Las relaciones de pareja pueden representar ser un importante reto para algunas personas, considerando que se trata de un acuerdo mutuo de convivencia que ambas partes deben de respetar una serie de normas. En ocasiones se observa que al inicio de una relación de este tipo hay una convivencia sana y feliz, sin embargo con el pasar del tiempo eventualmente comienzan a presentarse una serie de dificultades que afectan notablemente este balance.
Cuando las relaciones de pareja muestran niveles de toxicidad considerables es momento de tomar ciertas medidas. Es probable que haya la necesidad de terminar dicha relación o en cambio se trate de rescatarla y mejorar aquellos aspectos que han vulnerado la convivencia. Para ello es necesario que las dos personas muestren el mismo interés y dedicación por lograr esta meta en común.
En este artículo explicaremos brevemente en qué consisten las relaciones tóxicas en pareja, asimismo se brinda información importante básica para lograr terminar o superar una relación de este tipo. Se tratará de analizar y describir cuáles son aquellos aspectos que tienen mayor relevancia en estas situaciones, además se proporciona consejos para afrontarlas.
¿Qué es una relación tóxica?
Una relación amorosa tóxica puede detectarse fácilmente por contraste. Una relación saludable se distingue porque sus actores protegen sus vidas; es decir, cuidan sus intereses, sus hobbies y sus intereses socioculturales. La pareja se ocupa del bienestar y tranquilidad en ambos sentidos; es decir, mutuamente.
Además, debe tenerse en cuenta que el individuo (individual por definición) es responsable de darle sentido a su vida y la compañía (otra individualidad) debe ser para mejorar la vida de soltero(a). Es una suma, no una resta. La infelicidad o felicidad depende de cada quien; es un error intentar hallar la felicidad propia uniéndose a otra persona.
Cuando lo anterior no ocurre, aunque la pasión por esa persona parezca desbordarse, la relación amorosa con esa persona estaría condenada al fracaso. Muy a menudo el deseo de compañía puede llevar a relaciones tóxicas. Por ello, es tan importante poseer las cualidades de la madurez emocional.
¿Cómo salir de una relación tóxica si tu pareja te controla?
Las relaciones tóxicas hacen lo contrario de las buenas relaciones; las malas hacen perder la brújula del crecimiento y anulan la motivación que se sentía en la vida de soltero. También, se produce un choque de intereses energéticos, pareciera que lejos de potenciar las energías positivas se desvanecen.
La experiencia de las relaciones tóxicas regularmente indica la aparición de tensiones, exigencias, temores, desconfianza y estancamiento en conflictos pasados. Seguramente le parecerán familiares, frases como las siguientes: -tú me dijiste que no volvería a suceder-, -dónde estuviste el fin de semana, te fuiste sin avisar-. En las relaciones tóxicas, que incluyen casos extremos de dependencia emocional y maltrato, no hay espacio para el crecimiento en pareja.
Usualmente después de un largo período de tiempo las personas afectadas logran darse cuenta de que han sido víctimas de manipulaciones por parte de la pareja. En estos casos se observa la impotencia y frustración que esto genera, en consecuencia las personas comúnmente no saben cómo reaccionar. Es importante siempre contar con la ayuda de una persona de confianza a quien se le comunique dicha información, posteriormente se deberán establecer límites para que la influencia de dicha persona finalmente termine.
Las personas controladoras suelen aplicar diversos tipos de tácticas que hasta ahora les han dado los resultados esperados. Lamentablemente, en estas situaciones se deberá reaccionar rápidamente para evitar que continúen estos artilugios. Siempre es recomendable que las víctimas acudan a profesionales médicos de la psicología, ellos se debe a que las secuelas emocionales deben ser atendidas oportunamente.
Es notorio observar que en las relaciones donde ocurre la manipulación existe inconformidad en cuanto a la falta de interés, apoyo y carencias afectivas Los integrantes de las relaciones amorosas sanas son los principales fans de sus parejas: son los primeros en vitorear, acompañar y apoyar los logros profesionales de las mismas. Lo extremo es indicativo de que se encuentra en medio de una relación tóxica. A continuación se describen cuáles aspectos deben ser analizados a profundidad:
- Pareciera entonces que ante los indicios inequívocos de una relación tóxica, debe alejarse de inmediato de esa situación. Es una recomendación que toda persona sensata avala. Aléjese mientras esté a tiempo de hacerlo. No obstante, las personas son comprensiblemente complicadas y necesitan tropezar regularmente varias veces para aprender a retirarse. Además, la naturaleza humana toma su tiempo, porque las emociones no son cuantificables y tampoco se pueden desconectar en un instante.
- Lo lógico y racional es seguir hacia adelante; pero, la realidad humana está cargada de subjetividades. Si cree requerir de un psicoterapeuta (e incluso un especialista en parejas) no dude en consultarlo; pero la recomendación más amplia es que debe redefinir sus prioridades de manera objetiva.
- La paz interior y felicidad deben estar en primer plano. En las relaciones tóxicas que llevan años es muy probable que haya hijos, que también se ven perjudicados psicológicamente por la mala relación que llevan sus padres.
- La vida es una sola. Si su relación afectiva ha ido mermando sus ganas de vivir es porque definitivamente tiene una alta dosis de toxicidad. La única opción es cortar la relación amorosa y re-direccionar su vida. Las personas que intentan despojarse de relaciones tóxicas buscan también enrolarse en nuevos proyectos (culturales, profesionales, comunitarios, etc.)
- Los duelos pasan, aunque en el momento parezca imposible. Es más, el empoderamiento mediante la proyección de una nueva vida facilita enormemente la superación del dolor amoroso. La recuperación de sus antiguos entornos humanos y la apertura a nuevas ideas es el camino a seguir.
- El control perdido debe ser retomado. Es probable que en su época de soltería se sentía una persona con pleno control de su vida. Ese sentimiento debe ser recuperado. El amor verdadero no hace daño, es la suma de voluntades hacia mejores y más integrales objetivos.
¿Cómo salir de una relación tóxica si tu pareja te violenta verbalmente?
Es evidente que los vínculos tóxicos perjudican a las personas en su individualidad. Antes de que las cosas sigan tornándose más oscuras, tome las previsiones para no caer por largos años en el círculo vicioso de las malas relaciones. Estos son algunos consejos:
- Un concepto muy recurrido, la autoestima. En realidad, las personas logran salir de las relaciones tóxicas cuando redimensionan su autoconcepto o autopercepción. Recuperar el amor propio es parte esencial del proceso de separación de los vínculos tóxicos.
- Esos amigos o familiares cercanos que aún quedan de lado y lado en los vínculos tóxicos son a veces los que ayudan a salir de ellos. Se mantienen tan cercanos como para darse cuenta de la toxicidad de la relación y tan lejanos para no ser parte de ella. Con la cabeza fría esos allegados pueden ser fundamentales para saber interpretar lo que allí ocurre. Si los amigos dicen que algo malo ocurre con su pareja es porque realmente así es.
- La separación es el primer paso, el desamor viene después. La confusión es un sentimiento normal en las relaciones conflictivas; pero, no por ello debe privar sobre la urgencia de poner las cosas en su lugar.
- Se sabe que la dependencia emocional es un caso de estudio de la psicología. Y los cuadros en que ambos son dependiente emocional, uno pasivo y el otro dominante, pueden llegar a la violencia verbal y física de parte del hombre. Aquí se requiere especialmente la asistencia de servicios profesionales de apoyo (especializados en violencia de género), porque es la forma más idónea para canalizar las acciones de manera más segura.
- Cuando se tiene la claridad suficiente, es fundamental priorizar la salud emocional. Son sabidas las consecuencias psicológicas que produce la ruptura amorosa en situaciones particulares. Sentimientos de culpa, aturdimiento, desgaste y vergüenza son recurrentes y necesitan de un lento proceso de sanación.
¿Cómo salir de una relación tóxica si tu pareja te golpea?
El desgaste que producen estas relaciones tóxicas, en el intento de aligerar la carga, es colosal, humanamente hablando. Los episodios de violencia física son los puntos más oscuros y dañinos de los vínculos tóxicos. Por ello, la atención debe concentrarse en evitar llegar a los extremos señalados. Un consejo que nunca sobra es mantenerse cerca de las personas que le quieren y solicitarles su respaldo mientras se produce el proceso de separación.
El sufrimiento es un indicativo de que está inmerso en una relación tóxica. Las conductas manipuladoras, posesivas y descalificativas, jamás podrán entrar en el repertorio de las conductas normalizadas. Y si sucediese es porque el problema ha escalado a la estructura propia de la pareja.
Nadie está obligado a mantenerse al lado de alguien si no quiere por más compromisos y documentos que haya firmado, pero la realidad a veces supera a los deseos. En cualquier situación caben los consejos y las recomendaciones con el ánimo de colaborar en el entendimiento y conciencia de las personas.
El proceso de separación de una relación tóxica puede ser largo y tedioso, pero bien vale la pena por su bienestar emocional y físico. La separación de cuerpos le garantiza la seguridad personal en casos extremos. Al margen queda el proceso de separación emocional, que comenzará indeclinablemente en la medida en que vea cómo su vida recupera el sentido. El denominado luto emocional es perfectamente normal y necesario para curar las heridas emocionales y cerrar esa etapa oscura de su vida para encaminarse a otras más productivas.
La psicología social entiende que los estados de dependencia emocional son disfuncionales e incluyen factores socioculturales, como la situación en la que los individuos viven, factores de desarraigo familiar, las presiones económicas y el temor a la soledad y el desamparo. Es por ello que la protección de la mujer y sus hijos en situaciones de violencia de género necesita del concierto de instituciones y organismos especializados.