En psicología el término de complejo se utiliza para referirse a aquellas condiciones mentales que se caracterizan por un conjunto de sentimientos inconscientes. Éstos dependen en gran parte de experiencias previas ocurridas durante la infancia o la primera etapa de la edad adulta. Estos mismos aspectos condicionan la personalidad del individuo de manera que se modifica el comportamiento e inclusive la mentalidad.
La primera vez que se hizo mención sobre trastornos de este tipo fue a mediados del siglo pasado, el famoso psicólogo Carl Jung difundió información sobre sus investigaciones en relación con el análisis freudiano. Propone que algunos individuos son más propensos a desarrollar este tipo de trastorno debido a que son altamente sensibles al entorno y tienen un déficit en el manejo emocional.
Eventualmente este sería un concepto que ganaría mayor cantidad de adeptos dentro del mundo de la psicología moderna. Posteriormente se crearía una amplia lista donde se toma en cuenta distintos tipos de complejos, hasta ahora han sido identificando varios de ellos aunque quedan algunos por confirmar. Estos mismos han sido nombrados tomando como referente a personajes históricos, la mitología, obras literarias e inclusive referencias bíblicas.
Cada tipo de complejo ha sido identificado tomando en cuenta cuáles son las características particulares que propician el cambio en la personalidad del paciente. Esto significa que cada uno de ellos posee similitudes pero también diferencias. A continuación analizamos uno de ellos cuál lleva por nombre el complejo de Brunilda.
¿Qué es el complejo de Brunilda?
El complejo de Brunilda es una psicopatología que se caracteriza por la obsesión en lograr que la pareja sentimental adopte las características de un “superhéroe”. Al igual que ocurre en otras tipologías de complejos, en este caso se observa una necesidad exacerbada en lograr cambiar aspectos que de alguna forma son molestos.
En este caso se trata de una condición que usualmente se desarrolla en mujeres, las mismas encuentran cualidades poco atractivas en sus parejas; por lo cual deciden enfocarse en lograr cambiarlos. Sin embargo, este complejo puede desarrollarse de una manera distinta, en otro caso es posible que se idealice a la pareja, creyendo que en realidad posee las capacidades de un “héroe”.
Otra particularidad de esta condición radica en que quien la padece puede transformarse en el “villano”. Es decir, su obsesión es tan intensa que realizará cualquier tipo de acción o decisión con tal de lograr su objetivo, aunque eso implique dañar a terceros. En consecuencia, se podría asumir que es un complejo que se basa en la necesidad de lograr ajustar a las propias fantasías o ideales a las personas que precisamente no pueden encajar en ellas.
¿Cuál es el origen del nombre?
El origen del nombre de este complejo lo encontramos en la mitología nórdica. Específicamente hace referencia a Brunilda quien fue una valquiria, es decir un grupo de semidiosas las cuales eran vírgenes y se caracterizaban por poseer una fuerza física excepcional. Se reconocían por sus armaduras de coraza dura y por estar armadas por escudos y yelmo.
Brunilda tenía un nexo cercano con Odín el Dios de la guerra de esta mitología. También tiene conexión cercana a los héroes que han muerto en batalla, tienen la capacidad de mantener comunicación tanto con el mundo de los vivos como también con el de los muertos. Precisamente el nombre valquiria puede traducirse como “personas que eligen a los caídos”.
Ella al igual que las otras diosas se reconoce por su belleza física, fuerza e inteligencia. Pero también poseen un carácter fuerte, valiente e inclusive terrorífico cuando se trata de ir a la guerra. Es usual que se relatan historias donde participan en luchas bajo las órdenes de Odín, se cuenta múltiples victorias gracias a la participación de ellas.
Brunilda fue de una de las excepciones al desobedecer las órdenes del Dios de la guerra, lo hizo al matar a uno de los guerreros sin su consentimiento. Por ello es desterrada e inducida a un profundo sueño en donde ella misma crea una realidad paralela donde se encuentra habitando un castillo en llamas. El mismo está custodiado por un dragón y solamente puede ser salvada cuando un hombre heroico pueda acceder a la fortaleza.
Sigfrido puede otro importante héroe de guerra dentro de la mitología germánica. De acuerdo a los relatos mitológicos él fue el encargado de rescatar a Brunilda, utilizando una capa la mágica de invisibilidad y un anillo que le proporcionaba el poder de adaptar su cuerpo a cualquier forma que desee.
Debido a que las valquirias sólo están dispuestas a casarse con el hombre que logre vencer cualquier tipo de problema o prueba física, él es el elegido para unirse en matrimonio con Brunilda. Sin embargo, al besarla utiliza el poder del anillo para transformarse en el guerrero Gunter; por lo cual ella al despertar solo lo ve a él creyendo que es el indicado. Posteriormente ella descúbrela verdad y se siente humillada. Recurre a la ayuda de Odín para conferir el castigo de la muerte a Sigfrido.
La comparación que existe entre este relato mitológico y el complejo psicológico radica en el comportamiento que se describen en ambos casos. Se trata de personas que en un principio confieren cualidades positivas en personas que creen que pueden salvarlas o protegerlas. Sin embargo, posteriormente una vez que se dan cuenta de cuál es la realidad, deciden atacar o dañar a estas mismas personas; creyendo que han sido engañadas.
¿Cuáles son sus características?
La principal característica del complejo de Brunilda que es el deseo inconsciente de un enamoramiento basado en el ensalzamiento de cualidades positivas que realmente son inexistentes. Es decir, las personas que lo padecen consideran que su pareja sentimental posee extraordinarias capacidades que pueden ser similares a las de un “superhéroe” o de un “superhombre”.
Usualmente se hace mención de que es un trastorno que solamente se desarrolla en mujeres, si bien es cierto que la incidencia es más alta en pacientes del género femenino; los hombres no son una excepción. Cualquier persona es propensa a desarrollarlo una vez que identifican en su pareja la persona ideal para protegerlas y cuidarlas.
La consecuencia de ello es volcarse por completo en la relación, inclusive de forma desmedida tratarán de mostrar un cariño obsesivo e inclusive celoso. El problema surge una vez que se dan cuenta de cuáles son las características o cualidades que realmente posee esta persona. Dentro de su concepción quien fuese en un principio un “superhéroe”, pasará a transformarse en un “villano” que les ha engañado.
Este complejo puede darse de dos maneras distintas. El más común es cuando el paciente realmente cree que su pareja sentimental puede ajustarse al ideal de un héroe. Otra variante es cuando en cambio se tratará de realizar cambios importantes en la personalidad y el comportamiento de la pareja; es así como se tiene por objetivo tener a la “pareja de sus sueños”.
Ejemplos prácticos
El ejemplo más común lo encontramos en aquellas menciones o referencias totalmente exageradas y poco realistas. Es decir, las personas que padecen este complejo suelen describir a sus parejas sentimentales magnificando cualidades. Inclusive cuando una tercera persona trataba de preguntar acerca de ellas, los pacientes afectados por esta condición se muestran celosos y poco receptivos a opiniones poco favorables.
Lo más importante en estos casos a destacar es la excesiva atención y las muestras de afecto. Asimismo, debido a que idealiza han a su pareja aún extremo poco tolerable, pueden adoptar un comportamiento defensivo e incluso violento cuando se trata de protegerlas. A toda costa implementará medidas que les garanticen que ninguna persona puede involucrarse o afectar dicha unión sentimental.
Asimismo, encontramos ejemplos de otro tipo como asumir que la pareja podrá ayudarles en determinados problemas. Este es el caso de aquellas mujeres que realmente creen que serán protegidas no solo a nivel económico, sino inclusive en otros aspectos como el social. Una vez que sus parejas han demostrado poseer pocas capacidades para poder enfrentar situaciones que este tipo, entonces los pacientes se muestran muy decepcionados.
¿Cómo se identifica?
Las personas que padecen este complejo se identifican por su comportamiento exagerado y precipitado. Con tal de lograr mantener la ilusión del hombre o mujer perfecta, tratarán de realizar cualquier tipo de acción que garantice la estabilidad de la relación; aun cuando no se midan las consecuencias. Esto significa que se puede crear fricciones a nivel social, y familiar y laboral. Suelen inmiscuirse en aspectos de índole personal con tal de demostrar un excesivo interés y atención en la “pareja ideal”.
En estos casos es muy importante de prestar atención al comportamiento de ambas personas. Debido a que puede desarrollarse en individuos de cualquier género o edad, en un principio puede pasar desapercibido asumiendo que se trata de enamoramiento completamente ciego. Es decir, es normal pensar Que las personas encuentren en sus parejas cualidades que para otras son invisibles, Sin embargo la exageración de ellos y la obsesión son los aspectos negativos.
Suele identificarse una vez que se ha llegado a un punto en el cual la estabilidad de la relación se ha visto afectada notablemente. Esto significa que lo más usual es emplear una solución una vez que se ha desarrollado por completo. Es muy importante que exista una buena comunicación entre ambas partes, de esta manera se puede lograr salvar dicha relación oportunamente.
¿Cuáles son sus causas?
La mayoría de los psicólogos o inciden en afirmar que lo más probable es que esta condición se desarrolle a partir de la dificultad para aceptar plenamente a la pareja sentimental. Es decir, al comienzo de una relación de este tipo las personas suelen sufrir un sesgo intencional que suele mostrarse muy positivo y radical. En consecuencia, las ilusiones y otras expectativas se reafirman e incluso pueden elevarse aún más.
Básicamente se trata de idealizar o sobrevalorar a las personas manteniendo un criterio poco objetivo, totalmente alejado de la realidad. Debido a la dificultad donde realmente analizar a la persona tomando en cuenta cuáles son sus cualidades y defectos, eventualmente la persona afectada con esta condición enfrentará una importante e intensa decepción.
Una vez que se ha podido mirar a la pareja realmente tal como es, la persona que padece este complejo comienza a desvalorizarla y rechazarla. Esta etapa es clave debido a que se puede tener un comportamiento imprevisto e inclusive poco respetuoso. Ello se debe a que la persona amada ahora ocupará el rol de un “villano” o de una persona que desde un principio mintió.
¿Cómo se supera y cuáles son los tratamientos más recomendados?
Debido a que este es un complejo psicológico que afecta a la relación sentimental, lo más probable es que en un principio se decida la utilización de la terapia de pareja. Lo importante es lograr una transformación positiva en la persona que ha desarrollado esta condición. Ahora bien, su pareja será atendida desde el punto de vista de quien ha sufrido un trato abusivo traumático. Es probable que requiera de ayuda para estabilizar su autoestima.
Debido a que es un complejo inconsciente caracterizado por la sobrevalorización e idealización extrema, es muy probable que se enfrente a serias dificultades para lograr salvar el matrimonio o la relación. Para consolidar una relación de este tipo es necesario que ambas partes se reconozcan y acepten mutuamente. Por ello, la terapia de pareja así como también la terapia cognitivo conductual suelen ser las dos opciones más viables.
La persona afectada padece un estado mental altamente, influido por las creencias e ilusiones que se han creado desde el inicio de la relación. Debido a que estas expectativas son poco realistas, es muy probable que para la persona sea difícil darse cuenta por sí misma de cuál es la realidad. Es así como la psicoterapia logra realizar modificaciones positivas en los patrones de pensamiento y comportamiento que han propiciado este problema.