Conocer las características y los tipos de argumentos es de enorme utilidad. A fin de cuantas, cada vez que deseamos exponer nuestros puntos de vista es necesario argumentar. Por ende, es un tipo de conocimiento que nos resulta efectivo en la cotidianidad.
¿Qué es el argumento?
La definición más común es la que delimita al argumento (del latín argumentum) como un razonamiento que funciona para demostrar o probar que lo que se expresa (de forma oral o escrita) es cierto. El argumento persigue convencer a un tercero sobre algo que se afirma o se niega. La persuasión es el leitmotiv del argumento, por lo que debe ser coherente, sólido y sin contradicciones.
Características del argumento, su estructura
Toda argumentación posee cuatro elementos básicos, que sirven para su construcción, a saber:
- El objeto: es el tema que se propone.
- El locutor: es el sujeto que presenta una perspectiva sobre la realidad, quien asume una determinada posición.
- El carácter: se fundamenta en la contraposición de dos o más posturas. Los enunciados están todos vinculados unos con otros por oposición, contraste, analogía, etc.
- El objetivo: con los argumentos se busca provocar adhesión, persuadir o convencer al receptor sobre lo aceptable de una noción o perspectiva.
La argumentación, en consecuencia, se desarrolla en tres niveles. Los enumeramos igualmente:
1) La tesis: consiste en la idea esencial sobre la cual se reflexiona. Es el núcleo de la argumentación, pues es el planteamiento en sí mismo. La tesis puede incluir una serie de razonamientos encadenados.
2) El cuerpo argumentativo: es el cuerpo que reúne el proceso reflexivo que desarrolla, ratifica o aplica la idea central. En el cuerpo argumentativo se aglutinan todos los argumentos y las estrategias que facilitan la defensa o impugnación de un concepto.
3) La conclusión: en los argumentos inductivos, la conclusión es la tesis obtenida a partir del razonamiento. En el caso de los argumentos deductivos, la conclusión sintetiza los conceptos primordiales expuestos en la argumentación.
Teniendo esto en cuenta, ahora podemos adentrarnos más en este tema. A continuación, indicamos los diversos tipos de argumentos que existen.
Tipos y ejemplos
¿Cuántos tipos de argumentos existen? A decir verdad, la variedad es amplia. En dado caso, a continuación, damos una descripción sucinta de los más frecuentes.
●Argumentos inductivos
Los argumentos inductivos son aquellos que poseen unas características particulares, distintas a los argumentos deductivos.
Aunque parezca de Perogrullo, no lo es, debido a que la presunción común es que los argumentos inductivos son razonamientos donde se parte de lo particular a lo general, cosa que no determina por completo la identidad de este tipo de argumento. Una caracterización particular sería la siguiente.
- Primero: en los argumentos inductivos las premisas muestran una característica que los elementos de un conjunto inicial A tienen en común.
- Segundo: en las premisas además se instituye que determinados elementos de tal conjunto comparten una segunda característica.
- Tercero: en la conclusión se generaliza la segunda característica (compartida por un subconjunto de elementos no necesariamente propio) a, por lo menos, un nuevo elemento del conjunto A del que no se sabe, a partir de la información dada en las premisas, si realmente la tiene.
Con el ánimo de ilustrar la explicación dada, se muestran algunos ejemplos sencillos que son identificados por sus iniciales:
- De lo particular a lo general (P-G)
- De lo general a lo general (G-G)
- De lo particular a lo particular (P-P)
- De lo general a lo particular (G-P).
A continuación, damos algunas explicaciones respecto a lo que acabamos de indicar.
Ejemplo de P-G
“César es español y es amable”. “José es español y es amable”. “Ángel es español y es amable”.
En consecuencia, “todos los españoles son amables”.
Según lo dicho, la característica común que agrupa al conjunto inicial es “ser español”. La característica generalizada en la conclusión es “ser amable”. Los elementos que la tienen en común son “César, José y Ángel”. Los elementos nuevos se generalizan a todos los demás “españoles”.
Ejemplo de P-P
“César es español y es futbolista”. “José es español y es futbolista”. “Ángel es español y es futbolista”. Armando es español”.
En consecuencia, “Armando es futbolista”
Según lo inmediatamente anterior, la característica común que aglutina el conjunto inicial es “ser español”.
La característica generalizada en la conclusión es “ser futbolista”. Los elementos que la tienen en común son “César José y Ángel”. Los elementos nuevos se generalizan a “Armando”.
Ejemplo de G-G
Todos los sevillanos son amables”. “Todos los madrileños son amables”. “Todos los barceloneses son amables”.
En consecuencia, “todos los españoles son amables”.
Dicho lo cual, la característica común que aglutina al conjunto inicial es “ser habitante de una ciudad del reino de España”. La característica generalizada en la conclusión es “ser amable”.
Los elementos que la tienen en común son “los sevillanos, madrileños y barceloneses”. Y los elementos nuevos son generalizados a los demás “españoles”.
Ejemplo de G-P
“Todas las vacas son rumiantes y son cuadrúpedas”. “Todas las cabras son rumiantes y son cuadrúpedas”. «Todos los venados son rumiantes y son cuadrúpedos”. “La oveja Dolly es un rumiante”.
En consecuencia, “la oveja Dolly es cuadrúpeda”.
En tal sentido, la característica común que aglutina al conjunto inicial es “ser rumiante”. La característica generalizada en la conclusión es “ser cuadrúpedo(a)”. Los elementos que la tienen en común son las “vacas, cabras y venados”. Y los elementos nuevos son generalizados a la “oveja Dolly”.
Los ejemplos han dejado claro que los argumentos inductivos pueden darse en cada una de las cuatro combinaciones vistas; no obstante, la caracterización expuesta se puede ampliar a otros casos, a saber.
Ejemplo A
“Todos los delfines conocidos hasta ahora son mamíferos”. En consecuencia, “todos los delfines son mamíferos”.
A tal efecto, la característica común que aglutina al conjunto inicial es “ser delfín”.
La característica generalizada en la conclusión es que “son mamíferos”. Además, los elementos que tienen la característica común “son los delfines conocidos hasta ahora”.
Y los elementos nuevos son generalizados a “los demás delfines que no se han conocido hasta ahora”.
Ejemplo B
“Muchas veces, cuando Marta salió a comprar alimentos, regresó sin dinero”.
Por tanto, “en el futuro, cuando Marta salga a comprar alimentos, regresará sin dinero”.
La característica común que aglutina al conjunto inicial es “la salida de Marta a comprar alimentos”.
La característica generalizada en la conclusión es que “Marta regresa sin dinero”. Los elementos que la tienen en común son las “diversas salidas de Marta, en el pasado, a comprar alimentos“. Los elementos nuevos a los que se generaliza son las ocasiones en las que “Marta saldrá a comprar alimentos”.
Ejemplo C
“Ocho de cada 10 jóvenes en Italia come pasta todos los días”.
Por tanto, todos los jóvenes en Italia suelen comer pasta todos los días.
La característica común que aglutina al conjunto inicial es “jóvenes en Italia”. La característica generalizada en la conclusión es que “los jóvenes en Italia suelen comer pasta”.
Los elementos que tienen en común esta característica son “ocho de cada 10 jóvenes en Italia”. Los elementos nuevos a los cuales se generaliza son “dos jóvenes de cada 10”.
Además, hay otro tipo de argumento inductivo que va de lo particular a particular (P-P).
Por ejemplo:
“Algunos hijos de madres vascas tienen el cabello rubio”.
Por tanto, “algunos hijos de padres vascos tienen el cabello rubio”.
La característica común que aglutina al conjunto inicial es “ser hijo de madre vasca”. La característica generalizada en la conclusión es “tener el cabello rubio”. Los elementos que tienen esta característica en común son “algunos hijos de madres vascas”. Y los elementos nuevos a los cuales se generaliza son “algunos hijos de padres vascos”.
En fin, los argumentos inductivos cumplen diversas funciones, no solo van del fragmento al todo o de enunciados singulares a universales, sino que existen argumentos inductivos que van de una porción a otra más amplia, que involucra a la primera. Otros argumentos van de un fragmento a otro fragmento extraño al primero. Por ejemplo: “Él es muy alto”. Por tanto, “su padre es muy alto”.
Argumentos deductivos
Se cree, en general, que los argumentos deductivos son aquellos que van de lo general a lo particular; pero, la realidad señala que existen argumentos deductivos que van de lo general a lo general, de lo particular a lo particular y de lo particular a lo general.
En tal sentido, el argumento deductivo es el que busca que la conclusión parta necesariamente de las premisas. Cuando se logra ese objetivo, el razonamiento es válido. En caso contrario, es inválido. Así, quedaría definida la distinción entre razonamientos válidos e inválidos.
A continuación, se exponen algunos ejemplos de este tipo de argumentos:
Ejemplo de P-P
“Donald Trump es norteamericano y es presidente”. Por tanto, “Donald Trump es presidente”.
Ejemplo de G-G
“Todos los homínidos son vertebrados”. “Todos los chinos son homínidos”. Por tanto, “todos los chinos son vertebrados”.
Ejemplo de G-P
“Todos los perros son vertebrados”. “Azabache es un perro”. Por tanto, “Azabache es un vertebrado”.
Ejemplo de P-G
“Esta paloma voló hacia el oeste”. Por tanto, “es posible que las palomas vuelen hacia el oeste”.
No obstante, cualquier persona podría poner en duda que la acción de una paloma sea suficiente como evidencia para colegir que todas las demás palomas volarán hacia el oeste. En cualquier caso, el argumento es deductivo aunque su validez pueda cuestionarse.
Otros ejemplos más claros de argumentos deductivos que van de lo particular a lo general. Son diferentes a los antes mencionados, y por eso los queremos detallar un tanto a continuación:
Ejemplo de P-G
“30 es mayor que 20”. Por tanto, “todo número mayor que 30 es mayor que 20”.
“El Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo”. Por tanto, “todo otro edificio del mundo es más bajo que el Burj Khalifa”.
Argumentos abductivos
El argumento abductivo es una forma de razonamiento que tiene por fin hallar conclusiones sencillas por medio de un conjunto de premisas. Contrariamente al razonamiento deductivo, en este caso se obtienen conclusiones posibles, pero que no se pueden confirmar.
Muchas veces, no se especula mucho sobre el argumento abductivo. Por eso, presentamos a continuación información al respecto:
Por ejemplo:
Premisa 1: “Todas las personas británicas son educadas”.
Premisa 2: “Juana es una británica”.
Conclusión: “Juana es educada.
Las conclusiones que se obtienen con estas argumentaciones son las más probables, pero podrían contener ciertas dudas. Es decir, no es un argumento que arroje una conclusión definitiva, sino que anuncia la probabilidad mayor.
Argumentos causales
Los argumentos causales, así descritos, son los que razonan la existencia de una causa, siempre para determinado efecto. Establecen un vínculo causal entre dos hechos que fundamentan la tesis.
Algunos ejemplos de este tipo de argumentos:
“Las aerolíneas internacionales tienen serios problemas de caja debido a la suspensión de los vuelos causada por el coronavirus a nivel mundial”.
“Si consume muchas grasas saturadas, sus niveles de colesterol malo en sangre aumentarán”. “Si su nivel de colesterol malo aumenta, se incrementarán los riesgos de tener afectaciones cardíacas”. Por tanto, “si consume mucha grasa saturada, aumentará las probabilidades de morir de un ataque cardiaco”.
Argumento por analogía
Los argumentos por analogía se definen así porque se fundamentan en la similitud de dos estructuras. Buscan conocer algo conservando la misma particularidad. Es decir, A es a B como C es a D. Valen los ejemplos siguientes:
Premisa 1: “La mujer posee la capacidad reproductiva”.
Premisa 2: “Juana, María y Diana son mujeres”.
Conclusión: Por tanto, “Juana, María y Diana deben tener la capacidad reproductiva”.
La validez de la contra-argumentación
La idea de contra-argumentar se halla a medio camino entre las concepciones de argumentar y de dar por cierto un argumento. Obviamente, quien contra-argumenta está respondiendo a una argumentación previa, particularmente para enfrentarse a la misma.
La contra-argumentación es una manifestación o una respuesta crítica a un argumento. El fin es claro, la contra-argumentación de una tesis persigue aportar razones para justificar el rechazo a la argumentación que alguien ha expuesto a favor de una tesis.
En dado caso, es importante entender que la contra-argumentación es necesaria. Forma parte del necesario proceso de feedback que implica la comunicación. Se argumenta para defender una idea, pero se pueden hacer la contraria a ese argumento para desestimarlo.
Hay que tener en cuenta que hay que saber oír los argumentos a favor y en contra de un aspecto. Solo de esa manera se logra una correcta interpretación de los hechos. No obstante, esto es difícil de lograr. Las personas no tienden a argumentar, sino a discutir.
La argumentación no es un pleito. De hecho, se puede considerar como un arte. Hay manera de argumentar, de sostener una idea de manera correcta.