Toca hablar del asunto del compromiso. Sucede que es una cualidad psicológica, la cual está más desarrollada en ciertas personas. Hay que decir que el compromiso también contempla la empatía y la comprensión de las demás personas.
Hacia una conceptualización del compromiso
Con determinación se puede afirmar que una de las cualidades humanas más relevantes es el “compromiso”, que es definido como el vínculo psicológico o la identificación de las personas con sus semejantes, con una organización o actividad, que permite determinadas acciones.
Cuando el compromiso es hacia una entidad (organización social, colectividad, empresa, organización, institución, etc.), se traduce en un estado psicológico particular vinculado a la forma cómo los individuos entienden su mediación con la entidad, generando efectos positivos en la actividad que se lleva a cabo y en el sentido de pertenencia a la misma.
El empresario estadounidense Shearson Lehman definió el compromiso en los siguientes términos:
“es lo que transforma una promesa en realidad, es la palabra que habla con valentía de nuestras intenciones, es la acción que habla más alto que las palabras, es hacerse al tiempo cuando no lo hay, es cumplir con lo prometido cuando las circunstancias se ponen adversas, es el material con el que se forja el carácter para poder cambiar las cosas, es el triunfo diario de la integridad sobre el escepticismo.”
Vemos entonces que el compromiso también implica cierta capacidad de lograr cosas, de no detenerse ante el menor obstáculo. Podemos decir que el compromiso es una manera de plantearse y no quedarse solo en buenas intenciones, sino de hacer todo lo posible por alcanzarla.
Elementos que caracterizan al compromiso con ejemplos
El compromiso posee diversas dimensiones, que se manifiestan de maneras heterogéneas. En dado caso, en la continua interacción entre los seres humanos nos topamos con los siguientes ejemplos de compromiso.
La voluntad decisiva de implicarse en el trabajo
- La vocación y atractivo psicológico hacia la profesión
- La preocupación por las personas y sus intereses. A esta preocupación se le llama “empatía”, que al final se abordará.
El compromiso como cualidad humana es el fundamento de las relaciones significativas. En el ámbito de las relaciones afectivas, es el indicador y el factor determinante no solo de la probabilidad de que una relación dure, sino de la identificación psicológica que se tiene y se siente hacia la pareja. El compromiso representa la orientación y deseo de que la relación persista en el tiempo.
Tan importante es el compromiso en las relaciones afectivas que resulta el elemento que las personas toman para medir subjetivamente el nivel de satisfacción o no de las mismas.
El compromiso, desde la perspectiva de una relación afectiva, se entiende como un proceso de construcción social que conlleva un esfuerzo mutuo, según la idea de interdependencia.
En tal sentido, se distinguen fuerzas volitivas que impulsan una relación de pareja pero que también la inhiben, que sería el cero compromiso. En dado caso, no cabe duda que una relación de pareja es el ejemplo por antonomasia de lo que es un mutuo compromiso.
Lo referente al compromiso de tipo amoroso
En tanto exista una recompensa, una atracción, la energía y voluntad se mueve hacia una persona o hacia una actividad. Cuando es hacia una relación de pareja el compromiso se manifiesta en forma de afecto, compañía, apoyo, comunicación, seguridad emocional y apoyo.
En suma, el compromiso en el ámbito amoroso es algo que tiene una buena cantidad de detalles entre los que podemos mencionar los siguientes:
- La decisión consciente de querer dar comienzo a un proyecto de vida en común con la persona querida
- Es el factor representativo de la probabilidad de que una relación perdure.
Así, el compromiso está vinculado con la estabilidad, y ésta a su vez con la seguridad, confianza y tranquilidad.
En la vida ordinaria regularmente no es suficiente el compromiso entendido como una decisión consciente de conformar un proyecto de vida en común, ya que lo que priva finalmente es el proceso de convivencia expresado en protección, cariño, etc.
La dinámica relacional dependerá de las diversas habilidades personales de sus integrantes, una de ellas, que debería ser desarrollada en coparticipación con el otro (u otros), es el compromiso, junto a la intimidad y la pasión.
El compromiso individual: tal vez, uno de los más importantes
El compromiso puede ser con usted mismo. Un individuo puede comprometerse consigo mismo a llevar a cabo una tarea, unos objetivos y alcanzar una o varias metas. Ésta es, sin duda, una de las disposiciones psicológicas más importantes del ser humano, porque la responsabilidad recae en el individuo, es él quien vela por su cumplimiento.
Sin embargo, el compromiso implica además -al menos- a dos partes. El compromiso lleva al cumplimiento de la actividad o comportamiento empeñado, en caso de que no se cumpla deja de existir. Normalmente éste está supeditado a un tiempo de cumplimiento o a toda una vida, cuando se trata mayormente de compromisos afectivos.
Los compromisos tienen una noción temporal
Los compromisos regularmente son acotados y determinados con antelación para saber si es posible llevarlos a cabo.
Además, los compromisos se producen por libre elección, por voluntad propia. Todos los compromisos se pueden romper; sin embargo, la ruptura de los compromisos laborales y profesionales (o de cualquier tipo), por motivos no justificables, se asocia a rasgos personales negativos, como la irresponsabilidad.
De lo anterior queremos insistir en dos rasgos medulares de los compromisos. Son acotados, si pasado un tiempo no se obtienen los resultados entonces el compromiso se suele abandonar. Igualmente, el compromiso suele cesar una vez se alcanza un objetivo.
Asimismo, un verdadero compromiso es por libre elección. Caso contrario, no se trata de un compromiso sino de una situación forzada. Y cuando algo se hace de esta manera, entonces no es un compromiso, ya que la persona no hace las cosas por deseo sino por coerción.
La noción de compromiso en el ámbito laboral
En el campo laboral, el compromiso y su conservación, es el factor primordial de la proactividad. Y es que el compromiso es también una cualidad que conlleva la toma conciencia de lo relevante que es cumplir con el desarrollo del trabajo en el tiempo acordado para ello.
El compromiso eleva las capacidades para resolver el trabajo encomendado, porque ya se conocen las condiciones de trabajo y las metas que implica. La empresa que perdura y subsiste a las crisis es porque existe un compromiso entre la gerencia de las mismas y sus empleados.
El compromiso implica acción, no solo voluntad
Después de lo anterior, cabe afirmar que el compromiso es una acción. Si el compromiso es una realidad en potencia, entonces es la creación de algo que previamente no existía.
Un verdadero compromiso atañe la acción. Un compromiso sin acción es tan solo un deseo, intención, manifestar algo sin cumplirlo. De hecho, una de las cosas que más molestan entre las personas es que alguien manifieste un compromiso, pero solo lo verbalice sin cumplirlo.
Constituye en sí mismo un acto creativo. La acción de comprometerse es común y siempre está siendo ejecutada por y entre los individuos. Además, la acción del compromiso siempre está relacionada con el futuro, con situaciones, acciones o metas.
A tal efecto, el compromiso anuncia lo que pasará en el futuro que, sin éste, no ocurriría. La voluntad humana puede cambiar o alterar lo que está supeditado a circunstancias de diverso tipo.
Por ejemplo, gracias al compromiso de un equipo de trabajo, liderado por Elon Musk, el ser humano podrá llegar a Marte antes de 2050. Incluso, aunque la fecha está condicionada por factores económicos y tecnológicos, no deja de existir el compromiso con el statu quo.
Otros aspectos acerca del compromiso
Siguiendo con el ejemplo anterior, otro aspecto esencial del compromiso es que sus consecuencias no terminan en lo personal. El compromiso de la exploración espacial comercial a cargo de la empresa SpaceX junto con la NASA, por ejemplo, ha creado expectativas en todo el mundo y, sin duda, tiene un impacto decisivo en las decisiones de muchas personas y en cómo perciben su futuro.
Bajo esta dimensión, el compromiso es un constructo social y a la vez una expresión de las decisiones personales. Por ende, es un punto de contacto entre factores externos e internos. ¡Por eso es tan importantes desde el punto de vista psicológico!
Otro rasgo del compromiso es que es un constructo propio de la acción lingüística. Nace de la interacción social, de la conversación entre personas. Es entonces una acción del lenguaje que hace vislumbrar ciertas condiciones futuras, como posibilidad que, al llevarse a cabo, se convierte en una nueva realidad.
Cuando el ser humano se compromete está trayendo al presente (en una dimensión virtual e imaginaria) las circunstancias futuras del compromiso. La pérdida de la confianza en las personas se debe justamente a que no cumplen sus compromisos; la desconfianza produce rupturas de la interacción social.
Compromiso, afinidad y empatía
En las organizaciones, privadas y públicas, con o sin fines de lucro, en cualquier espacio de interacción social y laboral, de la naturaleza que sea, son cualidades muy apreciadas el compromiso, la afinidad y la empatía.
Cualquier actividad realizada en función de unos objetivos y metas tenderá a alcanzarse, de manera óptima, si nace de un equipo comprometido, afín que y empático. Los equipos de trabajo bien armonizados concentran sus energías y habilidades en pro de una serie de objetivos.
Gracias a la capacidad empática de ciertos individuos, las relaciones interpersonales se hacen más fluidas. Saber colocarse en la situación de los semejantes o dependientes es una poderosa herramienta para la convivencia social y laboral.
Y es que ciertamente, apenas aparece empatía entre dos personas suelen establecerse nexos de compromiso. De aquí viene a otra cuestión importante: e el compromiso muchas veces de talante subjetivo. Es algo que siempre se debe de tener en cuenta.
El verdadero compromiso es el producto de la voluntad propia. Y rara vez se tiene compromiso por aquello con lo que no se tiene empatía. Hay que decir que el compromiso entonces es una manifestación de voluntad, aunque muchas veces las personas no se dan cuenta.
Comprender al otro para poder comprometerse
De hecho, la comprensión del otro tiene su fundamento en esta capacidad intelectiva, que está relacionada con la inteligencia emocional. Las decisiones de los coordinadores y gerentes en una organización, que pudieran resultar incomprendidas al principio, pasan no solo por una buena comunicación, sino también por saberse ubicar en la perspectiva del otro.
En equipos donde el liderazgo promueve el compromiso, la afinidad y la empatía entre sus integrantes, se crea una sinergia interesante que promueve la eficiencia y la creatividad en la solución de problemas.
Y estas cualidades pueden apreciarse en equipos de personas tan diversos, como las compañías de teatro, la producción de una película o de festivales artísticos; pero también en Pymes y corporaciones con fines de lucro.
Justamente está las claves del liderazgo: la capacidad de generar compromiso. Que a su vez está muy relacionado con la empatía. En fin, que todo lo comentado demuestra que se trata de un tema mucho más complejo de lo que parece a primera vista.
El asunto de la capacidad de compromiso
La capacidad de compromiso supone un alto nivel de empatía. Comprometerse en vano, sabiendo que es imposible lograr la meta empeñada, envuelve una escasa o nula empatía.
Como se dijo antes, las consecuencias del compromiso no terminan en lo personal; su incumplimiento puede ser, dependiendo de sus dimensiones e implicaciones, muy negativo para un equipo de trabajo, para la sociedad e incluso para la humanidad.
Sería suficiente con mencionar los compromisos que asumen los “líderes” nacionales y la posterior frustración de los ciudadanos al constatar el incumplimiento de la palabra empeñada. Nuevamente vemos aquí otra de las claves del acento del compromiso: cuando un compromiso no se cumple, y malestar y se rompe la empatía inicialmente manifestada.