En psicología todas las experiencias o vivencias individuales que en conjunto definen ideas, emociones, fenómenos y procesos mentales que moldean la personalidad de una manera determinada; suele designarse con el término de complejo. Se trata de una condición que pone en manifiesto cierta disconformidad con aspectos físicos y psíquicos que tratan de ser compensados de una forma u otra.
Un complejo también exterioriza elementos con los cuales una persona no se siente a gusto de sí misma. Pero también en otros casos se observa que se desarrollan comportamientos e ideas que magnifican cualidades que son solo percibidas por estas personas. Se experimenta y percibe de forma subjetiva sentimientos y sensaciones los cuales integran estos complejos psíquicos.
Este conjunto de diversos elementos influirán en el pensamiento y en el aprendizaje, se convierten en aspectos fundamentales para estos procesos. Pero incluso el desarrollo de un complejo dependerá de aspectos inconscientes que no son compatibles con la situación o actitud consciente.
Esta es una condición mental que puede suprimir o eliminar aspectos de la propia conciencia la cual estará sometida a estas disposiciones. Un complejo se convierte en la personificación de sueños o aspiraciones, pero posee un conflicto moral que es derivado de la imposibilidad de hacer realidad la totalidad de la esencia de una persona.
¿Qué es un complejo en psicología?
Sigmund Freud consideraba que los complejos eran básicamente una representación de una conducta o comportamiento, estos son moldeados de acuerdo a influencias externas recibidas desde la etapa de la niñez. En cambio para Gustav Jung un complejo es el conjunto de ideas que poseen una fuerte carga emocional, estos mismos tendrán una influencia directa durante el desarrollo de la personalidad en distintas etapas de la vida de una persona.
Etimológicamente la palabra complejo tiene su origen en el término latino “complexus”, esta se utilizaba para referirse al conjunto o a la unión de diversos elementos. Eventualmente este vocablo contribuiría en la creación de la palabra que actualmente se utiliza en el idioma español, su concepción actual se emplea para definir a un conjunto de elementos o temas afines entre sí.
En psicología la palabra complejos se utiliza para referirse al conjunto de emociones e ideas que están asociadas a determinadas experiencias censuradas. Es decir, un complejo define a las emociones y pensamientos reprimidos, estos mismos perturban el pensamiento y el comportamiento influyendo negativamente sobre la personalidad. Estos elementos que se encuentran en el inconsciente afectando a notablemente rendimiento y forma de proceder de la persona afectada.
Otra manera de entender cómo funciona un complejo psicológico es teniendo en cuenta como las vivencias o experiencias individuales influyen en el desarrollo de determinados comportamientos. La integración de estos factores contribuyen a la creación de enfoques analíticos y dinámicos, que serán proyectados en enfoques conductuales.
¿Cuáles son sus características?
Un complejo puede ser analizado desde diversos puntos de vista. En el caso de la psicología cognitiva se considera que un complejo siempre estará asociado a cogniciones, ideas o huellas de procesos miméticos; que están estructurados de acuerdo a procesos como el del pensamiento y el aprendizaje. En cambio, para la psicología clásica tiene mayor relevancia la memoria, mientras que para la psicología de Gestalt son las ideas.
También se toma en cuenta lo propuesto por la psicología analítica la cual es más amplia. En este caso se observa que un complejo es comprendido como un conjunto estructurado por impulsos y representaciones parciales e inconscientes. Esto significa que los complejos pueden eventualmente desarrollarse como un tipo de trastorno en caso de no lograr superarse.
Considerando que un complejo se presentará en cada persona de una manera distinta, por lo tanto hay una múltiple cantidad de características que definen a cada uno de los tipos de complejos que hasta ahora han sido identificados. Sin embargo, un factor en común entre está amplia tipología radica en la formación del autoconcepto. Es decir, las personas se forman ideas acerca de ellas mismas que repercutirán directamente en su vida personal y en el proceder en su vida social.
Determinadas cualidades son asignadas por sí mismos, lo cual eventualmente también definirá su personalidad. Elementos físicos y mentales tendrán una gran influencia al momento de tomar decisiones y realizar determinadas acciones. Pero estos mismos son solamente percibidos por ellos mismos, este es el caso del complejo narciso el cual se caracteriza por magnificar algunos rasgos personales; lo cual contribuye a una notable en la autoestima.
Otra característica propia de los complejos de forma generalizada es como estos alteran la conciencia, es decir que se observa una ruptura en esta unidad dificultando la voluntad y la memoria. Un complejo es un factor psíquico que reduce y controla facultades como el pensamiento y la libertad, es posible que el paciente a causa de estos factores comience a llevar a cabo determinados actos obsesivos relacionados directamente con el complejo que padece.
Generalmente los complejos poseen un carácter instintivo, las personas comienzan a generar sin darse cuenta algunas reacciones espontáneas que responden a determinadas personas y situaciones. Comprendiendo que algunos complejos tienen su origen en traumas, por el condicionamiento cultural y algunas interacciones o experiencias previas. Pero también se debe tomar en cuenta aquellos aspectos innatos de la persona.
Ejemplos de complejo
Los ejemplos más reconocidos son los complejos de Edipo y de Electra. Ambos se caracterizan por comenzar a manifestarse desde temprana edad, los niños durante esta etapa muestran rechazo inconsciente hacia su progenitor del mismo género. Es decir, el niño rechazará a su Padre y la niña rechazará a su Madre.
En cambio, desarrollarán atracción afectiva y un trato preferencial hacia el otro progenitor, con claras señales de mayor cariño y una mejor comunicación. Otro aspecto destacable de estos complejos es la actitud posesiva con respecto al progenitor al cual se tiene preferencia. Los niños no sólo reclamarán la continua atención, también tratarán de protegerlos e incluso mostrarán celos cuando son ignorados.
También existe el complejo de inferioridad el cual se caracteriza por mostrar poca aceptación por sí mismo. Suele asociarse con vivencias infantiles negativas con respecto al abandono o rechazo de los progenitores. En cambio, El complejo de superioridad surge como una reacción para compensar el complejo de inferioridad, se podría afirmar que es un medio utilizado para lidiar con la falta de confianza y dificultad para relacionarse con otras personas.
El complejo de Caín suele presentarse en niños que comienzan a sentirse desplazados por sus hermanos, por ello tratarán de captar el afecto y la atención por cualquier medio. El complejo de Peter Pan se presenta en personas cuyo grado de madurez no corresponde con su edad biológica, se trataba de adultos que poseen actitudes infantiles e incluso suelen evadir ciertas responsabilidades a las cuales eventualmente deberán enfrentarse.
¿Cuál es su importancia?
El concepto de complejo es importante para el psicoanálisis debido a que permite hacer referencia al conjunto de ideas, emociones, deseos y pensamientos inconscientes; los cuales influyen en la personalidad y proceder de las personas. Estos mismos son percibidos como perturbadores y están asociados aspectos mentales que han sido reprimidos o desplazados, entonces estos tratarán de retornar de diversas formas convirtiéndose eventualmente en complejos psíquicamente activos.
Los complejos están integrados por recuerdos qué tienen una gran intensidad emocional y por representaciones inconscientes del plano afectivo. Debido a que generalmente los complejos comienzan a desarrollarse desde la etapa de la infancia, estos se convierten en una parte fundamental para la estructuración mental y de vínculos con otras personas y el entorno.
La palabra complejo se ha convertido en un instrumento indispensable que ayuda a sintetizar de forma descriptiva los hechos psicológicos anteriormente mencionados. Es una de las formaciones conceptuales más precisas, se relaciona directamente con otros fenómenos como el del retorno de lo reprimido e incluso con las fobias.
Pero quizás posee mayor importancia como entidad conceptual clave para la psicología analítica y la psicología de los complejos. En este caso se observa que se ha convertido en un concepto mucho más amplio y con mayor desarrollo, algunos expertos consideran que aquí tiene una explicación más específica. Un complejo es el conjunto de conceptos e imágenes que tienen una fuerte carga emocional, estos influyen en la personalidad y autonomía.
