Es muy común que en medicina y farmacología se emplee terminología que puede generar confusión. Hay múltiples razones por las cuales puede ocurrir, en la mayoría de los casos depende de las patentes y de los descubrimientos que se obtienen en continuas investigaciones.
Este es el caso de la adrenalina, la cual también se conoce con el nombre de epinefrina. Como consecuencia, en algunas vertientes de estas ciencias se hace más popular utilizar uno u otro termino. A continuación se explica cuál es el origen de ambos así como cuáles son sus usos en la actualidad.
Historia de ambos términos
El origen etimológico del término epinefrina lo encontramos en el idioma griego. Específicamente de la unión de dos vocablos los cuales son “epi” que significa “sobre” y “nephros” que significa “riñón”, más el sufijo “ina”. El término adrenalina proviene del latín de las palabras “ad” que significa “junto a” y “renis” que significa “riñón”, también se unen “al” que es “relativo a” e “ina” que es un sufijo que se utiliza para referirse a sustancias que se obtenían a partir de fuentes naturales.
La Adrenalina y Epinefrina se consideran como términos válidos para referirse a un mismo compuesto químico. El hecho de que esta sustancia tenga dos nombres distintos se debe a la distinción realizada a partir de algunas patentes farmacológicas. Es decir, en el caso de Estados Unidos allí se registra la epinefrina USAN como nombre comercial para este fármaco, mientras que en gran Bretaña el mismo fármaco se registra con el nombre de adrenalina BAN.
En medicina se menciona a la adrenalina como la hormona y neurotransmisor, que se lideraba naturalmente en el organismo del cuerpo humano. Propiamente se considera que la epinefrina es una sustancia que se obtiene al ser aislada de la adrenalina.
La historia de la epinefrina comienza en el año 1894 en el laboratorio de fisiología del College of London. Dos practicantes llamados George Oliver y Edward Schäfer estaban preparando ciertas sustancias extraídas de fluidos de glándulas en combinación con algunos disolventes y otras sustancias. Se dieron cuenta de que la sustancia resultante de dicho experimento, tenía efecto sobre los vasos sanguíneos del corazón y en el músculo esquelético.
Comenzaría a comercializarse para uso tópico como un preparado hemostático. Llamo la atención de Sigmund Fränkel quien se dio cuenta de que esta sustancia respondía a la amina y a la estructura catecol Después Otto von Fürth preparó un quelato con esta sustancia más hierro a la cual llamó suprarrenina.
La primera vez que se comercializó esté preparado con el nombre de epinefrina fue a partir del trabajo realizado por John Abel originario de Estados Unidos. La elección del nombre es en referencia a que la misma se obtiene cuando se aísla de las glándulas situadas sobre los riñones.
Sin embargo, no sería hasta el año 1900 cuando se comenzaría a distribuir comercialmente con mayor popularidad. Al responsable fue Jokichi Takamine un químico industrial de New Yersey. En 1901 se patenta el procedimiento de síntesis bajo el nombre de adrenalina. Pero también Thomas Aldrich en 1899 había logrado la síntesis de Epinefrina.
Ya a comienzos del siglo XX los científicos de distintas ramas de las ciencias se referían a la misma sustancia con los dos términos. La Organización Mundial de la Salud toma la iniciativa de crear una denominación internacional para los medicamentos y así evitar este tipo de confusiones. El Recommended International Nonpropietary Name cuyo acrónimo es r-INM, designa cuáles son los nombres oficiales para cada fármaco que se distribuya comercialmente.
Hasta la actualidad ambos nombres siguen considerándose válidos, inclusive se unen a este grupo otros términos derivados de formas desmetiladas como la Noradrenalina y Norepinefrina.
¿La adrenalina y la epinefrina son lo mismo?
La adrenalina y epinefrina son términos empleados para identificar una misma sustancia química. Esto significa que ambas pueden considerarse como un mismo elemento pero sin embargo es necesario realizar ciertas acotaciones. Actúa como hormona y también como neurotransmisor que proporcionan un efecto adrenérgica Inmediato una vez que se liberan en el organismo.
Estos dos términos pueden considerarse como sinónimos, sin embargo para ser más precisos dentro del campo farmacéutico y de la medicina hay diferencias relevantes. En el caso de la farmacéutica es más común escuchar el uso de la palabra epinefrina en referencia a los fármacos inyectables que se distribuyen para tratar alergias por ejemplo. Pero también se debe tomar en cuenta otros términos tales como noradrenalina y norepinefrina que también se asocian a este tema.
La adrenalina y norepinefrina químicamente son sustancias que poseen ciertas diferencias funcionales y en su biosíntesis. Generalmente se acepta el uso de cualquiera de estos términos al referirnos a los fármacos inyectables, ello se debe a que generan una reacción muy particular en el organismo que no puede compararse con otras.
Ambas son catecolaminas lo que significa que pueden sintetizar el aminoácido de la tirosina. Sin embargo, una diferencia destacable es que la adrenalina es un hidrógeno del grupo amino que sustituye al grupo metilo. La epinefrina tiene un grupo metilo (-CH3).
El origen de estas sustancias se produce a partir de las glándulas suprarrenales, son esenciales para el correcto funcionamiento del sistema nervioso simpático y el sistema nervioso central. Estos compuestos químicos tienen una biosíntesis que se caracteriza por una serie de reacciones enzimáticas que se originan del aminoácido L-tirosina.
¿Cuáles son sus aplicaciones?
Si bien en la actualidad sabemos que la estructura química de la adrenalina es sencilla, en otras épocas descifrar no la fue tan fácil. Eventualmente ha ocurrido un importante progreso en las técnicas empleadas en las investigaciones dentro del campo de la química orgánica.
Las investigaciones realizadas en el año 1903 en Alemania dirigidas por Friedrich Stolz y Henry Dakin permitieron identificar su estructura química. Como resultado se comercializó una preparación de cetona a partir de la adrenalina, la misma se comercializó como un hemostático y descongestionante nasal.
Es importante aclarar que la adrenalina que se obtiene por síntesis posee la mitad de la potencia, en comparación a la que se extrae de las glándulas suprarrenales. Sin embargo, este es un problema que ha podido ser resuelto mediante la síntesis de la sal ácida del ácido tartárico para obtener una disolución de metanol.
El principal uso que tiene la adrenalina es para el tratamiento del asma, es la alternativa más efectiva después de que se utilizara la atropina. Se administra durante las crisis asmáticas, pero también para el tratamiento crónico del asma y la rinitis. Sigue teniendo vigencia como hemostático en las cirugías, porque permite controlar las hemorragias.
Cuando se administra por vía intravenosa ayuda a controlar un para cardiaco, sin embargo se debe tener en cuenta su efecto en la vasoconstricción periférica que ocasiona un descenso en la presión arterial.
El aumento en la frecuencia de los latidos del corazón es posible por la vasoconstricción, también al sistema respiratorio es beneficiado por la dilatación de las vías aéreas. El aumento en el flujo de la sangre y del oxígeno hace que los músculos principales estén preparados para enfrentar un eventual peligro o estrés. Igualmente esta es una situación que influye en el metabolismo.
De manera natural durante una situación de riesgo o de considerable estrés se activa una respuesta adrenérgica. Como consecuencia se observa que a nivel fisiológico o el sistema nervioso central comienza a enviar señales por medio del sistema nervioso simpático. Las mismas tendrán como destino todos los órganos y también las glándulas suprarrenales, es allí donde la producción y liberación de la adrenalina tiene su origen. Posteriormente se libera en el torrente circulatorio.