Tener una adicción puede ser difícil de aceptar y también de diagnosticar. Considerando que es una condición que puede ser bastante difícil de distinguir entre muchas otras con similitudes, quienes lo padecen deberán enfrentar múltiples problemas. Inclusive sus repercusiones las experimentarán personas cercanas.
Generalmente una adicción está relacionada exclusivamente al consumo de una sustancia como puede ser el alcohol y drogas. Para ser más precisos, una adicción puede abarcar múltiples tipos de comportamientos y consumos de diversa índole. También se incluye el tabaco, fármacos ansiolíticos y estimulantes, además de otros.
Diversos estudios se han enfocado en tratar de analizar las causas y los factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de cualquier tipo de adicción. A esta categoría también se incluye a las patologías que presentan síntomas parecidos a los de una adicción por sustancias, este es el caso de la adicción a los juegos de azar y la adicción al internet.
¿Qué son las adicciones?
Una adicción define a un estado de pérdida de control que se desarrolla a partir del consumo excesivo, dependiente y perjudicial. Se trata de una condición que en la actualidad es común debido a que las personas comúnmente consumen sustancias tales como el alcohol y tabaco. Pero también se incluye a los fármacos de uso médico, los mismos pueden ser utilizados de manera incorrecta e irresponsable.
El paciente como consecuencia adopta una dependencia obsesiva difícil de controlar. Se deteriora la calidad de vida en todos sus ámbitos, debido a las consecuencias negativas asociadas a la conducta adictiva.
La principal característica de una adicción se observa en los cambios drásticos en el comportamiento habitual del paciente. Paulatinamente la dicción ocasiona ansiedad excesiva, tolerancia y abstinencia; solo por mencionar algunos de ellos. Para las personas del entorno se hace evidente que el paciente no es capaz de ser autosuficiente, sin la presencia o uso de aquello por lo cual ha desarrollado una adicción.
Tipos de adicciones
A continuación se describen las adicciones y dependencias que son más comunes. Estadísticamente se ha demostrado que una mayor parte de la población mundial padece alguna de estas condiciones. Son las siguientes:
Adicción a sustancias
Este es quizás el tipo de adicción más reconocido ya que públicamente se observa con mayor asiduidad los daños frecuentes y graves que puede ocasionar. Primero se identifica por sus síntomas fisiológicos entre los que destaca la intoxicación, se observa señales como insomnio, alucinaciones, taquicardia, alteración motora e hiperactividad.
Generalmente sus efectos ocasionan alteraciones en el sistema nervioso autónomo. Eventualmente con el desarrollo de esta condición el paciente experimenta problemas asociados que dificultan el encubrimiento de la enfermedad.
Los efectos de la intoxicación pueden inhibir o alterar el adecuado funcionamiento de múltiples mecanismos del sistema. Pero también tendrá repercusiones a nivel familiar y social, es más común el bajo rendimiento laboral y el incumplimiento de ciertas obligaciones.
Las expectativas médicas por el abuso de consumo de cualquier sustancia, indican que el paciente puede requerir de una exhaustiva, larga e intensa recuperación. La elección del tratamiento depende de la gravedad de la dicción y del tipo de sustancia consumida, algunos son altamente adictivos y nocivos para la salud.
Adicción a personas o codependencia
Esta es una condición que también puede ser conocida con el nombre de adicción emocional. Básicamente se trata de la constante necesidad por sentirse seguro y aceptado por otras personas. Los estados emocionales de los pacientes son vulnerables por lo cual de manera constante y excesiva deberán compartir tiempo con otros.
No necesariamente se habla de relaciones amorosas de pareja, en un sentido más amplio es una adicción que está dirigida a cualquier persona como familiar o amigo. Cuando se crea una relación afectiva cercana, estas personas solamente se sentirán bajo control si se sienten queridos.
Adicción comportamental
Una adicción puede enfocarse en la práctica de actividades y comportamientos cotidianos que se convierten en limitantes para llevar una vida normal y satisfactoria. Es un conjunto de trastornos de la conducta que no necesariamente están asociados al consumo de sustancias. En esta categoría se puede incluir patologías como la adicción a las compras, al trabajo y al sexo.
Estas son actividades vinculadas a diversos ámbitos de la vida del ser humano. Se convierten en hábitos que aparentemente son inofensivos, pero eventualmente comienzan a interferir en la vida personal y social del paciente. No son capaces de controlar dicha conducta y continuar con ella a pesar de las consecuencias adversas que le genera.
Adicción a las redes sociales
Esta es una condición particular debido a que las personas se sienten obligadas a pasar la mayor parte de sus días utilizando las redes sociales. Se obsesiona por saber el contenido de distintas publicaciones, necesitan interactuar con otras personas; inclusive desconocidas. Se desarrolla una ansiedad intensa que los obliga a mantenerse al día con las noticias en tiempo real.
Como consecuencia dejan de ser parte de actividades de su entorno cercano, debido a que permanecen conectadas la mayor parte del tiempo. Los que se obsesionan por conseguir acceso a internet o a cualquier otro dispositivo, el comportamiento ansioso es su principal característica.
Juego patológico
Los pacientes apuestan grandes sumas de dinero durante su participación en juegos de azar. Esta es una actividad que les proporciona placer, es una conducta patológica exacerbada por la depresión y la ansiedad. Es quizás una condición menos frecuente, pero sí es una de las más adictivas; cuyas consecuencias tienen graves repercusiones.
Los pacientes dejan de tener un criterio realista en cuanto al establecimiento de prioridades. Es decir, sin importar los recursos con los cuales cuentan, apostarán dinero prestado o que no necesariamente les pertenece. Las repercusiones sociales, familiares, económicas y legales; hacen más difícil lograr enfrentar el problema.
¿Cuáles son sus causas? Ejemplos
Se pueden identificar una múltiple diversidad de causas, principalmente se trata de interacciones que de una forma compleja contribuyen a crear un desorden adictivo. Todas tienen orígenes distintos, destacan aquellas que se asocian con un historial familiar y personal que los hace más propensos. Ejemplos de este tipo son los traumas y trastornos por ansiedad social.
Inclusive factores propios de la personalidad pueden tener un papel fundamental. Se trata de características particulares que influyen de manera que dificultan una adecuada gestión emocional y una baja tolerancia a la frustración. Los desórdenes adictivos son difíciles de prevenir, pero se puede identificar cuáles son los factores de riesgo en cada paciente.
El ejemplo más común es vivir en un entorno perjudicial, donde se interactúe con otras personas que ya posean problemas de conducta o de adicciones por consumo de sustancias. Asimismo, puede contribuir a tener problemas de baja autoestima y experimentar fracaso a nivel profesional o académico.
¿Cómo abordar las adicciones?
Las adicciones pueden ser abordadas de distintas formas dependiendo del criterio del médico tratante. Existen múltiples métodos que son igualmente eficaces y que se adaptan a cada caso. Estos pueden ser modificados en función de la situación individual que esté atravesando el paciente.
Lo más usual es aplicar un tratamiento psiquiátrico individual, aunque también se pueden hacer terapias grupales de autoayuda. Cuando la dicción representa ser un problema para la familia o la pareja, las personas afectadas también se pueden involucrar en las sesiones de terapia. Durante el desarrollo de las mismas se orientará a los presentes para que apliquen técnicas y recursos, que favorezcan la búsqueda de soluciones.
Lo importante es guiar al paciente para que pueda seguir un proceso de recuperación exitoso, cuyo resultado es retomar el control de su vida. Para ello es necesario involucrarse en actividades que le proporcionen la información y los conocimientos necesarios para volver a ser productivo. De esta manera en caso de sufrir una recaída se puede reiniciar el tratamiento y modificarlo de ser necesario.
Los expertos aseguran que la manera más efectiva de tratar las adicciones es mediante la terapia cognitiva conductual. La utilización de fármacos suele ser una elección que se toma cuando la adicción es grave.
No existe un tratamiento o enfoque único. Cada adicción y paciente es distinto, por lo cual posee características específicas que deberán tenerse en cuenta cuando se realice el diagnóstico. Esta terapia puede modificar los patrones comportamentales y de los pensamientos negativos, que estimulan y dan continuidad con la adicción.
Los pacientes generalmente requieren ayuda para poder controlar los síntomas como lo son la pérdida de control, ocultación, deseo intenso e irrefrenable así como la dependencia e irritabilidad.