ver en la modestia al aceptar las propias equivocaciones.
- La síntesis para abordar las relaciones interpersonales.
- Saber disculparse a tiempo por las acciones o palabras que pudieran resultar ofensivas.
- La familia (y el contexto cercano) es el centro del cual emanan los valores morales. Mejores padres, mejores hijos en el futuro. Por ejemplo, la sensibilidad por la niñez abandonada tiene su raíz en la educación familiar.
Conciencia moral, ética y social
La conciencia moral y ética es la cualidad y facultad para juzgar y actuar de acuerdo a valores morales y los principios que protegen y exaltan la vida.
La conciencia ética implica el juicio sobre el deber ser que se expresa en los valores del ejercicio docente, médico, científico, etc. La conciencia moral envuelve un proceso de meditación, reflexión y acción respecto de sí mismo y de los demás, conforme a normas y costumbres.
Es decir, las conductas expresan la conciencia moral y ética individual. Por ejemplo, para el médico, la ética profesional lo impele a realizar un diagnóstico certero de la enfermedad de su paciente, con el fin último de curarlo. Sin embargo, en caso de que la enfermedad de su paciente no tenga cura, su conciencia moral lo llevaría a solidarizarse con el paciente y su familia.
La conciencia moral y ética es consubstancial a la conciencia social. Las personas que participan asiduamente en grupos de apoyo y en causas sociales transforman sus sentimientos de solidaridad hacia el prójimo en hechos concretos.
La sensibilidad y voluntad para hacer el bien a los demás son parte de la conciencia moral. De la misma forma que la razón necesita de conceptos operativos para analizar la estructura de un átomo, la conciencia moral requiere de contenidos, que son los valores asimilados desde temprana edad. Sobre esta base es que el ser humano siente, juzga y actúa.
Desde luego, sin esos contenidos o valores, no existe la conciencia moral. Por ello, su importancia. Es lo mismo que le sucedería a la razón práctica, sin conceptos no habría pensamientos. No habría desarrollo científico.
El motor de la conciencia social y moral son los valores de justicia, empatía y solidaridad. La sensibilidad moral, que también pudiera describirse con el término empatía, es un factor accionante de la conciencia moral; es la que hace posible experimentar el dolor ajeno o valorar las situaciones en las que otros se están viendo afectados.
De aquí, también es justo mencionar que la conciencia moral está inmersa en la conciencia medioambiental, porque el cambio climático y la desertificación están afectando drásticamente a los países más pobres. Desde este punto de vista, la sensibilidad moral es complementaria a la sensibilidad social y medioambiental.