La sexualidad en los seres humanos presenta características muy diversas con respecto a cómo se manifiesta y se experimenta. Cada individuo desarrolla sus propias características sexuales de una manera particular, esto supone que no se puede asumir que la sexualidad está definida por un mismo patrón de conductas. Sin embargo, se puede hacer asociaciones en cuanto a las similitudes que presenta una mayoría de la población.
Los tipos de orientación sexual más reconocidos siguen siendo la heterosexualidad y la homosexualidad. La primera de estas categorías reúnen a una mayor cantidad de la población a nivel global, esto significa que tienen mayor aceptación y se cuenta con igual cantidad de información con respecto a sus características. En segundo lugar queda la homosexualidad, a pesar de haber una mayor integración a la sociedad de individuos identificados con esta orientación; se siguen observando situaciones discriminación.
También existe una tercera tipología de orientación sexual conocida con el nombre de bisexualidad. A diferencia a de las otras, en este caso se puede identificar la presencia de atracción e impulsos sexuales que van dirigidos a personas sin importar su género. Estos individuos viven una sexualidad más diversa tanto a nivel físico como psicológico.
¿Qué es la bisexualidad?
El origen etimológico de la palabra bisexualidad lo encontramos en vocablos pertenecientes al antiguo idioma latino, exactamente se hace mención a tres componentes los cuales poseen significados particulares. El primero de ellos es el prefijo “bi” y se traduce como “dos” o “ambos”; el sustantivo “sexus” significa “sexo y finalmente el sufijo “al” que se utiliza para indicar que algo es “relativo” a otra cosa.
La bisexualidad se define como un tipo de orientación sexual caracterizada por manifestar interés físico y romántico tanto por hombres como también por mujeres. Independientemente del género biológico de la persona que se identifica de esta manera, sentirá a impulsos sexuales tanto por personas masculinas como femeninas.
Las personas bisexuales no tienen restricciones en cuanto a cómo expresar su sexualidad, tampoco tienen elecciones o preferencias de género al momento de tratar a establecer lazos de intimidad. Por consecuencia, esta es una de las tipologías de sexualidad que mantiene una perspectiva más diversa en lo que se refiere a este tema.
A diferencia de la heterosexualidad y la homosexualidad, en este caso la elección de una pareja dependerá íntegramente de una correcta combinación de aspectos físicos y emocionales. Se podría afirmar que para estas personas resulta ser más complejo la búsqueda de una pareja estable, además se debe considerar como pueden influir aspectos externos dados por las normas sociales y las necesidades personales.
¿Cuáles son sus características?
La principal característica de las personas bisexuales es manifestar sentirse atraídos sexualmente por personas de ambos géneros. Para ellos no existen límites en relación con lo masculino y lo femenino, ambos aspectos de la sexualidad humana les proporcionan el mismo grado de satisfacción. El erotismo se experimentar desde una perspectiva más amplia, se puede considerar que las prácticas sexuales llevadas a cabo por estos individuos muestran mayor diversidad.
En algunos casos es posible que las personas bisexuales puedan sentirse atraídas prioritariamente por un género en comparación con otro. La atracción por ambos sexos sigue estando presente, pero eventualmente ante la necesidad de elegir una pareja estable comprenderán que sienten mayor atracción física y sexual por uno de ellos.
Es importante de no confundir la bisexualidad con la pansexualidad o demisexualidad. Los bisexuales sienten interés sexual por las dos identidades de género biológico y genital, en caso de experimentar el mismo grado de atracción por múltiples identidades de género entonces se califica como un caso de sexualidad de otro tipo.
En los últimos años a través de diversas investigaciones científicas se ha propuesto la posibilidad de que las personas naturalmente no tienen exclusividad sexual. Esto significa que la preferencia por alguno de los géneros puede experimentar distintos grados de tendencias, las preferencias sexuales pueden cambiar con el tiempo; por experiencias propias o incluso por la influencia del entorno.
Se siguen manteniendo la postura de que la orientación sexual no está dada por un factor hereditario o genético. La orientación sexual es una elección inconsciente, responde netamente a las necesidades sexuales particulares de cada individuo.
La bisexualidad y el mundo moderno
Formalmente dentro del campo de la medicina el primero en identificar y describir esta tipología fue Sigmund Freud. De acuerdo a sus teorías, que además sirven de respaldo para otras más contemporáneas, se propone que las personas nacen bisexuales. La sexualidad de las personas no está determinada por el órgano sexual, realmente está definida por necesidades específicas de las cuales solamente está consiente la propia persona.
Posteriormente esté of un tema que atraería una mayor atención cuando se elabora el test de Kinsey en el año de 1948. Este psicólogo propuso la aplicación de esta evaluación para reconocer el grado de atracción que se tiene dentro de una escala del 0 (heterosexualidad total) al 6 (homosexualidad total). De acuerdo a esta propuesta, recibir una calificación intermedia significa que la persona es bisexual.
En la actualidad la bisexualidad sigue siendo confundida con la homosexualidad, a pesar de ser términos diferentes una gran parte de la población sigue considerando que se está haciendo referencia a una misma tipología de orientación sexual. De igual forma se siguen manteniendo creencias erróneas con lo cual se crean estereotipos que generalmente tienen un carácter negativo.
De igual forma a nivel estadístico se ha podido observar un considerable aumento en la población de género femenino que se ha identificado como bisexual. En comparación con la población masculina, esta última ha descendido notablemente con un margen de diferencia de al menos del 6%. Sin embargo la prevalencia de este tipo de sexualidad sigue estando presente.
Otros prejuicios relacionados con la bisexualidad se relacionan al plano psicológico. Parte de la comunidad científica y también de la misma comunidad LGBT, coinciden en afirmar que es posible que estos individuos estén presentando dificultades para identificar acertadamente cuál es su orientación sexual. Sigue existiendo el mito de que los bisexuales se sienten confundidos y estén viviendo una etapa de experimentación.
La bisexualidad es menos visible en comparación con otras orientaciones sexuales, en parte ello se debe a la poca información que se proporciona en relación con la educación sexual. La concientización de este tema es importante para evitar que se sigan instaurando a nivel social ideas erróneas, estas mismas promueven la formulación de prejuicios. Aún se sigue pensando que las personas bisexuales pueden cero individuos homosexuales que no son capaces de reconocerlo, incluso que son heterosexuales que están experimentando.
Se denomina como bifobia al rechazo o ataque de personas identificadas como bisexuales. Estos individuos pueden tener limitados sus derechos fundamentales dentro del marco social una vez que se hace pública su orientación. Siguen existiendo reportes de casos en donde se puede manifestar la violencia física, verbal y psicológica en contra de estos individuos.