El bullying es un tipo de acoso, humillación y maltrato tanto físico como psicológico. Este puede afectar a personas de cualquier edad, igualmente puede suceder en cualquier lugar y momento. Usualmente este término se utiliza para referirse a estas situaciones, cuando ocurren dentro de las instalaciones de colegios e institutos educativas.
El acoso escolar sigue ocupando los primeros lugares de las estadísticas internacionales de los casos de maltrato entre niños y adolescentes. Lamentablemente, estas son situaciones que tienen consecuencias graves para quienes ocupan el rol de víctimas. En la mayoría de estos casos, son conflictos que surgen a partir de prejuicios y estereotipos sociales.
Consejos útiles para padres en los casos de bullying
Los padres de niños que están sufriendo de bullying pueden ayudarles de distintas maneras. El primer paso consiste en hacerles saber que esta es una situación de la cual no tienen culpa y tampoco deben a avergonzarse. Es importante reforzar la confianza existente entre ambas partes, de esta manera el niño podrá expresarse libremente.
Es normal que las víctimas sientan temor al momento de buscar ayuda. Las personas a las cuales se suele recurrir son a los familiares, principalmente al padre o a la madre. Se debe hacer énfasis en que la víctima no es responsable de los hechos, a continuación se mencionan otros consejos útiles:
- Se debe combatir el sentimiento de culpabilidad de las víctimas. Esta se desarrolla de forma tan intensa e irracional, que puede aumentar el estrés y la ansiedad. Es importante tener precaución al momento de hablar con ellos y en ningún momento exponer algún tipo de crítica.
- La comprensión y mantener una actitud que demuestre interés en la búsqueda de una solución, es la mejor opción.
- Se debe de buscar el apoyo de las autoridades que están dirigiendo la entidad educativa en donde están ocurriendo los hechos.
- Al hacerse una denuncia formal se pueden implementar las medidas necesarias que garantizan la integridad personal de la víctima.
- Evitar restar importancia a esta situación ayudará a que la víctima se sienta atendida y querida. En muchos casos, los jóvenes que se sienten incomprendidos por sus padres, no logran superar satisfactoriamente las secuelas psicológicas.
- Se debe mantener una comunicación constante con los maestros y encargados de la institución educativa. Al mantener una buena comunicación y relación con estas autoridades, se podrá estar al tanto de posibles comportamientos inusuales.
- En el hogar se debe hablar acerca de este tema porque así los niños podrán reconocerlo. Se debe evitar que en ellos se inculquen prejuicios sociales, estas ideas preconcebidas podrían vulnerar sus relaciones sociales a futuro.
Métodos que ayudan a evitar estas situaciones
Los expertos afirman que es posible evitar que esto ocurra, mediante la implementación de una serie de medidas tanto personales como a nivel comunitario. Es decir, cada individuo es responsable de sus decisiones y acciones, pero también la sociedad puede comenzar a aceptar la utilización de ciertas normas de convivencia. En conjunto, estos cambios supondrían la posibilidad de que las situaciones de acoso disminuyan notablemente.
En el hogar, y también dentro de los espacios académicos, se pueden implementar medidas de este tipo. Los familiares de niños y de adolescentes, pueden enseñarles conceptos tales como el respecto y la aceptación. Desde temprana edad, cada persona adquirirá habilidades que promuevan la tolerancia.
Para evitar sufrir de acoso se puede enseñar a los niños herramientas psicológicas valiosas. La clave está en lograr reforzar la autoestima y también las habilidades sociales, la combinación de estos factores dará como resultado que el niño pueda valerse por sí mismo.
Los psicólogos infantiles coinciden en afirmar que los padres son los principales responsables del aprendizaje de valores como el respeto, la dignidad y la empatía. También la autoconfianza y la seguridad en sí mismos, les proporcionará a futuro la posibilidad de evitar sufrir este tipo de abusos. A continuación se mencionan cuáles factores ayudan a prevenir el bullying:
- La habilidad de solucionar conflictos, supondrá que éstos serán breves y no tendrán consecuencias graves.
- Las personas que muestran seguridad en sí mismos tienen menos posibilidades de ser atacados, además muestran tener menos vulnerabilidad.
- Es importante expresarse sin sentir miedo. Cuando los niños dejan en claro cuáles son sus preferencias e intereses, significa también que están estableciendo límites.
- Hacerse respetar ante los demás, es una muestra de fortaleza. Así se evita tener contacto con niños que puedan a hacerles daño.
- Los individuos que son capaces de controlar sus propias emociones no suelen ser el objetivo de los acosadores.
- También los niños que son capaces de pedir ayuda oportunamente, podrán evitar sufrir las consecuencias más graves.
- Los niños que tienen una vida social activa, son menos propensos al aislamiento y el rechazo de otras personas.
¿Qué pueden hacer los padres para intervenir oportunamente?
Dentro del círculo social de las víctimas, y de los acosadores, quienes se relacionan con ellos pueden enfocar sus esfuerzos en ayudarlos por igual. La mejor forma de hacerlo es prestando atención al comportamiento y a los cambios en los hábitos. Se ha demostrado que las personas cuando están sufriendo algún tipo de maltrato físico o psicológico, comienzan a manifestar cambios que son perceptibles para los demás.
En los casos de acoso, el primer paso consiste en identificar esta situación. Generalmente los niños, así como los adolescentes, tratan de mantener en el anonimato el sufrimiento por el cual están pasando. Es normal sentirse deprimido, y también dejar de realizar actividades que comúnmente los hacen sentir de buen ánimo.
Son varios los indicadores que sirven para los padres y representantes. Estos los guiarán en un momento tan delicado, sobre todo para tomar las medidas más adecuada. Estas son señales puntuales, pero es importante acotar que cada caso es distinto; las personas afrontan las dificultades de maneras distintas. A continuación se describen cuáles son los indicadores más comunes:
- Los niños comienzan a mostrarse evasivos, por ello dejan de realizar actividades sociales e incluso evitan el contacto visual.
- Se comienza a padecer trastornos del sueño, como el insomnio o también dormir en exceso.
- Las víctimas se resisten a asistir al colegio, o a los lugares en donde usualmente son acosados.
- El aislamiento social voluntario. Los niños prefieren quedarse en casa y evitan tener contacto con el mundo exterior.
- En algunos casos se puede observar que los niños muestran rasguños, golpes, cortaduras y moretones. Puede suceder inmediatamente después de haber regresado del colegio.
- También se observa que los niños no pueden precisar el paradero de sus objetos personales. Es posible que teman admitir que les han sido robados como parte del acoso que sufren.
- Pueden solicitar un aumento en el dinero que se les asigna diariamente. En ocasiones los acosadores exigen a sus víctimas la entrega de dinero.
Una vez que se han identificado estos aspectos, los padres podrán tomar medidas al respecto. En estos casos, lo más recomendable es que soliciten el consejo y ayuda de profesionales, médicos y psicólogos principalmente. También se puede solicitar la intervención de profesores, y otras autoridades relacionadas con el sector académico al cual pertenece la víctima.
Es importante no intervenir hasta que se identifique adecuadamente, se verifica si realmente hay un caso de acoso. Los padres tampoco pueden obligar a sus hijos a que admitan ser víctimas de bullying. Mantener la calma, propicia igualmente tener un estado mental más asertivo, se puede tomar decisiones oportunas. Las víctimas requieren la ayuda de personas que estén capacitadas para lograr encontrar soluciones.