El liderazgo es la influencia interpersonal dirigida hacia el logro de metas, mediante la comunicación, que permite la realización coordinada de los trabajos orientados por una dirección compartida.
Es una condición humana universal, una habilidad gerencial o directiva, que allana el camino para el funcionamiento idóneo de una empresa o de cualquier grupo humano.
La situación del liderazgo durante el siglo XX y XXI
En el siglo XXI el liderazgo enfrenta desafíos que le exigen estar al frente de la globalización, de los avances tecnológicos y las nuevas ideologías, que le permitan superar los retos del contexto en el cual se desarrolla.
En este marco, el proceso de globalización ha venido acompañado de la preponderancia cada vez mayor del rol del liderazgo, debido a que las empresas, corporaciones, instituciones oficiales y privadas requieren subsistir y alcanzar el éxito en los ámbitos de sus competencias.
En el caso de las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMes), ha sido fundamental la buena gestión para aumentar la competitividad. En este sentido, considerando la naturaleza de este tipo de empresas, el factor determinante para lograrlo reside en el liderazgo.
Y es que el liderazgo es un factor de competitividad y eficiencia en las empresas, grupos e instituciones; el líder es esencial en la sinergia y el trabajo en equipo. El rol motivador y propulsor del líder en el desarrollo de las políticas, objetivos y metas de las organizaciones tiene hoy la mayor importancia.
Necesidad de líderes en el mundo empresarial
El buen líder maneja apropiadamente los recursos económicos, así como la correcta distribución y cumplimiento de las tareas, logrando acrecentar la competitividad de la empresa u organización, e impidiendo el cierre y el desempleo; maximizando los resultados y disminuyendo costos.
Es fundamental subrayar la fuerza dinámica del líder que motiva a la organización, infundiendo confianza, soporte y empatía para el logro de las metas.
Cuando se habla de liderazgo se habla también de dirección compartida. Antes que hacer cumplir las normas que rigen una empresa, lo más importante es formar y motivar a los trabajadores para que sean competentes y deseen hacerlo lo mejor posible, a fin de lograr los objetivos planteados. El verdadero liderazgo es conseguir esto con los propios trabajadores.
Características de un buen líder
Los buenos líderes son inteligentes, entusiastas, trabajan bien, son leales, tienen valores, son serviciales, reconocen sus errores, son optimistas, fomentan el diálogo y ven a futuro.
De estas cualidades se desprenden las siguientes habilidades: dominio personal, capacidad de compromiso, capacidad para guiar, evaluar y formar a su gente, visión y comunicación trascendentales, trabajo en equipo y formación de la cultura organizacional y habilidades sociopolíticas.
8 consejos y secretos del buen líder
La formación de un buen líder organizacional a veces requiere más que una predisposición natural, necesita años de estudio especializado, en un mundo como el actual, muy competitivo y globalizado. Los siguientes consejos y secretos le ayudarán a conseguirlo.
1) Liderar con creatividad
No es igual dirigir que liderar. Un líder no solo tiene la capacidad de concebir un plan e implantar estrategias para alcanzar los objetivos, sino lo hace con el toque necesario de creatividad.
Pone en práctica tanto el pensamiento lateral como el pensamiento lógico, partiendo de su experiencia y del contexto en el cual actúa. Se debe ser creativo, crear una visión compartida y comunicarla vigorosamente a los compañeros de la organización o grupo de trabajo.
Se debe estimular a los trabajadores a salir de la parcela establecida por las descripciones laborales y el enfoque reduccionista para que las organizaciones crezcan y se fortalezcan en el era actual.
2) Un buen líder sabe generar empatía
Todo líder debería ser empático por definición. Es decir, ser capaz de producir un vínculo con los integrantes del equipo, ocuparse de sus necesidades y dar alternativas a los problemas.
No obstante, existe el concepto de “líder empático”. Se trata de un liderazgo que debe tener las siguientes características:
- Escuchar y preguntar con verdadero interés, mente abierta y libre de ideas preconcebidas, respecto a lo que dice el otro
- Escuchar atentamente sin interrumpir.
- No dar consejos inútiles ni regañar constantemente.
- Jamás interrumpir cuando otras personas le hablan. Debe practicar la escucha activa.
- Analizar cualquier problema desde varias perspectivas, no solo desde su único punto de vista. Esto le proporciona una visión integral de cada circunstancia.
- Todo líder debe expresar una conclusión, siempre para reiterar que se ha comprendido de manera justa aquello que le han comunicado.
Lo antes dicho es de gran utilidad para no despertar discordias ni antipatías. Un líder saber ganarse a la gente, nunca desencadenar rechazo.
3) Un líder jamás negocia su integridad
El líder autentico conserva un profundo sentido de lo que es justo. Se preocupa y ocupa que haya coherencia entre sus pensamientos y decisiones, haciendo siempre todo lo posible para mantener el respeto hacia y entre el grupo de personas que dependen de su liderazgo.
El buen líder, además, sabe destacarse sin aplastar a los demás, trabaja de forma armoniosa en situaciones grupales.
No se trata solo de parecer sino de ser íntegro y poner en práctica un comportamiento adecuado social y empresarialmente adecuado. La idea es tener un liderazgo ético.
Un líder tiene una visión de sí mismo, la cual jamás pone en duda. No se vende, no falla a sus seguidores. Todo esto conforma la integridad del líder, la cual es su mejor carta de presentación.
4) Aprovecha y necesita el feedback de las personas
En cualquier organización el buen líder es capaz de conversar con sus delegados para discutir los errores y aciertos de todos. El papel de la comunicación siempre ha sido importante.
Mediante una actitud positiva, el líder necesita los comentarios de otras personas. Sabe que su punto de vista tiene limitaciones. Únicamente aprovechando lo que otro le comentan, puede enriquecer su capacidad de liderazgo.
Además, no existen los líderes solitarios. Nadie puede ser líder de sí mismo. Se necesita empatía, tener una relación con los demás. Y las otras personas darse cuenta que sus comentarios son importantes. De esa manera sienten que el líder es una persona que les presta atención.
Hay que recordar que un trabajo bien realizado, sin un comentario positivo felicitación, es como una planta sin regar. Un líder sabiamente sabe regar el trabajo bien hecho. De esta manera, este trabajo se cultiva y crece. Esto se logra gracias a su actitud positiva y felicitación.
5) Un líder domina un área de competencia
El liderazgo asentado en competencias es de suma importancia. De hecho, es algo que se debe promocionar cada vez más. Hay muchos líderes que solamente son carismáticos, pero no dominan ninguna función específica.
Por ejemplo, en el ámbito deportivo un buen líder debe ser un deportista destacado. En el ámbito de la ciencia, los líderes deben ser personas que conocen el quehacer científico.
En el caso de occidente, este es uno de los problemas de liderazgo. Se considera que el líder es solamente la persona carismática. Se tiende a dejar de lado los conocimientos, la habilidad para hacer una labor, el desempeño adecuado en dicha función.
Lo cierto es que los líderes íntegros, que son respetados plenamente, dominan en un área de competencia. Y como es de suponerse, dirigen y ejercen influencia justamente en dicha área.
6) Un verdadero líder es flexible
La cualidad de ser flexible se relaciona con la resiliencia. La flexibilidad implica aprender de los errores cometidos. También, la capacidad de enmendar el rumbo cuando se ha cometido un error de dirección.
Ser estricto e incapaz de aceptar un error, no es la cualidad de un líder verdadero. En dado caso, esto es lo que hace una autoridad que hacerse su rol sin importarle los resultados de las personas. Su único interés es darse demostrar en su puesto autoritario.
Los verdaderos líderes entienden que cualquier plan puede cambiar en cualquier momento. También, saben que son seres humanos y pueden equivocarse. Hay que tener en cuenta que lo importante no es cometer errores, sino saber enmendar una vez que estos acontecen.
7) Asume sus responsabilidades
Un verdadero líder asume riesgos. Está consciente de lo que está haciendo. Además, como ya indicamos antes, entiende que puede equivocarse. Por ende, nunca echa la culpa a otras personas de sus equivocaciones.
La responsabilidad sobre sus acciones es una de sus cualidades. Esa es la razón por la cual la gente confía en su liderazgo. Las personas saben que no terminarán siendo culpados por una acción planificada por el líder. Al contrario, es justamente el líder quien va a asumir todas las consecuencias de los actos realizados.
8) El líder comparte responsabilidades y logros
He aquí un punto importante. Un líder sabe delegar. Tiene muy en cuenta que no es capaz de hacer todas las labores. Por eso, confía y necesita de las personas.
Igualmente, cuando se logra algún éxito reconoce que es el fruto de un trabajo en equipo. No se toma para sí mismo todo el mérito. Comprende que sin la ayuda de los demás no puede lograr sus objetivos.
Precisamente, para eso el líder tiene capacidad de convocar personas. Logra que otros lo sigan y se comprometan a lograr objetivos. Un líder es un verdadero catalizador en este sentido.
Esperamos que estos consejos de liderazgo sean de utilidad. El mundo necesita líderes positivos. Personas que de verdad puedan guiar de manera efectiva y crear un paradigma en los tiempos por venir.